—¡Esperen!— Grité—. La adopción es una forma amarga para darle una mejor vida– Hubo un silencio en la sala, ellos optaron por no decir nada y irse— Solo escuchen por favor...— Pedí.
Al hacerle caso omiso a mi pedido, los seguí, casi tropezando con las grietas del patio y seguía insistiendo de lejos.La mujer paró en seco, y vino hacia mi poniendo su mano derecha en su cintura, frunciendo el ceño hizo notar sus arrugas tomó aire y dijo —Lo siento. Pero no la queremos— cuando su voz escueta y mordaz me respondió, me quedé helada por la confirmación de algo que no quería escuchar—Es solo que no es como la imaginábamos— Dicho eso, se fue en su auto dejándome con la palabra en la boca.
Entré a mi departamento con disgusto y enojo encontrándome con Annie observando por la ventana con desilución y melancolía en sus ojos oscuros. Me acerque a ella viendo como de sus ojos salían unas pequeñas lágrimas.—No me adoptaron— murmuró cabizbaja, intenté limpiar sus lágrimas pero se alejó. Fue a la mesa de la sala de estar y abrió su pequeña maleta que había hechos con tanta alegría. Ella había pasado todo un día escogiendo sus mejores peluches y buscando una ropa no tuviera manchas o pequeños agujeros.
—No eran los indicados— Dije alzando sus brasitos de forma divertida intentando animarla.
—Nadie lo es— musitó con una mueca de tristeza en su rostro, se soltó de mi agarre yéndose hacia nuestra habitación. Desde un principio Annie empezó a creer que no la iban a acoger, ya que está no sería la primera vez que no la aceptan por su apariencia.
No tengo suficiente espacio para otra habitación cuando me dieron a Annie no tenía nada planeado, este lugar se suponía que iba a ser temporal hasta que le encuentre un hogar permanente, pero todo se alargó desde meses hasta años.
Annie solo es una niña. Debería estar experimentando el amor de una familia y de sus amigos, no el rechazo y la discriminación. Ella solamente quiere una familia.
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Estrellas hacia el norte
RomanceElla amaba las fotografías, le encantaba capturar esos momentos, donde la alegría, esos sentimientos que no podrías ver, salen a la luz y perduran por mucho tiempo en una pequeña cámara.