Kio-Z

la torreta

Esperamos a que los guardias se durmieran para salir, uno de ellos tenía una pistola y un gran escudo, yo me lleve el escudo y la chica la pistola, aunque aún no sabíamos cómo funciona.
Ella se llama Katherine, me pregunto mi nombre, mike, no me gusta mucho así que no lo uso a diario, creo que es de las pocas cosas que hicieron mal mis padres.
Encontramos un mapa que tenía letras muy pequeñas pegado a la pared en una vitrina, nos estábamos acercando cuando una alarma sonó, al instante salieron guardias por la izquierda y mientras Katherine leía lentamente yo recibía todas las balas., que aunque las balas no traspasen el escudo el impacto sí, y yo parecía bailarín electrocutado.
-¿a donde queremos ir?.- pregunto ella a último momento.
-¡aun no sabes a dónde vamos!
-Si me hubieses dicho no te dejarían como colador.
-a donde podamos escapar.
-¿Y el mapa?
tomamos una foto con mi celular y rompimos una pared de cristal que nos llevó a otra habitación dándonos a la fuga, llegamos a unos casilleros de los guardias y nos metimos en ellos, sentimos unos guardias venir.
-No encuentro mi cinturón.-dijo un guardia a su compañero.
-Pues ve a buscar a los intrusos sin pantalones.
-y si saco el de Steve.
-No creo que se de cuenta.
En ese instante, mientras abrían el casillero donde estaba Kate yo sentí alegría, porque sabía que ella le estaba apuntando en la cara y le iba a dar a el y a su compañero una probada de láser. se escucharon 3 disparos, dos de Katherine que acertó y uno de un guardia que no práctico tanto. Al instante salí y la vi con los ojos cerrados y con el arma humeante. Descubrimos que hacia el arma, en cuanto tocaba algo todas las partículas de este se movían en dirección contraria, por lo que los lanzo lejos sin hacerles mayores daños.
En el camino que seguímos encontré una computadora delante de una cafetera que estaba frente a una ventana, por la cual se filtraba luz y daba probablemente en mi ventana, eso me dio una explicación.
Revisamos el mapa y nos enteramos, es más de una nave, con diferentes cualidades. Pensamos en un plan.
-Aquí dice que hay un mapa mas especifico en otra nave.- dijo Katherine.
-y allá vamos.
Nos subimos a una nave de transporte que tenia un monton de botones, pero tenia piloto automatico que nos lanzo donde planeábamos y, en el único fallo del plan, había que registrarse para entrar.
-Hola soy el soldado... 33, si y vengo a dejar un encargo.- dije disimulando lo mejor que pude, pero en cuanto te das cuenta que si fallas puedes morir es más complicado.
-What, i dont know what you say.- dijo dejándonos perplejos, solo hablaban ingles, cuando no supe que hacer Katherine tomo el micrófono y dijo:
-hey guys i have dinamite.

-¿que les dijiste?.- le pregunte, pues mi ingles no es el mejor.

-que nos dejaran pasar amablemente.- respondio ella, pero ls guardias no respondieron bien, o talvez ponernos dos metralletas en frente es simbolo de cariño, desactivamos el piloto automatico que era muy lenta y tratamos de huir, o mas bien de dar golpes a los botones y ver que hacian, finalmente chocamos contra una pared y se destruyo la nave, tuvimos que ponernos unos trajes y salir del nave, afuera habia una torreta y tuvimos que pensar un plan, cuando llego una idea.

corri alrededor de la torreta de forma que no me lograra dar cuando  kate salio por detras y le coloco una pared de la antigua nave recibiendo las balas, el fallo del plan, si se habia roto era por no ser muy resistente, empezó a agujerear el trozo de metal cuando logro librarse y apunto a kate, logre aferrarme a la torreta y jalar hacia otro lado para que no le diera , y cuando estaba al borde del cansancio y pense que todo salio mal, kat tenia una bara de metal en su mano que introdujo en el cañón de la torreta atorandola, y está estalló, y con el impulso me fui alejando, al igual que Kate, cuando empezé a sentir un poco de frío, cuando miremos estómago, el traje tenía un agujero, trate de presionarlo para que el aire no se escape, pero era muy tarde, y todo se empezó a nublar, cuando desperté me encontré en una nave, y había una mujer, que parecía ser unos años mayor que yo, pero estaba tras una reja, fija en un libro.
-Sigue durmiendo, aún no descansas suficiente.