Prólogo

2.3K 67 0
                                    

Carolina: "Qué empollona, ¿crees que te dejarán hacer prácticas con esas pintas?"

Empollona: "¿Te refieres a mí o a esas fulanas que pululan a tu alrededor como si fueses la Reina de ellas?"

Carolina: "¡Cómo te atreves cuatro ojos!", mientras intentaba golpearla.

Voz: "¡BASTA! ustedes dos señoritas como sigan así se vuelven para el campus sin poder realizar sus prácticas. La próxima vez que las pille atacándose mutuamente se volverán directamente a la Universidad."

Carolina: "Pe... pe ... pero si ha sido ella quien ha empezado la pelea."

Profesor: "No diga nada más Srta Carolina y usted tampoco Srta Camino o se van las dos de vuelta..."

Camino se quedó enfadada ya que ella no era quien inició la pelea. Se miró a sí misma, en su rostro unas gafas de pasta bastante anchas, el pelo recogido en una gran cola de caballo, unas ropas que ocultan mis formas, de las cuales no estoy nada orgullosa, y unas nike de color negro, como casi toda la ropa que uso. Y comenzaron a llamarnos, había cuatro profesores, conforme iban llamándonos nos acercábamos al profesor que nos llamó. Ya estábamos casi todos llamados y un gran grupo estaba enfrente de mí. Me acerqué al profesor.

Camino: "D. Joaquín, ¿podría revisar la lista para ver si estoy en ella?"

Joaquín: "Lo siento pequeña, pero ya he revisado varias veces la lista y no estás en ella. Mira en los otros tres a ver si tienes suerte."

Camino les fue preguntando a los otros profesores con el mismo resultado. Le dijeron que esperase pues el coordinador de las prácticas venía en ese momento para hablar con los responsables de la empresa. Lo último que vio fue a Carolina haciéndole burlas de que se tenía que volver al campus, la pequeña goma de borrar que siempre tenía en su mano salió disparada contra la pared y al rebotar se estrelló contra un jarrón de cristal armando mucho ruido.

Hombre: "¿Qué ha sido ese ruido? Y tú ¿qué haces aquí sola?"

Camino: "...", comenzó a llorar.

Hombre: "Tranquila pequeña, tranquila. Dime qué te pasa."

Camino: "... me... lla... llamo... Camino... de... Villegas..."

Hombre: "Cucha entonces tu eres la becaria que estamos esperando en gerencia. Disculpa me llamo Ramiro de Campos y soy el Presidente de la empresa..."

Camino: "Entonces usted es...", dijo entre sollozos.

Ramiro: "Sí soy el padre de tu "amiga" Carolina. Ven conmigo."

Camino se animó un poco al irle explicando Ramiro la situación suya. Así supo que ella haría las cuatro prácticas mientras que sus compañeros de promoción solo harían una, así le fue explicando sus funciones. Pasaron por donde estaba Carolina con sus amigas.

Chica 1: "Oye Caro, ¿no es ese tu padre? ¿Porqué lleva a la piojosa?"

Carolina: "Supongo que para enseñarle donde se tira la basura..."

Provocando que casi todas las amigas de ella soltaran una gran carcajada.

Chica 3: "Creo que estáis equivocadas, si hubieseis prestado atención cuando veníamos hacia acá, van para la zona noble. Justo donde los altos ejecutivos toman las decisiones más importantes en el desarrollo de la empresa, creo que ya sé a dónde se la lleva tu padre..."

Carolina: "Ves demasiada ciencia-ficción. Esa piojosa de alta ejecutiva..."

Todo el grupo reía las gracias y tonterías de la hija del Presidente de la Compañía. Ramiro llevó a Camino por toda la planta noble hasta que llegaron a la zona de la Gerencia.

Ramiro: "¿Con permiso Eloísa?"

Eloísa: "Adelante Ramiro, ¿qué se te ofrece?"

Ramiro: "Permíteme que te presente a Camino de Villegas, es la becaria que hará las prácticas contigo, ya le he adelantado que ella, siempre que la admitas, hará las funciones de tu secretaria particular, aparte de gestionar todo el área de gerencia, para que puedas estar más dedicada a tus verdaderas funciones..."

Eloísa: "Pues encantada Camino, sólo puedo añadir dos cosas más a lo que te haya comentado Ramiro. Nosotras somos las primeras en entrar y las últimas en salir. Si pasas el período de prueba debes saber que no podrás abandonar tu puesto de trabajo hasta que YO no me haya ido. Y cuando llegue ya tienes que estar aquí, tenemos que entrar como muy tarde a las siete y media de la mañana, para esa hora tienes que tenerme preparado un café cortado con medio sobrecito de azúcar, la documentación diaria del día anterior, los eventos diarios de mi agenda y el periódico diario. Nuestra salida nunca, repito NUNCA debe ser antes de las diez de la noche. Te recuerdo que si consigues demostrarme que eres la mejor para el puesto de trabajo, antes de que termines tus estudios tendrás un trabajo asegurado y, lo más importante, no pasarás por ninguna escala básica, como lo harán tus compañeros de práctica ¿Alguna pregunta?"

Camino: "Pues mucho gusto Srta. Eloísa, sólo tengo una. En el supuesto, y digo supuesto, de ser contratada antes de terminar mis estudios, ¿cómo los compaginaría?"

Eloísa: "Buena pregunta, se te hará un contrato a tiempo parcial, durante todos los días darás un número de horas de trabajo, el resto serán tus clases habituales de la universidad, cuando te gradúes ese contrato pasará a ser a tiempo completo e indefinido, que viendo el panorama cómo está..."

Camino: "Por mí no hay problema, cuando comienzo."

Eloísa: "Desde ya, vamos a tu oficina."

Eloísa me abrió una puerta situada a mi izquierda.

LA SECRETARIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora