Something Great -Larry Stylinson-

Capitulo 2. ''Cinco meses antes''.

Capitulo 2. {Cinco meses antes} El despertador sonó perturbando mi dormir. Suspire. Odiaba todo esto. Odiaba levantarme temprano, odiaba ir a una nueva escuela. Odiaba mudarme de mi ciudad, y sobre todo, me odiaba a mí mismo.

-¡Louis!-Grito mi mama- Baja ya cariño, se te va a hacer tarde.- Mierda.

Me levante lentamente de la cama, procurando no tropezar con algún zapato o cualquier cosa y caer al suelo, porque eso era lo que menos necesitaba ahora que andaba mas dormido que despierto.

Fui caminando hacia el baño, y hice mis necesidades. Al estar ya un poco despierto camine de nuevo hacia mi habitación, a buscar la toalla de baño. Necesitaba una ducha.

Minutos después saliendo de la ducha, me detuve a mirar mi reflejo en el espejo de baño y trate de sonreír. Nada.

-¡LOUIS, QUE SE TE HACE TARDE, APURATE!-Me grito mi mama en la puerta de mi habitación-

Salí del baño y fui a mi armario a buscar unos bóxers.

-Buenos días.-Le susurre a mi mama, cuando ya tenía mi ropa interior puesta-

Ella aun seguía parada en la puerta, como una roca, mirándome seria. No aun no se iba.

-Buenos días a ti, cariño.-Me dijo antes de darse media vuelta e ir a despertar a mis otras hermanas.-

Suspire.

Y comencé a buscar que ponerme.

Unos vaqueros marrones, una camiseta a rayas y un sweater sobre este color azul oscuro. Peine levemente mi cabello, y me puse mis zapatos. Tome mi mochila y Salí de mi habitación listo.

Baje las escaleras de dos en dos, hasta llegar a la planta baja, y dirigirme a la cocina, olía delicioso ahí adentro.

Era muy fan de la comida que mi madre preparaba. Antes que nada, y ahora que lo recuerdo no me eh presentado.

Soy Louis Tomlinson, tengo 19 años, y aun curso en la secundaria. Apenas comenzaba el curso y mi mama decidió mudarnos de ciudad, para poder trabajar en un lugar mejor, y poder mantenernos. Volviendo a mí.

Soy como dicen ahora, ‘Anti-social’, no hablo si no me hablan, y si hablo, son pocas palabras, pero las suficientes.

Soy reservado y mi mama dice que inseguro. Pero ¿Quien no lo sería si a sufrido acoso toda su vida?, exacto, nadie.

-Amor, se te va a enfriar la comida-Me dice mi mama parada en frente de la cocina, cocinando los huevos de Lottie.-

Me senté frente a mi plato de cereal, y antes de probarlo salude a las gemelas Daisy y Phoebe, y a Felicite son la mano, y tome la cuchara para comenzar a ingerir mi desayuno.

-Hoy llegare tarde-Anuncio mi mama, mas a mi que a las pequeñas y Felicite y Lottie

- Así que necesito que tu Louis. –Levante la vista al ella llamarme.- Quiero que les hagas el almuerzo, y si llego mas tarde a la cena, hacerla igual. Y verificar que hagan sus tareas. –Miro a las pequeñas, con su ceja levemente alzada- Y si no la hacen, no hay dulces, ni teléfono, ni salidas con amigos–Todas berrincharon y yo rodee los ojos-

Mi mama salía diariamente todas las mañanas, a trabajar, y llegaba a altas horas de la noche, y solo llegaba a dormir. Me daba un poco de molestia, yo quería compartir con mi mama, y hablar con ella, pero no, no podía. Y de cierto modo la entendía, porque ella hacia todo con esfuerzo para mantenernos y a su manera era su forma de demostrarnos que nos amaba. Lo entendía, y me mentalizaba en ser el Hermano mayor de las chicas, y ayudarlas en todo, aunque no me pudiese ayudar a mí mismo.

-Pero mama, ¿Y si tengo que ir a casa de una amiga a hacer un trabajo.-Protesto Felicite.-

-Que vengan aquí, ¿Cuál es el problema.-

- ¡QUEE!. –Grito de repente.- sería incomodo.

-¿Por qué Incomodo Felicite?.

-Porque aquí estarán las gemelas y Louis.

-¿Y qué tiene que ver?-Mi mama la miro con su ceja alzada.- -

Nada, les diré que vengan.-Suspiro.-

Mi mama rodo los ojos. -Y pórtense bien, no quiero ninguna queja de ustedes, de parte de Louis, -Dijo mi mama con toda la autoridad que se merecía. Y tenia.

- ¿Entendieron.- Susurros con una afirmación de parte de mis hermanas se escucho, y yo sonreí internamente.

-Adiós hijos queridos, llego tarde.-Dijo al final, tomando su bolso y besando cada mejilla de nosotros.-

-Buena suerte.-Me susurro ella antes de separarse de mí y irse repartiendo besos en el aire.-

Eso mismo esperaba yo.