Tus movimientos para levantarme eran muy cariñosos, tus piernas estaban recostadas alrededor de mi cintura, tus manos en mi pecho, y tu sonrisa de perla en tus labios. Estabas como siempre amanecías con una ropa holgada, grande porque siempre era mi ropa que te ponías, siempre hacías el pretexto de que no tenías ropa para dormir, pero yo sé que la verdad era porque te encantaba mi aroma en tu cuerpo. Me movías para levantarme, yo me reía dentro de mi, me gustaba molestarte y ver tu cara de enojo que me encontraba muy tierna. Par de mechones de tu cabello estaban posicionadas en tu frente, haciendo que no puedas ver. Abrí mis ojos y te sonreí, con mi mano izquierda te llevo los pares de mechones que están en tus ojos, por detrás de tus orejas. Tú te sorprendes tras verme que estaba despierto, y te quejas dándome unos golpes en mi pecho, me reí tras tu comportamiento.
—¡Yah!, Oppa hoy es el día.—Me avisaste, te quitaste de mi cintura para posicionar tus píes en el frío piso, te moviste rápidamente hacia la ventana a desplazar las cortinas, para dejar la hermosa vista que se había creado, los copos de nieves bajaban por los cielos libres, cayendo en en un final.
Me levante de la cama rápidamente, la tome de la mano para correr con ella hacia la salida. Abrí la puerta y en nuestras narices estaba el invierno, las calle de Seo-gu estaban esparcidas de esparcidas de muchos copos rondando entre sí. Camino contigo hacia afuera, el frío nos estampo enseguida, había recordado que no habíamos agarrado algún abrigo antes de salir, entonces por eso me pongo detrás de ti y rodeo tus hombros con mis brazos, protegiéndote.
—Juguemos a las escondidas Taehyung-ah.—Habías dicho sonriendo, para después dar un corto beso en mi brazo. Había notado tu voz quebrarse y tus ojos comenzarse a aguarse, pero no entendía lo que te sucedía por eso omití todas mis palabras, me había arrepentido de no expresarme.
Me levantaba seguidamente solo, pasaba mis manos siempre en el lado donde te acostabas. Me sentía solo, un alma andante en un lugar sin vida, ya no era lo mismo, no tenía las mismas expresiones de siempre, todo esto paso después de la llegada del invierno, la estación de felicidad donde desapareciste. Todo había pasado después de ese día, donde el primer copo de nieve había caído, ese mismo día desapareciste juntos ellos. Solo, necesitado, y sin ninguna fuerza me dejaste. No salía de nuestra casa, esperando el día en que entres por esa puerta, donde habíamos salido para ver el paisaje. ¿Donde estás Miyuki? ¿Por qué me dejaste solo y desamparado?
El timbre había sonado por primera vez tras después de muchos días, tras escuchar ese sonido me levante desesperado de la cama, ¿serías tú mi amor? No me había importado todos los golpes que había recibido con las cosas en el medio, lo único que mi corazón quería ver eras tú. Abrí la puerta con fuerza, esperando verte pero lo único que recibí fue una nota solitaria. ¿Que era esto? ¿Una broma? Molesto y con tantos sentimientos al mismo tiempo cierro la puerta con fuerza, y la golpeo después de cerrarla. Gritos comenzaron a escucharse en toda nuestra casa, gritos de dolor, gritos de una cuerpo sin un alma, gritos por ti. Me recuesto en el piso, mis manos agarraron mis piernas y mi cabeza recostada en la puerta, ¿donde el invierno te llevo Miyuki? Déjame irme contigo, mi cuerpo necesita de ti para sobrevivir.
Abrí la puerta para enfocarme nuevamente en la carta que se encontraba en el piso, la recogí y me fije en las palabras que contenía. Leí la carta confuso, que significaba esto. Tienes hasta el último copo de nieve para encontrarla. ¿Esta carta tenía que ver algo con tu desaparición? Por qué si es así estaba dispuesto de hacer lo que sea, te encontraré te lo prometo, no tengas miedo Miyuki en donde estes, yo te encontraré antes del último copo.
