El chico de los fanfics ;; wigetta [EDITANDO]

019

—¿Me vas a decir a qué te referías con tu último mensaje? —preguntó Samuel, sentándose al lado de Guillermo, quien estaba leyendo en su móvil.

—Es exactamente lo que leíste —dijo Guillermo sin quitar los ojos de su móvil.

Samuel suspiró frustrado y le arrebató el móvil de las manos, ganando un reclamo por parte de su compañero.

—Explícame, porque de verdad no entiendo —pidió.

Guillermo resopló y lo miró a los ojos. No sabía si habían sido todas aquellas bebidas energizantes que se bebió en la mañana o la creciente frustración de todos aquellos años de enamoramiento escondido lo que lo llevó a por fin abrir la boca.

—¿Es que acaso eres retrasado? —preguntó Guillermo, recuperando su móvil de un zarpazo—. ¿Te caíste de pequeño?

—Guillermo... —susurró—. Ahórrate los insultos innecesarios, por favor.

—No son innecesarios —dijo con la mandíbula apretada. Samuel se hizo instintivamente hacia atrás—. Llevo enamorado de ti desde el día en que nos conocimos... y tú ni siquiera te das cuenta.

Samuel abrió mucho los ojos y se quedó sin respiración por unos segundos. Intentó hablar, pero las palabras simplemente no salían de su boca.

—Tuve que tragarme todos esos cuentos tuyos de las chicas con quienes salías —prosiguió Guillermo—. Ocultar las lágrimas cuando te veía besando a alguien más.

—¿Por qué no me lo dijiste antes? —atinó a decir Samuel, con un hilo de voz.

—Porque no quería arruinar lo que teníamos —respondió apenas—. No quería que me miraras del modo en que lo haces ahora... no quería perder a mi mejor amigo.

—Siempre seremos amigos, pase lo que pase... —dijo Samuel—. Pero de verdad lamento tanto no poder corresponderte.

Guillermo rió con sorna al escuchar a su compañero.

—Claro, Samuel... —dijo con sarcasmo—. Hazle un favor al mundo, y sé sincero contigo mismo por una vez en tu maldita vida. Acabo de perder a mi mejor amigo, y lo único que tú me dices es esta basura... nunca debí decirte nada.

Al terminar de hablar, se puso de pie y caminó directo a su casa, dejando solo a un Samuel muy confundido.