Diario de una bloguera enamorada

Capitulo 2

¿Vives por aquí cerca?

No, no la verdad es que no soy de por aquí

¿Te alojas en algún hotel?

No

Entonces eres una ocupa o algo así

Bueno lo que yo sea o no creo que no es asunto suyo – me puse en pie y apoye sin querer el pie en el suelo haciendo que el tobillo se doblara produciéndome un dolor horrible, que hizo que me sentará de nuevo- además estoy esperando a mi novio que en un rato estará aquí, así que le agradezco su ayuda, pero ya puede marcharse

¿Novio? Hace solo un momento no tenía ni donde alojarse y ahora resulta que tiene un novio

Vamos Gabriel – gritó uno de sus amigos – si ella dice que se las sabe arreglar sola no tenemos nada más que hacer aquí, además tengo que volver a mi casa, ya que mi mujer me espera para ir a cenar con sus padres, y ya sabes como se pone si llego con retraso

Lejosde hacerle caso a su amigo siguió a mi lado mirándome fijamente conlos brazos cruzados. Yo no podía salir de allí ya que el tobillo medolía a rabiar, así que lo único que podía hacer era esperar aque él se fuera para buscar una solución a mi problema

Tienes razón – dijo al fin – será mejor que nos marchemos ya

Porun momento suspire aliviada

Fuehacía la barra en busca de su chaqueta y se la puso rápidamenteanudando con cuidado su corbata. Luego cogió su agenda que estabasobre la barra y se la dio a su amigo para que la sujetará

- ¿Puedes llevar esto al coche por favor?

Si, por supuesto – dijo su amigo algo extrañado – pero ¿por qué me la das a mi?

Es que tengo algo pesado que llevar y no creo que pueda coger a la vez ambas cosas

¿Algo pesado? ¿a qué te refieres?

Gabrieldejo a su amigo con la palabra en la boca y vino directo hacía mi, ysin darme tiempo alguno para reaccionar me cogió en brazos como sifuera una muñeca, y le pidió a otro de sus amigos que cogiera todasmis cosas que estaban sobre la mesa

¿Te has vuelto loco? Déjame ahora mismo en el suelo – grite

Me parece señorita que usted miente más que habla, y que muy a su pesar necesita mi ayuda, y es gusto lo que le voy a dar en estos momentos, le guste o no

Será mejor que me ponga en el suelo ahora mismo o llamaré a la policía

Bueno, puedes llamarla sin problemas, Marc dale su móvil a la señorita, creo que está dentro de su bolso

¿Cómo se atreve a burlarse de mi? - grité mientras intentaba sin éxito safarme de sus brazos y ponerme en el suelo

No me burlo, es más si quieres te paso el teléfono del capitán de la comisario, que es mi hermano, y sin duda estará encantado de saber quién eres y por qué te niegas a decir que estás haciendo sola en Nueva York

Yo no me niego a decir quién soy – refunfuñe mientras salíamos de la cafetería y escuchábamos la risillas de los que estaban sentados en las mesas tomando algo - ¿puedes dejarnos ya en el suelo la gente nos mira?

Bueno somos la comidilla del día deja que se diviertan un poco a nuestra costa – salimos de la cafetería y tras bajar los escalones me deje de pie sobre la acera – espera aquí un momento voy a buscar mi coche

Unode sus amigos me dio mi bolso y el maletín con todas mis cosasdentro – Tengo que marcharme Gabriel, ya sabes como se pone Pamelasi me retraso

Si ya sé como es mi hermana pequeña, tranquilo yo me quedo con la dama en apuros

Yo no soy ninguna dama en apuros – grité mientras se alejaba en busca de su coche. Su coche debía estar bastante lejos ya que desapareció tras girar en la primera calle, así que si quería escapar de él esa era mi oportunidad. Empecé a caminar todo lo deprisa que mi tobillo me lo permitió, para alejarme lo suficiente de la cafetería y mezclarme con el gentio y desaparecer. Todo iba de maravilla, ya que por más que miraba para atrás no veía por ninguna parte a Gabriel. Iba a girar en la primera esquina cuando sin darme cuenta choque contra algo duro que me impidió continuar el paso. En un primer momento pensé que se trataba de algún despistado, pero cuando alce la vista vi que no era otro que Gabriel

Veo que tienes prisa

Nosabía que decir, me quede allí plantada con cara de tonta