Two

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Las manos de Tony se aferraron al traje de Steve, sus ojos derramaban las lágrimas que estuvo conteniendo desde que empezaron a destruirse el uno al otro.

- No puedes hacerme esto Steve, yo te amo.

- Él es mi amigo.

- Pero yo soy más que eso, Steve, soy tu esposo. Yo, fui la única persona que estuve ahí para ti, pero veo que fui una gran mentira. Déjame matar a aquel que tuvo toda la culpa.

- No Tony, ya no más. Lo protegeré con mi vida así que, si quieres matarlo, primero tendrás que pasar sobre mí.

Los dos se enfrascaron en una pelea que terminó dejando a Tony debajo del cuerpo de Steve, el cual lo golpeaba logrando desprender el casco de la armadura del castaño, ambos se miraron a los ojos dejando mostrar lo agotados que se encontraban. Steve alargó su brazo y tomó entre sus manos su escudo el cual incrustó en el reactor de la armadura, haciendo que esta se apagara y dejara de funcionar.

Tony quedó tirado en el suelo frio de aquel lugar, viendo como Steve se llevaba a James sin mirar atrás. Sus ojos se cerraron dejando caer una triste lágrima que rodó por su mejilla hasta caer al suelo, mientras daba su último suspiro de derrota.

Tony despertó sintiendo unas pequeñas manitos recorrer sus mejillas, abrió sus ojos los cuales se encontraron con una pequeña cara regordeta y de grandes ojos azules. Sonrió cuando la vocecita de su hijo se dejó escuchar por toda la habitación.

- Papi, no llores. Yo te protejo de aquellos monstruos de tus pesadillas, sé que se siente cuando tienes esos sueños, ¿Así que puedo abrazarte?

- Oh, claro que sí mi amor. Papi ya no llorará, ya que tiene a su pequeño Pete-Pete para que lo proteja.

Ambos se abrazaron muy fuerte, los pequeños brazos de Peter se aferraron al cuello de su padre. Tony besó la frente de su bebé y acarició sus cabellos, que hubiera sido de él si no estuviera su hijo, era por lo único que se mantenía vivo. Por su pequeño y por nadie más, todavía no podía superar a su esposo, pero con el paso de los años se había vuelto más fuerte y resistente a todo, ya no le temía a nada.

- Bien pequeño es hora de levantarse para llevarte a la escuela y así seas un niño muy inteligente.

- ¿Seré tan inteligente como tú, papi?

- Claro hijo, pero aún más si vas a clases todos los días.

- Pero a veces tengo que cuidarte papi, así que puedo faltar a clases – Sonrió con ternura fingida.

Tony río ante las ocurrencias de su primogénito – Yo me puedo cuidar solo cariño, así que no te preocupes.

Peter le sonrió y se fue yendo hacía su habitación para alistarse. El bajó hacía la cocina después de cambiarse para preparar el desayuno de su hijo y así poder llevarlo a la escuela que se encontraba a unas cuantas cuadras de su casa. Cuando Tony supo que llevaba a Peter, decidió cambiarse a una casa más pequeña ya que no soportaba acordarse de aquellos pequeños recuerdos vividos en la torre junto a su amado.

Cuando estuvo listo llamó a Peter para que bajara. Su hijo bajó lo más rápido que podía lo que hizo que Tony lo regañará por bajar así, diciéndole que podría ocurrir un accidente, pero Peter solo río e hizo que su papá frunciera más el ceño.

- Papi, soy un niño fuerte así que si me caigo no me pasará nada.

- Lo que tú digas niño fuerte.

Ambos comieron mientras hablaban sobre cosas triviales hasta que ambos estuvieron listos, el para ir a su empresa y su pequeño a la escuela. Cuando lo fue a dejar, Peter besó su mejilla y le sonrió cálidamente.

- Papi que tengas un buen día, te amo.

- Igual tu mi Pete-Pete, yo también te amo. Vendré por ti a la salida,¿Okey?

- Okey papi, adiós.

A veces pensaba que su pequeño hijo era muy maduro para su edad y eso le decía que su pequeño niño de 12 años estaba creciendo muy rápido. Quería que su bebé se quedara con él para siempre, aunque sonara un poco egoísta de su parte, pero era porque no quería dejarlo ante el mundo para que lo lastimase como lo había hecho con él.

Con aquellos pensamientos llenando su mente no se dio cuenta que había llegado hacía su destino, bajó de su auto y subió hasta su oficina. Cuando llegó hasta donde se encontraba vio a Pepper con unos pequeños documentos en mano.

- Buenos días, linda.

- Buenos días, Tony, ¿Cómo estuvo tu fin de semana con Peter?

- Nada mal, cada vez que paso tiempo con él mi semana cambia.

- Creo que eso lo he notado desde hace muchos años Tony, no puedes vivir si tu pequeño, pero no te darás cuenta cuando Peter lleve a alguna cita a tu casa.

- Ni lo digas, mi Pete-Pete no saldrá con nadie que yo no permita.

- A veces lo adolescente ocultan muchas cosas Tony, creo que se te vendrá un poco difícil, mi querido amigo.

Pepper río cuando Tony hizo un mohín digno de un niño pequeño celoso. Tony sabía que Peter estaba creciendo lo cual significaba que en unos años sería un adolecente con hormonas alborotadas y suponía que nada iba a salir como lo esperaba.

*****

Tony se encontraba a la salida de la escuela esperando a Peter, su mirada viajó por todos los pequeños que se amontonaban, pero en ninguna parte vio a Peter. Avanzó un poco más y de pronto sintió que tiraban de su traje, cuando miró hacia abajo se encontró con los ojos llenos de lágrimas de su hijo.

- ¿Qué pasa mi amor? ¿Por qué lloras? – Tony preocupado por su pequeño se acuclilló en el suelo mientras limpiaba las lágrimas de Peter.

- Papá, le pegué a un niño y... - Peter no siguió hablando ya que la voz de su padre lo hizo callar-

- No llores más mi amor, sé que no tuviste la culpa. Así que tranquilo y después de que te calmes me cuentas lo que pasó, ¿Vale?

- Vale - Peter dijo mientras se secaba las lagrimas.

****

Hey! Hola de nuevo, espero que les haya gustado mis amores. 

Déjenme saber si les ha gustado mediaste sus votos o comentarios, me encanta cuando lo hacen ya que se que están siguiendo esta pequeña gran historia.

¡Las amo!

Galaxy~

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⏰ Última actualización: Feb 13, 2017 ⏰

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