Fantasía - [Mike x Pete (Pike)]

Deseo

Correspondí a ese beso aún con dudas carcomiéndome por dentro.

Mike me abrazó a medida que el beso se intensificaba, gracias a que yo iba cediendo poco a poco hasta dar rienda suelta a lo que tuviera que pasar.

Casi solté un jadeo al sentir las manos del chico que me sostenía, bajaba sus manos a mi trasero y me levantaba de forma que instintivamente rodee su cadera con mis piernas.

Lentamente nos separamos en busca de aire, manteniendo la mirada del otro y así volver a besarnos con la misma intensidad.

El lentamente nos llevó hasta mi habitación, cuidando de no golpearme al subir las escaleras debido a que aún nos besábamos con desesperación.

Una vez que ambos estuvimos allí me recostó en la cama para él ponerse entre mis piernas, a lo que accedí abriéndolas un poco y regalarle una sonrisa que sólo él conocía, una llena de deseo.

Él al verme me sonrió como sólo él sabe hacer, provocando que cualquiera que lo vea le tiemblen las piernas, y sin despegar su mirada de la mía se quitó su playera para inclinarse y volver a besarme.

Mike no perdía tiempo y rápidamente metió sus manos dentro de mi camisa para quitarla, rompiendo el beso sólo por ello y nuevamente retomarlo.

En estos momentos agradecía el estar solo en casa ya que nadie iba a molestarnos y realmente quería hacerlo.

Sentir el roce de su piel con la mía me generaba un cosquilleo demasiado placentero, sentía mi piel arder debajo de la suya.

Mike lentamente dejó mis labios para pasar a besar mi mejilla, hasta llegar a mi mentón y de allí pasar a mi cuello, en donde beso, lamió, mordió y succiono a su antojo.

Por mi parte yo no podía retener leves gemidos que salían de mis labios ya que disfrutaba de todos sus toques, sin mencionar que había comenzado a presionar su erección con mi trasero lo que aumentaba la excitación que sentía.

Sus manos no tardaron mucho en hacer acto de presencia y desamarrar mi pantalón para así quitármelo, por lo que nuevamente pienso que él no es un chico de rodeos y eso me gusta.

Una vez que me quedé sin pantalones él empezó a sobar sin vergüenza alguna mi miembro ya erecto por sobre la tela de mi ropa interior, mientras bajaba sus besos a mi pecho para jugar con mis pezones, intercalando cada uno con su boca y su mano.

Luego de estar así un rato, bajo aún más repartiendo besos hasta llegar a mi ombligo, en donde simuló embestidas con su lengua y continuar con su recorrido unos breves segundos después.

Yo por mi parte me encontraba todo sonrojado y con unas fuertes ganas de pegarle una patada por ser tan hijo de puta, él amaba ponerme así de desesperado.

El rió al verme y me propinó una mordida en mi miembro erecto sobre la tela de la única prenda que me cubría.

Aquello sin duda me sacó un fuerte gemido que ni evite en retener, sabía muy bien que le gustaba escuchar aquello.