LO QUE NOS QUEDA DE ESTE INVIERNO Aaron y tu

C6 ¡Vieja!

Hoy era un día ya especial si era 6 de diciembre, es decir, es mi cumpleaños, si ya 18 años en Inglaterra ya soy mayor pero aquí en norte america soy toda una bebé.
  Antes me emocionaba que llegara el día, pero desde que mi mamá falleció no tengo más ansiedad porqué llegue el día por el simple echo que ella no se encuentra para desearme feliz cumpleaños.
Mi padre desde ese entonces trata de darme mas regalos de lo normal, pero no ya no los quería más, el unico regalo que yo quería era volver a tener a mi madre con nosotros pero ese regalo aunque los millones que se paguen no se hará realidad. Solo festejo mi cumpleaños por mi padre porque si fuera por mi, me encontraría llorando en mi cama.

Me levante y he hecho mis necesidades de la mañana, hoy era un día bastante frío, yo adoraba el frío y la nieve, significa películas y un chocolate caliente y se vuelve el día perfecto.

Mi padre me preparo un ultra desayuno, que consistia en una bebida de naranja exprimida, unos muffins de chocolate y un buen cappuchino, tan como me encantaba. Me contó que para el almuerzo reservo un restaurant vegano y que tenía una gran sorpresa para mí. Le agradecí y decidí ir a buscar una vestimenta para salir a recorrer los shopping.

Me llevaba bolsos de Forever 21, Sarah, H&M, Lacoste, recorrí algunos lugares.
Como era mi cumpleaños decidí hacerme un autoregalo, creo que no haría nada mal.
 
Cuando veo la hora me doy cuenta que estaba con el tiempo justo para llegar a casa y después ir al restaurant. Corri tan rápido que pude por suerte encontrar un taxi, en esta cuidad lo que más cuesta encontrar son taxis.

Llegue y veo que mi padre no se encontraba, dejo mis bolsas sobre la mesa y me dirijo hacía mi habitación cuando veo que estaba abierta y se escuchaba el sorten de mi colchón resonar, inmediatamente me voy a la cocina y agarro una sartén y silenciosamente me vuelvo a dirigir a mi habitación.
La puerta estaba semi cerrada y sigilosamente la abro de pronto con mi sarten para defenderme y veo que el que se encontraba en mi habitación era Aaron.

– No me mates, te lo suplico-  dijo con las manos en la cara.
– No lo haré, pero que haces aqui?- le digo señalando mi habitación.
- Vine a desear a la chica más linda de todo New York, feliz cumpleaños- se acerca a mi para besarme, pero le muevo la cara- ¿Qué hice ahora?- dice levantado las manos como si no supiera nada.
- Por muchas razones, primero ¿quién te dejo entrar aquí? Segundo,mmmm, no soy una cualquiera a la cual vienes te sacas la ganas y te vas- lo ultimo creo que lo dije gritando, no puedo controlar la rabia.
- Primero entre con tu llave de emergencia, la que esta en el platero, segundo, yo pensé que estabamos armando algo- dijo y ponía esa cara irresistible.
-Aaron, en unos dias me vuelvo a Inglaterra y no se si vuelva, así que prefiero no armar nada concreto con nadie- le digo y me acerco a él para abrazarlo.
- Al menos que dure hasta tus últimos días vieja- cuando lo termino de decir saco una carcajada desde su interior.
- ¡Vieja! Ja- lo digo sarcásticamente- Esta "vieja" te trae loco- sin más palabras me beso.

Le invite a Aaron al almuerzo que mi padre me había dicho. Cuando llegamos, yo no lo podía creer, eran ellos y estaban aquí sin dudas fue la mejor sorpresa que me pudieron haberme hecho en este cumpleaños.