Un gusto.

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Y no es suficiente con matarlo, horas después  de la muerte del individuo su cuerpo desaparece misteriosamente, dejando en su lugar un búho que me sigue a todas partes,  luego de haber desaparecido el cuerpo es como si nunca hubiese existido, nadie lo recuerda, sus fotos, su existencia se borra completamente de este mundo, excepto en el lugar, mi memoria. Cuando digo que he matado a todas las personas que amo, eso incluye a mis padres, lo que me ha llevado a la conclusión que también soy un ser inexistente, si mis padres nunca existieron, por lo tanto yo tampoco, sin embargo, las personas que saben mi nombre, me tocan, me recuerdan, exactamente no sé lo que soy.

 Me encuentro ahora en una librería tratando de encontrar algún buen libro, pero mi mente solo esta en el maldito búho que está en el ventana, mirándome, como si tuviera vigilandome, estudiando cada cosa que hago, se preguntaran si no me causa temor, pues la verdad, antes si me intimidaba, cuando era niña fué la primera vez que vi el búho, luego de mi primer asesinato, mis padres, desde entonces el búho no ha dejado de seguirme y mirarme, incluso cuando duermo él se posa en mi ventana, no se si es un ángel guardián enviado del infierno a causa de la maldición o es un mensajero de satanás, lo que ese animal sea, estoy segura de que no tiene nada que ver con dios. Aparte mi atención del búho ya que un joven, unos 3 o 4 años mayor que yo me dió un libro.

- Tengo el presentimiento de que este te gustara.- Dijo dándome el libro. Admito que el chico tenía sus atributos, alto, ojos cafes, muy claros que hacía que sus pupilas se notarán bastante,  blanco, bastante alto, (supongo que yo lo veía alto porque tengo baja  estatura), cabello marrón peinado hacia la derecha y un lunar encima del labio que le daba una apariencia juguetona. Y su perfume, !Ah¡ ese aroma a no sé qué.

- Si pudieras verme ahora, la verdad se ve bastante interesante.- Dije mientras leía el título. Él sonrió, mostrando su brillante dentadura, formando hoyuelos en sus mejillas que lo hacían ver muy lindo.

-Sabía que te iba a interesar, se nota que te gustan las historias algo tristes, un poco imaginativas pero sin dejar de lado la realidad.

- Sabes, no es algo normal para mí que un extraño sepa mis gustos para los libros.- Él volvió a mostrar su brillante dentadura.

- Lo siento, mi nombre es Sebastián.

- Un gusto conocerte Sebastian, soy Vanessa.

- Bueno Vanessa, ¿ Gustas un paseo por el parque?.- La verdad nunca aceptaba invitaciones de completos extraños, pero este chico me daba la impresión de ser buena persona.

-Esta bien, pero antes déjame pagar el libro.

- No te preocupes por eso, tomalo como un regalo, mi padre es el dueño de la librería, el debe tener miles de copias para reemplazar.

- Bueno, gracias por el detalle.- Salimos a caminar un largo rato, hablamos de cosas irrelevantes. Estaba estudiando para ser doctor, quería poder ayudar a sus seres queridos en cuestión de enfermedades, a diferencia de mi, que asesina a los que amo, claro que no dije eso. Tuvimos una bueno platica a excepción del maldito búho que nos seguía.

Y luego de eso tuvimos varias salidas, al cine, a alguna fiesta, a comer, a correr, salimos tanto que de un momento a otro nos volvimos muy cercanos, aunque yo aún era distante, no quería volver a querer a nadie, ya que si lo hacía iba a terminar sufriendo sola y en silencio, de nuevo.

Me encontraba en el patio trasero de mi casa leyendo cuando unas manos cubren mis ojos, una manos suaves y cálidas que me tranquilizaban (aunque no estuviera alterada) y ese aroma tan exquisito que me embriagaba y me llevaba a un mundo fantasioso donde el cuervo y la maldición no existía, solo ese delicioso y placentero olor me acompañaba.

- Sebastián.

- ¿Cómo puedes saber que soy yo?.- Dijo soltándose frente a mi.

- Oh vamos qué clase de pregunta es esa, eres el único que entra a mi casa sin permiso.

- Tal vez algún ladrón lo haga.

- Claro, un ladrón que venga y tape mis ojos.

- Uno nunca sabe.- Se quedó mirando la cerca que separaba mi casa con la del vecino.- No sé si sera mi imaginacion pero...

- ¿Qué sucede?.- Pregunte ya que no terminó la frase.

- ¿Ese búho siempre te sigue?.- Me sorprendió la pregunta, nunca nadie tenía el valor de preguntar por el animal; y fue aún más grande la sorpresa cuando el pájaro lanzó un espantoso chillido y emprendió el vuelo, por primera vez en mi vida me había dejado sola.- Vaya, se dió cuenta que hablamos de él, y parece que no le agradó.- Parecía que Sebastian no le temía en lo absoluto o realmente no le importaba, pero eso era extraño cualquier persona que estuvo relacionada conmigo y notó al cuervo nunca tuvo el valor de preguntar, era como si se sintieran amenazados por el búho, como si éste les hablara telepáticamente.

-Sí, ha estado conmigo siempre y nunca me había dejado sola, hasta ahora.- Sebastian se encogió de hombros al parecer estaba sintiendo algo de temor.

- Bueno no sé qué decirte, quizá esté cuidándote o quizá quiera hacerte daño, algo como una maldición.- Sebastian no tenía no idea de lo que yo soy.- Aunque deberías de ir a la iglesia para que el padre te aconseje.

- La verdad... nunca en mi vida he pisado una iglesia.- No mentía, y por alguna razón, no quería ir, ni siquiera para deshacerse del animal, era una extraña repulsión.

- Yo podría acompañarte, conozco al padre, a diferencia de ti, yo voy a la iglesia desde niño.- Solo asenti, sería extraño si me negara, él pensaría que soy Atea, ¿Aunque...  Yo creo en Dios?

- Está bien, tú solo dime.

- Si quieres esta misma tarde, no hay ninguna actividad hoy estoy seguro que el padre te atenderá con gusto, es bueno aconsejando.

- Bien.

- De acuerdo, paso por ti luego.- Dijo levantándose y saliendo... Yo en una iglesia, la verdad la idea no me emocionaba en lo absoluto, por alguna razón mi corazon se aceleraba y mis manos estaban frías y sudando. ¿Que me sucede?, ¿Porque estoy tan nerviosa?, algo me alertaba, no sabía qué o para qué, pero algo estaba sucediendo, aunque eso ya me pasaría, de seguro es la emoción de iria la iglesia con Sebastian.

Continuará...


La Hija del Infierno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora