Capítulo 1.2- Diez años de perdón

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─Me parece que no debería ir obsequiando las joyas que con tanto esfuerzo ha conseguido el señor Kumar, a la primera dama que encuentra solo por su belleza, ¿no cree? ─ Intento que mi voz no tiemble al hablar, esto es bastante enervante.

─ ¡Oh, no se preocupe! Y déjeme decirle que no siempre se encuentran a señoritas tan hermosas como usted por aquí.

─ No es usted tan diferente de su padre, ¿sabe? Los dos tienen una forma muy singular de alargar a las mujeres ─ señalo con la cabeza a su padre, que sigue cortejando a la misma señora de antes.

─ Perdona que discrepe, mi forma de alargar es muchísimo más elegante ─ dice poniendo una mano en su corazón mientras forma una mueca de indignación.

— No hay comparación, aunque es verdad que lo de atraer a las mujeres es cosa de familia.

— Ya veo,ya ─ declaro señalando por segunda vez al comerciante que acaba de conseguir una venta y a una clienta con una gran sonrisa incrustada en la cara.

Kumar agarra un trapo de tela desgastada por debajo de la amplia mesa, acto seguido el collar de piedras rojizas y lo envuelve en este. Levanta la vista y me tiende la mano donde se encuentra la baratija.

—Cójalo, ahora es suyo. Si no lo acepta, iré al río más cercano y me tiraré de lo alto del puente. Puede que parezca exagerado, pero es mi obligación como buen caballero que soy. 

Me tiemblan las manos, la sangre lleva a cabo su recorrido mucho más rápido de lo habitual, y las piernas parece que no me vayan a aguantar. Limpio el sudor en las capas de tela que rodean mis piernas e intentando recomponer la compostura digo:

—Como buen caballero que es según usted, debería de saber que primero se invita a dar un paseo a la cortejada. ─ En su mirada se refleja el asombro al escuchar mis palabras, yo me mantengo firme aunque en el fondo no es así. Para quitar importancia a la situación suelto una carcajada, acto seguido, él suelta otra y empezamos a reír sin control.

—¿Es eso que usted me dice una indirecta para que la invite a pasear por la bella ciudad de Atenas? ─ Paro mi risa de golpe y, ahora, la sorprendida soy yo.

— Por su irrespetuoso comportamiento le otorgaría 10 años para que consiga mi perdón,pero se lo perdonaré con dicho paseo.



Tres semanas han pasado desde la última vez que vi a aquel desconocido hindú, Mishka Kumar. Según lo que cuentan mis vecinos la mayoría de mercaderes abandonaron la ciudad hace una semana, supongo que entre ellos se encontraban el mayor y el pequeño Kumar.

El collar que me regaló pesa en mi cuello y hace que a cada momento tenga su imagen en la cabeza, esto ha llegado a ser hasta agobiante. Sé que no íbamos a ser unos buenos amigos, ni mucho más, pero por lo menos tenía la mínima esperanza de que pudiésemos hacernos un poco de compañía.

Él no es el único que emigra, dentro de poco espero poder irme a Tebas. Mis diez años de asentamiento en Atenas han terminado, es una de las ciudades que más echaré de menos, no suelo tomarle cariño a las cosas pero con esta ciudad ha sido diferente.

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⏰ Última actualización: Mar 02, 2017 ⏰

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