Hasta La Última Estrella

CAPÍTULO 5: La "nueva"

16-9-2016
Hoy era el primer día de instituto, estaba asustada, tenía mucho miedo de que no me aceptasen...
Les pedí a mis padres que me acompañasen hasta que sonase el timbre, estaba muy nerviosa. Era la primera vez que estaba en ese instituto y no sabía dónde tenía que ir.
Llamaron a mi clase y nos dirigeron al aula en la que íbamos a pasar todo el curso. Llegué allí y me quedé apoyada en la pared (soy muy tímida),
Una chica se acercó a mí, me dió dos besos y se presentó, era muy guapa, delgada y alta, tenía el pelo rizado y castaño oscuro, con los ojos marrones.
Violeta- Hola, soy Violeta, ¿y tú?, ¿eres nueva verdad?
Yo estaba muy nerviosa y no me salían las palabras.
Bleu- Yo soy Bleu, sí, soy nueva.
Violeta- Ah, guay, pues encantada, ¡hasta luego!
Me volví a apoyar en la pared hasta que nos llevaron al aula de música con la profesora Concha. Tomé asiento al fondo de la clase y la escuché. «Parezco antisocial...» pensé.
Prof. Concha- Bueno, hola chicos, veo que hay muchos nuevos compañeros aquí, me presento, soy Concha, vuestra profesora de música, vuestros compañeros del año pasado ya me conocen bien, es muy fácil aprobar en mi asignatura, casi todo será práctico y no haremos muchos exámenes, ¿hay alguien que esté en el conservatorio?
Levanté la mano- Yo
Me fijé bien y sólo levantamos la mano dos chicas, Carla y yo.
Prof. Concha- Oh, estup-.
La profesora fue interrumpida por tres chicas que entraron en la clase, llegaban tarde.
Había una chica alta, morena y con los ojos marrones, vestía de negro y llevaba collares, anillos y pulseras frikis. En realidad no se llamaba Casita, pero le gusta que la llamasen así.
La del medio era muy morena, con el pelo negro y el flequillo rubio, también vestía de negro y llevaba una sudadera de Harry Potter. Se llamaba Sandra.
La última tenía el pelo azul y vestía igual que las demás. Se llamaba Carol.
Sandra- Perdón, estábamos en el baño.
Tomaron asiento y escucharon al horario.
Al salir de clase me crucé con ellas, vieron mis collares frikis y me llevaron con ellas, eran muy simpáticas y ya no me sentía tan sola.
Casita- ¿Vas al Retiro?
Bleu- No sé que es... -me reí.
Ella se asombró y me dijo que fuese con ella por la tarde.
Terminó el instituto y cuando llegó la hora a la que habíamos quedado, fui con ella.
Me llevó al parque y estaba lleno de gente de mi mismo estilo, eran todos/as muy simpáticos, aunque yo estaba muy callada y no sabía qué decir.
Me acogieron y me llevaron con ellos, era tan diferente a Londres...
Tenía amigas, me sentía bien.
Llegué a mi casa por la noche y mi madre se sorprendió de verme tan feliz.
Me acosté y empecé a ver todas las cosas buenas que me traía haberme mudado, al fin y al cabo, era feliz y me sentía querida.