Los días habían pasado muy rápidos, me quedaban poco tiempo y eso me entristecía. ¿Qué pasará si no te encuentro? ¿Que pasará con mi vida? Había transcurrido a todos los sitios que podía ser posible en donde aparecías pero aún así no te encontré. ¿Sabes que en todos estos días que te he buscado he estado durmiendo en un auto? ¿Sabes que no he comido bien? Tal vez no lo sepas, y tal vez tampoco te importe, eres muy egoísta amor por irte sin mi. En el volante del auto está un mapa, en donde ahí tengo todos las sitios que he visitado y me queda muy poco, tengo miedo si termino de ir a otros los sitios sin encontrarte. Espero que eso no pase, y que te encuentre antes que termine el invierno, te lo prometí que te encontraré.
Las horas pasaron, y el cielo comenzó a oscurecerse por ese motivo decidí acostarme. Corrí hacia mi carro para entrar en ella y ver el regalo que te tenía, el regalo que te daré cuando te encuentre. El anillo brillaba antes mis ojos, lo acariciaba con mucho amor, este anillo va a significar mucho en nuestra vida. Este anillo es la demostración de que te quiero para toda mi vida, de que quiero pasarle contigo hasta el final. Dejo de mirar el anillo para guardarlo en mi bolsillo, y decido recostarme.
La brisa golpeaba muy fuerte las ventanas, no podía dormir. Me molestaba, y tenía miedo a la misma vez. La brisa pasaba así por horas, ¿tal vez sería una tormenta? Me levanto del sillón del carro y me fijo en las ventanas, mis ojos se abriendo grandes, esto era una locura lo que estaba pasando. Muchas nieves caían, no se podía ver nada desde adentro. Sentía algo dentro de mi, pongo mi mano en mi corazón, ¿esto era una señal que tú me estabas dando? Decido salir aún que el frío me detenga, siento algo en el pecho que no me deja respirar, y me hace caminar solo por la nieve. La nieve me llevaba solo, mis caminos estaban compuestos por ellas, yo no me controlaba solo, estaba caminando sin permisión. Copos de nieves me rondabas, era una maravilla lo que me estaba pasando ahora, te sentía cerca, lo sentía. Corrí rápido hacía el final del camino esperándote ver, te siento. Corro y corro hasta que me caigo, y mi cuerpo cae. ¿Que era esto? Mis ojos se enfocan en una lápida con un nombre, no quiero leerlo, ya sabía de quien era el nombre. Tú nombre estaba escrito ahí.
1995-2014. Myung Miyuki.
Todo este tiempo estabas muerta, y yo no lo había aceptado hasta ahora, hasta el momento que terminó el invierno, todo este tiempo lo había negado por eso estaba todo muy solitario este mundo, todo lo que me había pasado todos estos años era una ilusión, y ahora había desaparecido. La nieve disminuía, junto mi fuerza. Eso anunciaba que se estaba acabando el invierno, sonreí dentro de mi, te había encontrado antes de la última copa de nieve. Te fuiste como el significado de tu nombre, te fuiste como una hermosa nieve.
La última nieve cayó, y el brillo del sol apareció despejando toda la soledad y la tristeza.
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Un regalo tras el nuevo vídeo de BTS, espero que le haya gustado como a mí me gustó escribirlo, a los que no hayan entendido el final es: Miyuki había muerto hace muchos años atrás, tras Taehyung no superar su muerte lo había descartado, pensando todo este tiempo que ella estaba viva, ella había muerto el mismo día en donde la última copo de nieve cayó, tras eso Taehyung la busca antes de que la última copa caiga. Sobre la nota en la puerta, no era real, era producto de su imaginación. Eso era un mensaje que el se trasmitía así mismo, muchas gracias por leer este pequeña historia.
