Intensa oposición en cada despertar.
De besos dulces y caricias mudas.
De palabras sordas en orejas dormidas.
Día tras día me desprendo de tu olor:
Inmensa pena despedirme de tu piel
Inmenso goce en anhelarte el día entero...
¡Que se escurra el tiempo
como arena entre mis dedos!
¡Que caiga la noche!
¡Que me venza el sueño!
Me rozará tu suavidad,
me abrazará tu ternura,
me rodeará tu aliento...
¿Qué más quisiera yo
que no estar ausente
en este encuentro?