Prólogo

260 14 3
                                    

Estaba sentada en un rincón de la habitación oscura siendo abrazada por las tinieblas y la soledad, veía a uno y a otro lado, pero no encontraba nada, algo que me diera felicidad, buscaba respuestas, ¿Por qué me había pasado todo esto? ¿Por qué a mí? ¿Por qué nací sufriendo? cuando nací casi muero, porque el maldito cordón umbilical estaba enredado en mi cuello, ¿Por qué tuve que irme de New York? Porque al menos ahí podía estar con mis primos, me enseñaban a defenderme, y miles de cosas más...—secó con el dorso de mi mano algunas lágrimas traicioneras que salieron sin permiso alguno— cuanto daría para que esos momentos alegres volvieran, pero por más que los anhelara, aquellos no volverían, cuando ya me estaba yéndome de ese departamento no pude evitar voltear y recordar cuando me quedaba sola y lloraba, ¡JODER! apenas tenía 2 años y estaba sola. ¿Quién no se asustaría?, siempre había sido cuidada por niñeras desde que nací por eso no quiero a mi madre, ella nunca estuvo conmigo en mis peores momentos, entendía que no podía estar conmigo porque trabajaba para darme lo mejor pero no quiere decir que se olvide que también la necesitaba pero algo emocional y no económico, recordé cuando empecé con mis primeros sueños telepáticos, cuando me mude a otra ciudad mi vida empezó como un mismísimo infierno, empezaron con humillaciones, por parte de mis abuelos paternos... simplemente ya no soportaba más la situación, sentía que poco a poco mis fuerzas se me acababan y yo no era de fierro, había logrado soportar por todos estos años pero estaba ahora muy vulnerable, muy débil, joder me he vuelto una débil, que horror conmigo, ¿Dónde quedo mi sonrisa, mi positivismo? Oh si, se fue con las personas que me hicieron sufrir, ¡pero esto se acabó! No me rendiré, -dirijo mi mirada al techo de mi habitación tratando de buscar las respuestas que aún no conseguía, como podría mejorar y sobre todo como podría olvidar mi pasado y sanar el dolor de mi corazón, miro la hora en el móvil- son las 4am y no he dormido pero ni un poco, ya veo como mañana estaré con mis ojeras nivel dios, mañana reaparecerá el mapache que más parece oso en hibernación, joder más me vale dormir al menos dos horitas, o simular que duermo para que nadie se dé cuenta –cierro los ojos, cuento hasta cien mentalmente, poco a poco el cansancio se apodera de mí y caigo rendida.

Una Sonrisa Con Un Secreto Oculto ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora