poemas que respiran

amadísima.

en mis púpilas
están mis más efímeros recuerdos.

están escondidos en poesía triste,
amaneceres color carmesí
mientras solías pintar
tipo 5 am del 97.

orquídeas marchitas sobre notas
de lo que solíamos ser,
donde me juraste un amor eterno
como si la vida
no terminase nunca.

notas en donde diste a conocer
que el arte no habla, es mudo.
que sin tristeza no existen
las ganas de escribirte
mi mala poesía.
o aquellas notas con tonos
de un viejo terracota
que escribí tipo 3 am
pensando en aquel ojo café.

en mis púpilas
están mis más efímeras noches.

noches en las que solo
podía liberar océanos
en el océano
con la luna al frente,
al saber que mis pupilas ya no iban
a estar dilatadas por vos.

aún recuerdo cuando te miré sentada en hojas otoñales
pintando una de esas hojas
en un lienzo pálido,
te mirabas hermosa,
muy hermosa se miraba.

no sé por qué me pongo triste
si aún estás en esas hojas
con la única diferencia
que ahora estás
debajo de ellas,
mi amadísima.