Prólogo

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6:32 a.m

Me levanté con pesadez después de escuchar mi alarma. Me di una ducha, me vestí y bajé para desayunar un café. En eso recibí una llamada.

-Hola, Everett- dijo mi novia Andrea cuando respondí a la llamada

-Hola, amor ¿cómo está la mujer más hermosa del mundo?

- muy bien, amor. Oye...Cuando llegues a la escuela tenemos que hablar seriamente.-dijo de forma algo extraña

-Esta bien- dije algo nervioso

- Te veo en un rato. Te amo

- Yo igual.- colgó

No podía concentrarme. ¿De qué querría hablar? ¿Acaso quiere que terminemos? No lo soportaría. La amo demasiado.

Terminé mi café y me dirigí lo más rápido que pude a la escuela. Entré y fui directo al casillero de Andrea. Allí estaba con la mirada un poco perdida.

-Hola, Andy- le di un beso en sus labios

-Hola, Everett.

-¿Qué sucede?

-No se cómo decirlo...¿Recuerdas cuando fue nuestro aniversario de 3 años y lo que pasó después de la cena?- dijo ruborizada

-¿Cómo olvidarlo? Fue una noche hermosa

-Pues...Te había dicho que tomaría pastillas del día siguiente porque se te olvidó el condón, pero las pastillas estaban caducadas.

-No entiendo ¿qué pasa?- me entregó una prueba de embarazo. Estaba en positivo.- ¡¿Es enserio?! Demonios. No lo puedo creer. ¡Voy a ser padre!

Andrea me miró sin expresión

-¿De verdad te alegra?-preguntó

-Claro que si. Tener un hijo contigo es todo un privilegio.

-Me alegra que pienses así- Me abrazó con mucha emoción

Tocaron el timbre y cada quien fuimos a nuestro salón. No podía concentrarme, estaba lo bastante feliz como para poner atención en otra cosa.

Luego de que terminara la clase, llamé a mis padres y a los de Andrea para que en la tarde fuéramos a comer algo y les pudiéramos dar la gran noticia. Espero que lo tomen bien.

Cuando las clases terminaron, busqué a Andrea para que la llevara a donde veríamos a nuestros padres.

-¿Crees que se enojen?- preguntó nerviosa

-No lo sé, pero no me importa. Yo me haré cargo de ti y de nuestro bebé. Tengo las bases y no dejaré que nada se interponga con nuestra nueva familia.

Me estacioné, bajamos del auto y entramos al restaurante. Ví a mis padres conversando junto con los de Andrea.

-Hola, hijo. Hola, Andy- dijo mi madre.

-Tomen asiento- dijo el señor McCarthy

-¿A qué se debe está pequeña reunión?-Dijo curioso mi padre

-Pues...Algo ha sucedido-Dijo Andrea-Es solo que...- parecía muy nerviosa así que la interrumpí

-¡Vamos a ser padres!- dije con emoción

Nos miraron sin expresión

-¿Cómo van a mantener a un hijo a esta edad? ¿Qué pasará con la escuela?- dijo la señora McCarthy exaltada

-Calma, cariño. Recuerda que Everett trabaja.- dijo el señor McCarthy en mi defensa- Se que no es lo más inteligente que pudieron haber hecho a esta edad pero sabrán resolverlo. Tienen todo nuestro apoyo

-Y el nuestro- dijo mi padre con calma

-Muchas gracias- dijo Andrea con lágrimas en los ojos

Continuamos con nuestra plática acerca del bebé.

Luego de un par de horas nos despedimos y cada quien fue a su casa. Cuando llegamos a la mía me quedé en la estancia principal viendo a mis padres.

-¿Qué sucede cariño?- preguntó mi madre

-Nada. Es solo que no puedo creer que seré padre- dije sonriendo-Muchas gracias por apoyarnos en esto

-No hay de que, hijo- dijo mi padre- recuerda que es una gran responsabilidad y no debes descuidar la escuela si quieres que tu bebé tenga un buen futuro.

-Lo haré, papá

Subí las escaleras y fui directo a la cama. Me quedé dormido pensando en cómo sería mi bebé. Me gustaría que fuera una niña.

Pero no sabía que eso sería lo que me rompería el alma.














El perfecto imperfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora