San Valentín

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Ese Martes, Jungkook no esperaba nada especial. Desde hace unos días había estado extrañamente flechado por un chico de segundo. Pero no, él no planeaba declararse porque solo lo había visto un par de veces en los talleres de música por la tarde y creía que podría parecer demasiado pronto como para intentar algo. Jungkook amaba su voz, le gustaba lo grave que era y lo agradable que se escuchaba cuando cantaba.

Al principio pensó que era un chico nuevo porque no lo había visto antes, pero después de hablar con Namjoon se enteró que era Taehyung, el famoso chico del que muchos de sus amigas y amigos hablaban. Tras observarlo un tiempo notó también que era muy popular, aunque él parecía no saberlo. Esa era una de las razones por las que no quería declararse, seguramente él ya tenía a alguien e incluso si no era así, ¿cuántas posibilidades tenía de ser correspondido cuando hay tantos chicos que como él esperaban tener una oportunidad? Él no era tan confiado de sí mismo como para soportar un rechazo, sería demasiado vergonzoso. Por eso es que en su lugar Jungkook estaba tratando de alejar a los pretendientes del lindo chico. Porque aunque no se fuera a declarar tenía que hacer algo ¿no? Esos chicos y chicas podrían aprovecharse de su angelito.

—Jungkook, ¿qué haces así? —preguntó Yoongi y él no pudo evitar dar un pequeño salto por el susto. —No me digas que estás saboteando las sorpresas de otras personas —dijo burlón, arqueándole una ceja.

—No estoy saboteando nada, sólo los vigilaba... —murmuró avergonzado.

—Ajá, si te gusta tanto ese niño solo deberías ir y decírselo —le aconsejó suspirando.

Jungkook frunció su ceño. Si fuera tan fácil como se escucha, él ya lo hubiera hecho, pero no tenía el suficiente valor. Además, Yoongi no era el indicado para decirle eso, no cuando él estaba en una situación parecida y no se atrevía a decir nada.

—Entonces creo que deberías seguir tu consejo y declararte a Jimin —dijo el menor cuando una idea pasó por su mente y levantó un poco más la mirada buscando un rostro en específico. Sonrió cuando encontró a la persona que buscaba. —¡Oh mira, allí está! ¡Jimin!

El mencionado se volvió confundido buscando a quien lo había llamado. Observó en todas direcciones hasta que sus ojitos dieron con Yoongi y Jungkook, entonces se acercó con una sonrisa en los labios.

—Hola, YoonGi hyung —saludó. —Jungkookie, ¿necesitan algo?

—Yo no. —aclaró Jungkook. —Pero Yoongi tiene algo muy importante que decirte —sonrió maliciosamente antes de empujar al mayor, haciendo que de un leve tropiezo contra el chico.

—Lo siento... —masculló Yoongi, y Jimin negó ampliando su sonrisa.

—No te preocupes, hyung. ¿Qué quieres decirme?

Yoongi se quedó en blanco, sin decir palabra y negando bobamente con la cabeza, lo cual hizo reír a JungKook. Entonces suspiró, intentando guardar la calma. Después se vengaría por esto, pero mientras tenía que buscar una excusa para distraer a Jimin y evitar que este sospechara.

—Yo... ¿ya desayunaste? —preguntó. Jimin ladeó la cabeza confundido, pero negó haciendo un puchero. Esa mañana se había hecho tarde y no tuvo tiempo de comer, fue una completa lástima porque su madre había preparado su sándwich favorito.

—¿Te gustaría ir a comer algo después de clases?

—¡Claro! ¿vendrás con nosotros, Jungkook?—preguntó JiMin.

Yoongi frunció el ceño, él no recuerda haber invitado a Jungkook.

—No, yo no puedo. Además no quiero interrumpir su cita —sonrió.

Cita...

JiMin se sonrojó al escucharlo, y Yoongi pensó que era la cosa más linda que había visto. Por esta vez perdonaría a su amigo.






Taehyung y Jin llegaban tarde. La noche anterior ambos se habían quedado dormidos después de la decoración de los chocolates y al despertar tuvieron que envolverlos y alistarse. Ambos habían acordado que se saltarían la primera clase, TaeHyung para asegurarse de ser el primero en dar sus chocolates a JungKook y SeokJin para asegurarse de que Tae no perdiera los chocolates. Porque Taehyung solía ser muy distraído cuando estaba nervioso.

En breves minutos sería hora del receso, lo que significa que podría entregar sus chocolates. Jin observaba como Tae mordía su labio, seguramente por las ansias, él también las tenía. Se encontraban fuera del salón de Jungkook y NamJoon. No fue mucha la espera, tal vez cinco minutos y entonces sonó el familiar timbre que indicaba el comienzo del receso.

—Tae ¿estás listo? —preguntó Jin, el menor asintió. —Bien, cuando lo vea te lo mandaré —prometió tocando levemente para ingresar al salón.

Caminó hacia Namjoon, que lo recibió con un beso y le entregó los chocolates. Llevaban dos años de relación y San Valentín era un día bastante conocido para ellos. NamJoon recibió el regalo con una sonrisa e hizo a Jin sentarse en sus piernas y este lo abrazó mientras se susurraban un "Feliz día".

—NamJoon —dijo Jungkook interrumpiendo sin querer el momento. —Siento interrumpir, pero iré a la cafetería. Dejaré tus cosas allí —dijo señalando un par de libros que reposaban en la esquina de una mesa.

Sin más, Jungkook se volvió para irse, pero Jin lo detuvo. —Jungkook, tengo un amigo que quiere verte, él esta afuera ¿podrías...?

El chico hizo una mueca, seguramente era alguien queriendo darle chocolates y él no estaba de humor. Aún tenía que espantar a los pretendientes de su pequeño, pero aún así asintió y salió.

—Ju-JungKook... —murmuró Taehyung al verlo.

Al escuchar esa voz llamándole, Jungkook volvió su mirada, encontrándose con el rostro de TaeHyung. Las mejillas del chico se encendieron y Jungkook sonrió.

—Hola, TaeTae —Jungkook se acercó, ¿su angelito había venido a buscarlo? En primer lugar, ¿él lo conocía?—¿necesitas algo?

—Y-yo quiero hablar c-contigo —murmuró nervioso. ¿Se tendría que declarar aquí? quería hacerlo en un lugar más bonito, no el pasillo de la escuela.

—Claro, ¿vamos a la azotea? —sugirió el mayor. Taehyung asintió, y con algo de pena tomó su mano, llevándolo.

Una vez en la azotea, Taehyung intentó recordar que lo que pensaba decir, pero cuando trató de hablar, no pudo más que balbucear cosas sin sentido, tratando de encontrar las palabras que quería decir realmente.

—Jungkook, y-yo, es decir a m-mí... —Taehyung estaba realmente avergonzado y sus mejillas rojitas eran una hermosa escena para Jungkook que sonrió enternecido.

—TaeTae, cálmate —dijo tomando sus mejillas para mirarlo—¿Qué es lo que quieres decir?

El menor suspiró. —M-me gustas —soltó finalmente. Jungkook sentía que estaba en un sueño. Piensa que aun está dormido y nada de esto ha pasado. —¿Quieres ser mi novio? —preguntó extendiendo la caja de chocolates.

Definitivamente es un sueño.

Sweet TaeTae ❀ TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora