8:13 a.m
Era sábado. Me levanté con algo de pesadez. Me dirijo a la ducha. Salgo y comienzo a vestirme con unos jeans negros y una playera blanca de manga larga. Bajo a la cocina para preparar el desayuno.
En lo que comenzaba a sacar los ingredientes, oigo que llaman a la puerta y mi madre atiende. Pródigo con lo que estaba haciendo y escucho que mi mamá empieza a hablar con la visita, pero no logro escuchar lo que dicen.
Empecé a picar un poco de fruta y preparo huevo. Cuando terminé, comencé a servir para mis padres y para mi.
-Everett- oigo que mi madre me habla. Salgo de la cocina y veo que está sentada con mi padre y Andrea. Me quedo serio pensando en qué habrá sido lo que hablaron hace unos momentos.
-Sientate, hijo- dice mi padre- tenemos algo de que hablar
Me senté a un lado de Andrea.
Por un momento me invadió el pánico por la forma en la que ella me miraba.-¿Qué sucede?- pregunté nervioso
-Bueno -comenzó mi novia- no quería que ayer discutieramos por lo del bebé. Pero...Quiero que entiendas que aún no estoy lista para ser madre. Y tú tampoco estás listo para ser padre. Aún tenemos mucho que vivir y debemos de acabar nuestros estudios. ¿Qué vida le daremos a esta edad?
-Sabremos cómo lidiar con eso- dije serio- no hay pretextos para no tener una familia
-Everett- intervino mi madre- cuidar a un bebé es una gran responsabilidad y a sus edades es una carga más grande.
-Eso es lo que ustedes consideran que debe ser. ¿por qué debería un hijo ser una carga? Si fuera por eso, la gente no tendría hijos.- dije con ironía
-Ev, entiende lo que te quieren decir. Piensa en tu futuro- dijo mi padre
- Si pienso mi futuro. Quiero que mi futuro incluya una vida con Andy- dirijo la mirada a Andrea- Te amo, eres mi vida. Por eso quiero que haya esa muestra de amor. Nuestro bebé es nuestra muestra de amor.
Me miraba con desesperación y ternura. Me gustaría saber qué es lo que piensa.
-Amor-Dijo la pelirroja- yo también te amo y es por eso que quiero que pensemos bien las cosas. No quiero que se vayan a arruinar está relación.
-Nada lo arruinaría, eso es lo que no entiendes- dije subiendo un poco el tono de mis voz- Al parecer ninguno lo entiende.
Un silencio incómodo invadió la habitación. Mi novia veía al suelo con decepción y mis padres me observaron como un niño necio de 5 años que no tenía remedio.
-El desayuno está en la cocina- dije por último y salí de la casa. Alcancé a escuchar que mi madre consolaba a Andrea y mi padre le daba palabras de aliento.
Comencé a caminar hacia una cafetería a unas cuantas cuadras de mi casa. Entré y me senté en una mesa situada en una esquina.
-Bueno días- dijo el camarero amablemente- ¿Qué es lo que va a ordenar?
-Un café y un rol de canela, por favor
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El perfecto imperfecto
Novela Juvenil¿Será que hay vida después de la muerte? ¿Es cierto que el recuerdo salva el alma de las personas? Everett Carter es un joven de 35 años que se podría decir que tiene la vida perfecta: físico perfecto, trabajo perfecto, personalidad perfecta...En fi...