Capitulo Uno | Un día cualquiera.

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6 AM. El reloj comenzó a sonar. "¡MIERDA!" grité, espero que nadie lo haya escuchado. Me levanté y fuí directo a lavarme la cara y porque cuando te despertas tenes que lavarte la cara. Me miré al espejo y me di cuenta de lo atractivo que soy. ¡No entiendo como no puedo tener novia! Las chicas son tan dificiles... En fin, hoy iba a salir en busca de un nuevo trabajo. Hace más de 6 meses que no consigo, y mis padres están pensando en echarme de mi casa. Me tomé una ducha, me vestí y salí camino a las calles de Santa Fé.

Ya han pasado 4 horas y no encuentro nada. Son las 10 AM y todavía no tengo trabajo. De verdad no quiero que me echen de mi casa porque no tengo a donde ir. Podría quedarme en la casa de mi mejor amiga Valentina, pero igual. No quiero irme.
Ya cansado, me senté en un banco de una plaza a pensar cuando una chica alta de cabello castaño y ojos de su mismo color se sentó a mi lado.

-Hola... - dijo ella con una cara demasiado seria.

-Hola, em, ¿te conozco? - pregunté, de seguro se enamoró de mi.

-No, no me conoces pero a ti sí -  la miré confundido - mi nombre Florencia, Florencia Bueno.

-Bueno, Florencia, un gusto en conocerte - dije levantandome de mi asiento, cuando ella me tomó del brazo - ¿que haces? - dije.

-Fabricio... - mi piel se erizó - ni se te ocurra evitarme - dijo. ¿Que quizo decir con eso? ¿Como sabe mi nombre? Comence a asustarme.  Entré en panico y salí corriendo hasta el lugar más cercano. Esperé un rato y seguí buscando trabajo.

La verdad no entiendo que pasó, ni como me conoce, ni por qué vino a hablarme. Sinceramente no dejo de pensar en eso.

Ya son las 9 de la noche y no conseguí nada. Estoy acabado. No tengo a donde ir. Decidí meterme en un bar y tomar un fernet, cuando un hombre se sentó a mi lado.

-No debiste ignorar a mi amiga, Fabrcio... - dijo este señor.

-¿Quién eres y que quieres? - pregunté.

El hombre se sacó el sombrero que tapaba su cara y dijo lo siguiente:

-Mi nombre es Alessandro - dijo - Alessandro Acquafredda.

N E V E R F O R G E TDonde viven las historias. Descúbrelo ahora