Una espada atravesando mi estómago. Sentimientos inexplorados blandiendo mi pecho. Un llanto desesperado pronunciado por alguien que lloraba. Yo decía que todo estaba bien, pero obviamente no lo estaba. La vida se drenaba de mi cuerpo en forma de sangre, y mis nervios dejaban de sentir dolor a una rapidez impresionante. Me moría, y la impotente silueta cada vez más borrosa que se arrodillaba a mi derecha no podía hacer nada. Cerré los ojos, encontrando una paz que mi alma nunca había sentido en todo su recorrido por el universo.
Alquien chillaba con todas sus fuerzas en el hospital. Gente corría a su rescate, intentando menguar el dolor con simples e inútiles palabras. Más llantos con cuerpo de plegarias. Pasan cinco minutos. Mi débil y diminuto cuerpo ve la luz, y se puede decir que he nacido. Por enésima vez.
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"She reminds me of her"
Paranormal—¿No pertenezco a ese mundo, verdad? —Perteneciste en su día. —¿Y a dónde pertenezco ahora? —Ahora eres una marioneta de las sombras.