Más que hermanos {Justin Bieber}

Capitulo 4

-¿Acaso me hablas a mi?-no pude haber dicho otra cosa más estúpida.

-Claro que te hablo a ti, hermosa.

No pude evitar sonrojarme ante las palabras que me había dicho. Después de haber roto hace un año, Nate Parks se ofrecía a llevarme a casa.

-No creo que sea buena idea, te desviarías mucho del camino.

-¿Acaso no quieres revivir los viejos tiempos?

Esas palabras me bastaron para subirme de inmediato al asiento de copiloto de su carro. El mismo aroma a piel junto con ese perfume que al parecer seguía usando desde hace años, el cual solía oler cuando nos besábamos...

-¿Y cómo has estado estos tiempos?-dijo rompiendo el silencio.

-Creo que bien, pero al parecer a ti te ha ido mejor.

-¿Ah si? Lilly es sólo una amiga, pero por lo que vi, no puedes decir lo mismo de Justin.

Rayos.

-¿Justin? El es sólo mi hermanastro, y la verdad creo que me había pasado un poco con las bebidas, y suelo ponerme así-mentí.

-Ósea que no tienes nada que ver con el.

-Así es.

Era obvio que los dos queríamos llegar al punto en el que volveríamos, al menos eso yo quería, al menos parecía que el lo deseaba de la misma forma que yo.

Habíamos llegado.

-Oye, muchas gracias por haberme traído hasta mi casa, lo digo enserio-estaba a punto de abrir la puerta del coche cuando el puso su mano encima de la mía.

-Espera-la tomó fuertemente, tanto que me vi obligada a acercarme a el-Chloe, te extraño, no sabes lo mucho que extraño tus labios, tu cuerpo, la manera en que me decías cuanto me amabas y lo mucho que yo te amo.

"Lo mucho que yo te amo.."

-¿Aún me amas?-dije con prácticamente un nudo en la garganta.

-Claro que te amo. Nunca deje de hacerlo, es sólo que ambos necesitábamos tiempo, pero creo que ese tiempo te quise más porque no te tenía conmigo.

Se me habían ido las palabras y lo único que pude hacer fue inclinarme para besarlo. Extrañaba mucho eso: sus labios y la forma en como me besaba, me daba cuenta de que en verdad lo amaba, y mucho.

-¡Chloe! ¡Despierta! Ya llegamos a tu casa.

Apenas abrí los ojos, vi los de Nate, también noté su desesperación porque me despertara.

-¿Qué sucede?-dije.

-Te quedaste dormida en el camino, pero ya llegamos a tu casa.

-Ah, bueno-dije sosteniendome la cabeza con la mano-gracias por traerme.

-De nada, cuando quieras.

Salí del coche y cerré la puerta del carro de Nate.

Un maldito sueño, todo había sido producto de mi imaginación, combinada con el alcohol.

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El estresante sonido de mi teléfono me levantó.

-¿Bueno...?

-¿Dónde mierda estas?

-Hola, buenos días.-dije con un tono entre sarcástico y burlón.

-No has contestado a mi pregunta.

-Estoy en mi casa, ¿porqué tu desesperación?

-Te estuve esperando en la casa de Kylie cuando me dijeron que te habías ido con un tal Nate en su coche, luego llego a la casa y no estas ¿de qué otra forma debería reaccionar?

-Ya, supéralo.

-Voy por ti en este mismo momento.

-¿Pero qué ra...?

Colgó.

Me puse la primera ropa que vi en el closet y baje las escaleras; tal vez esta sería la última vez que estaría en esta casa, mi casa, antes de que mi madre se casará con Jeremy la veía como mi mansión, el lugar donde probablemente crecería y envejecería, pero a mi escasa edad ya me encontraba viviendo con Jeremy y Justin.

Tocaron la puerta.

Era momento de enfrentar la verdad.

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-¿No vas a hablar?

-...

-¿Te comió la lengua el gato? ¿O acaso fue Nate?-dijo en tono sarcástico y al mismo tiempo burlón.

-¿Cuál es tu maldito problema?

-¿Quieres saber cual es?

-Déjame ver, de lo contario no te lo habría preguntado.

Un silencio incómodo se había formado en el coche. Algo no andaba bien.

Justin paró el coche son dejar de ver al frente.

-¡Te estoy hablando!-dije antes de explotar ya que la paciencia se me había acabado.

Nada.

-¿No me vas a contestar?-puse la mano en la manija para abrir la puerta-entonces cuando el señor Bieber tenga ganas de decir algo...

Antes de que pudiera abrir la puerta, me jaló del otro brazo y me acercó a el, de tal manera que inmediatamente junte mis labios con los suyos.

Ambos lo disfrutábamos.

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Me doy cuenta de que casi no votan, y algunos leen, les pido porfavor que voten, significaría demasiado para mi.

Elena.