Invencibles.

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Desperté al escuchar un inusual sonido que luego pude reconocer como el móvil de JaeHwan.
Tapé mis ojos con el dorso de mi brazo izquierdo mientras que con el contrario recorría la cama buscando el cuerpo dormido e inmóvil de mi novio, sin embargo, solo encontré almohadas y sabanas desordenadas debido al movimiento que causamos la noche anterior.

Comencé abrir mis ojos, arrugándolos, al momento en que tuvieron contacto con la luz proveniente de las cortinas abiertas, que descuidadamente ninguno cerró anoche y en ese momento pude oir palabras sueltas provenientes del interior del departamento, supuse que era mi novio y  no presté mayor atención, de seguro estaba hablando con las verduras como usualmente lo hacía. Me levanté de la cama y fui a ducharme para comenzar este día. Hoy pasare una linda tarde con mi chico.

Salí de la habitación ya completamente decente y pude divisar desde la lejanía a Ken aun con su ropa de dormir hablando por teléfono, no era extraño, mi pequeño novio tenia demasiados amigos y familiares que saturaban la línea de su celular. Lo que, si era de suma extrañeza fue el hecho de que estuviera hablando en susurros, ni siquiera estando un poco más cerca de él pude ser capaz de escuchar claramente lo que decía.

Me apoye en la entrada que daba con nuestra cocina y esperé pacientemente a que terminara su conversación tan extraña e interesante.

—¿Paso algo malo, JaeHwan? — dejé escapar cuando noté como cortaba la llamada luego de unos 5 minutos de espera por mi parte. Se giró asustado, como si hubiera sentido una presencia maligna o algo así y reí interiormente, porque debía de verme serio.

—Ay mi amor, me asustas ¿hace cuánto estás ahí? — rascó su nuca, nervioso, evitando mi mirada y supe que algo le pasaba a este chico.

Me acerqué a él deteniendo el paso y tomando una postura firme, crucé mis brazos y arrugue mis cejas mirándolo fijamente a los ojos, pidiéndole una explicación a su comportamiento con mi mirada, definitivamente no quiero más problemas como los de hace poco.

—Acabo de salir de la ducha ¿ahora me explicas? —

Tomó asiento y yo imite su acción.

—No te exaltes ¿bien? —levantó su mirada en mi dirección, esperando la aprobación, yo solo moví mi cabeza señalándole que prosiguiera— SeokJin acaba de llamar para invitarme a salir, en modo de disculpa, supongo. —

—No. — no le iba a dar más vueltas al asunto, JaeHwan no podía ser tan inocente esta vez ¿cierto? Además de que obviamente ese tipo no me daba buena espina y no me sentía muy cómodo imaginando que mi chico estaba por ahí a solas con el imbécil que intento llevárselo a la cama.

—¿Sabes? No creo que tenga malas intenciones, lo conozco de hace años y él no es como se mostró en el club, al menos deberíamos escucharlo ¿no crees? — alzó su mano callándome antes de que dijera cualquier insulto dirigido a su ex piriji. — No estoy diciendo que saldré con el luego de lo que paso en la discoteca pero ¿y si lo invitamos aquí y hablamos? Es un lugar seguro y estarás tú en todo momento para asegurarte de que no intentará hacer nada. —

No creía poder verle nuevamente la cara sin lanzarme a golpearlo, porque aún no perdonaba el manoseo que sufrió mi novio, y no creo ser capaz de hacerlo en todo caso, pero Jae tenía razón y si decía conocerlo bien yo le creía, aunque me hierva la sangre pensar que presenciaré un encuentro de ex novios, puaj.

—Tienes razón, todos merecemos una segunda oportunidad. —me levanté y caminé en dirección a la cocina, moría de hambre. —Invítalo aquí cuando creas pertinente y me lo dices para prepararme mentalmente ¿ok? —

Se levantó y camino hasta mi con una sonrisa demasiado grande a mi parecer, me envolvió en sus brazos y me regaló un corto beso justo en mis labios.

Inmortales. {keo}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora