Doce Segundos

573 40 5
                                    

ESTE ESCRITO FUE REALIZADO POR LA GENIALIDAD CREATIVA DE MARY TERE ALICE MISATO MEDINA... Yo sólo hice el favor de subirla a mi cuenta de Wattpad, pensé que el mundo debía leer este genial One-Shot. Esperando que lo disfruten tanto cómo yo al leerlo, gracias totales...

“La vena aorta es la principal arteria que corre en el sistema circulatoria del ser humano. Salida de una de las cavidades del corazón atraviesa con sumo placer la parte superior del pecho irrigando enormes cantidades de sangre a todo el cuerpo. 

¿Sabías que en un adulto promedio es de 2.5 centímetros de diámetro?. 

Se necesita un punto exacto para cortarla a manera que esta provoque una hemorragia.

¿Sabías que solo toma un par de segundo el morir después de una puñalada que de directo a la vena aorta?

Numerosos estudios indican que la persona a la cuál se le ha apuñalado en el corazón tiene un mínimo más de probabilidad de sobrevivir que una persona a la cual se le ha herido en esa vena tan importante. 

¿Sabías que ni siquiera es doloroso como la mayoría piensa?

Considerando que un adulto posee 5 litros de sangre, una pérdida de 750 mililitros sólo provocará síntomas leves. Si aumenta a 1.5 litros, la persona se sentirá débil, sedienta y ansiosa, comenzando a respirar rápidamente. Pasados los 2 litros, la sensación pasa al mareo, la confusión y finalmente, la inconsciencia.

Pero en definitiva no es importante el tiempo en que tardas para morir si no lo que al final ven tus ojos pues es la ultima imagen que te llevaras al más allá.”

Había demasiado silencio en ese lugar, casi como si fuera algo totalmente aislado del mundo, como alguna cueva subterránea escondida donde se guardan los secretos más profundos para no ser revelados nunca y que estos cumplan su cometido de alguna manera. Ese cometido del que nadie quiere saber pero todo mundo ansia conocer. Aquella contradicción que vive en la perversión de las personas, la que aumenta su ansia de curiosidad, esa curiosidad que los invita al peligro, que los seduce por los caminos más oscuros; esa que los hace creer en una vida mucho mejor que la tienen en el presente. Dentro de esas penumbras que cerebro tiene, donde hay más lobreguez… irónicamente hay esperanza.

Fueron doce segundos exactos y sin contar lo que duro aquella escena, en ese lugar donde alumbraba una pequeña lámpara que destruía la sensación de ser lo más recóndito del planeta. Ese fulgor que tintineaba mostrando entre extractos lo pintado que se encontraba el suelo. Ese que antes era gris y se encalo poco a poco. Sí, fueron doce segundos, los más rápidos para alguien como Yon Bum. Ciudadano de Corea del Sur. Una de las tantas almas que en Seul residía. Un humano que respiraba oxigeno, ese que inflaba sus pulmones para que el corazón funcionara correctamente. Un individuo cualquiera que hasta hace poco sufría el poder del aislamiento que la sociedad ejerce hacía aquellos que considera raros, de esos que para los ojos extranjeros es digno de ser llamada escoria o basura. De esos que no son interesantes para quienes pisan un camino banal sin limites. De esos que no pertenecen a ningun extracto, que no se considera si quiera participe de decisiones poderosas y que incluso solo sirven a actos impúdicos con la finalidad de servir a los más bajos deseos. De esos que la violencia generada en su ser era la clara muestra de la bajeza humana y como en hipocrecia el único animal que se considera pensante profesa actos exabruptos contra los de sus misma estirpe. 

Para ese entonces Yon Bum consideraba que el mal no provenía de su mente, provenía de quienes estaban a su alrededor y no lo comprendían. Sabia que nunca pertenecería a ese circulo en el que alguna vez deseo estar, no podría regresar al pasado como si nada y pedir disculpas por actuar como alguien aprensivo. Jamás podría voltear y sonreír porque esa sonrisa era una falacia monumental, era la manera de hacerse una idea adictiva de que todo en su vida estaba bien cuando sabia que sus actos respondían a un patrón de conducta alterado que conducía a un estado demencial. Porque claro… sabia que estaba enfermo y eso no lo consideraba una falta, no cuando habían profanado tanto de él.

Doce Segundos...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora