La chica nueva (Justin y tu)-Terminada

Hospital- Capitulo 18

Mery se acercó a mi antes de caer de rodillas al suelo, su pecho sangraba y veía como de a poco su sonrisa se iba borrando hasta que dijo en un susurro.

-Ganaste.- Y se cayó al suelo dejando esta vida. Mis ojos buscaron a Justin, los chicos o se podían mover. Justin mi miró sonrió y se acercó a desatarme.

-Oh Justin, creí, creí.- Me calló de un beso.

-Perdón.- Dijo mi sonrisa lentamente se borró al ver que Justin no podía estar de pie- Le habían disparado en la costilla, Chaz corrió a buscarnos. 

Mis ojos se nublaron y lo ultimo que vi fue a Leon corriendo a sujetarme ya que no podía mantener abiertos mis párpados. 

Flashes- 

Inconsciente y sin poder despertar oía la voz de Justin, me susurraba y acariciaba con sus palabras. Quería despertar pero mi cuerpo no me dejaba. >> Vas a estar bien princesa, va a pasar todo>>  se escuchaba a lo lejos como una voz en el viento. apreté bien fuerte los ojos rogándome despertar pero al abrirlos una habitación blanca me rodeaba. Justin tenia su cabeza apoyada en ¿Mi?. Podía observar como mi cuerpo estaba en una camilla y mi cara llena de tubos que me mantenían convida. Que perpleja e por instinto comencé a llamar a Justin para que me viera.

-Justin, mírame aquí estoy.- Le acaricie el pelo pero no se inmutó. Estaba atónita. Mi cara se transformó en dolor.

A los pocos minutos Justin levantó su vista y por un segundo pensé que al fin podía verme pero una enfermera estaba entrando a la habitación junto a Leon.

-Cariño.- Dijo la enfermera con suavidad.- a ______ le quedan 4 horas para despertar sino ya sabes que el protocolo nos pide que pasada la semana y si no hay cambios o respuesta cerebral debemos desconectarla.- ¿Una semana? Había estado toda una semana inconsciente.

 -Por favor, va a despertar ya sé que si. Es la mujer más fuerte que he conocido. Por favor...- Dijo con lágrimas en sus ojos. Leon tenía los ojos vidriosos y tocaba el hombro de Justin.

-Haré lo que pueda.- La enfermera le dedicó una pequeña sonrisa y se fue.

-La necesito.- Dijo Justin mirando a Leon. Sentía que mi cuerpo pesaba más.

-Lo sé, todos la necesitamos. Ella va a volver.- Los dos miraron mi cuerpo dormido, de mi nariz salían dos tubos, de mi boca otro. Estaba muriendo.

Me senté en una silla junto a la puerta y observé como Justin y Leon charlaban para distraerse, unas pequeñas veces se rieron pero al volverme a ver la felicidad se iba. 

-Justin ve a descansar, yo puedo cuidar de _____ unas horas.- Le dijo León preocupado.- Hace una semana no te mueves de esa silla.

-No, gracias. Necesito estar aquí, ve tranquilo cualquier novedad te la haré saber.- Justin no sacaba la vista de mí, bueno de mi inconsciente yo. León le tocó el hombro y se fue. Mi rostro estaba cada vez más pálido y lentamente me estaba quedando dormida en esa silla mirando a Justin, sabía que no me quedaba mucho tiempo hasta que una voz hizo que me levantara bruscamente de mis asiento. 

-¿_______?.- Pronunció una voz femenina muy familiar. Mi instinto fue comenzar a recorrer los pasillos del hospital ya que nadie se percataba de que yo estaba allí... si es que estaba alli realmente.

-¿_______, eres tu?.- Nuevamente la voz me guió a un pasillo donde había una única habitación. Al entrar una figura estaba mirando hacia la ventana, me acerqué lentamente y esta se dió vuelta. Al verle la cara mi corazón se detuvo.

-¿Mamá?.- Pude pronunciar.

-Hija mía.- Le dí un abrazo tan grande que hasta creía que era real todo esto ¿Como podía ser cierto?

-Pero, pero ¿Como?.- Pregunté perpleja.

-Solo necesitaba verte una vez más, tu no estas lista aun para irte al cielo cariño.- Me acarició la mejilla.- Te queda mucho por vivir y disfrutar.

-¿Como sabes que voy a despertar? Me quedan 20 minutos antes de que me dejen morir.- Dije afligida.

-Hija mía, siento que no hayas crecido a mi lado pero tu padre hizo un muy buen trabajo sin mí.- Le sonreí.- Eres una increíble mujer cariño, no hubo un solo día que no te mirara desde arriba.

-Madre, como lo siento.- La volví a abrazar queriendo creer que era todo real, aunque posiblemente era producto de mi imaginación.

-Solo quería saludarte y felicitarte por el maravilloso novio que tienes, se ve que realmente te ama.- No pude evitar la sonrisa al pensar en Justin.

-El es el indicado.- Dije.

-Lo sé, por eso no es tu hora. Debes ir y disfrutar con ese hombre el resto de tu vida, no pierdas más el tiempo.- Me tomó de las manos.

-¿Pero como vuelvo?.- No tenía idea como volver a mi cuerpo.

-Cariño, solo tienes que desearlo tan fuerte y con tanto amor, solo cierra los ojos. Le dí una ultima mirada a mi madre.

-Te quiero madre.- Le sonreí.

-Y yo a ti hija mía.- Apreté los ojos y al abrirlos me haya nuevamente en la habitación, nada había cambiado. La enfermera entró por la puerta y toco el hombro de Justin.

-Es hora cariño.

-No, deme más tiempo por favor.- Comenzó a llorar como jamás habia visto.- Por favor la amo.

-Lo siento tanto, te daré unos minutos para que te despidas.- La enfermera salió de la habitación pero estaba lista para volver a entrar en unos minutos. Justin me tomó de la mano y le dió algunos besos.

-Te voy a amar siempre pequeña, eres mi vida.- Apoyó su cabeza en mi mano. Estaba listo para dejarme ir.