Lo que vivimos.

Un nuevo reencuentro

Habían pasado más de cuatro meses del esperado Reencuentro de OT y sus protagonistas ya estaban planeando el próximo, esta vez, sin cámaras delante. Sin embargo, había una persona que, a pesar de querer con locura a todos sus compañeros, no estaba muy convencida de ir.

—Lo siento, pero no contéis conmigo– dijo Chenoa a Rosa, Geno y Gisela. Las 4 estaban en casa de Chenoa teniendo una reunión de chicas para ponerse al día

—Pero ¿por qué?— preguntó Geno

—Porque no y ya está

—No será porque es en casa de David y va a estar Rosanna ¿no?—inquirió Gisela que después de tantos años conocía a su amiga de sobra

—Laurilla— habló esta vez Rosa— ¿no me digas que estás celosa?

Gisela se adelantó a Chenoa a la hora de responder

—Ay madre, es eso ¿verdad? ¿Estás celosa de la novia de David?

—¿Tienes celos de Rosanna? — quiso saber también Geno

—Pues mira sí, no me apetece ver lo felices y enamorados que están — y aunque no lo pretendía su voz salió con un tono entre amargo y sarcástico.

Chenoa enterró la cara entre sus manos al darse cuenta de sus palabras, mientras sus amigas intercambiaban una mirada de culpabilidad, su intención había sido picar a la mallorquina, pero en ningún momento habían pretendido hacerla sentir mal. De repente a Geno se le ocurrió una idea.

—¿Qué todo el problema es ese? — Chenoa asintió sin atreverse aún a apartar el rostro de sus manos.

—No te preocupes — exclamó Geno resuelta — que esto lo arreglo yo en un momento. Voy a llamar a Juan— dijo mientras cogía su móvil y buscaba en su agenda.

—¿Qué Juan?—preguntó Chenoa esta vez mirándola al fin

—Magan, no te fastidia, Camus ¿cuál va a ser?

Tras dar a la tecla llamar se llevó el teléfono a la oreja

—¿A Juan? ¿Para qué?

Por toda respuesta Geno se llevó un dedo a los labios pidiendo silencio mientras sus tres amigas la miraban atónita y sin entender nada. Instantes después Juan respondió

—¿Cómo estás, preciosa?

—Muy bien, corazón ¿y tu?

—Bien, con mucho trabajo y con ganas de ese nuevo Reencuentro.

Geno sonrió

—Yo también tengo muchísimas ganas y hablando de eso... Necesito pedirte algo

—Tú dirás, sabes que, si está en mi mano, puedes contar con ello.

—Necesito que contrates a la novia de Bisbal para una de tus campañas.

Geno se mordió el labio inferior en su cabeza sonaba mejor, además la cara de sus amigas era un poema, decidió evitar mirarlas.

La voz de Juan la sacó de sus pensamientos.

—A ver, cuéntame lo que pasa, que tengo la sensación de que me estoy perdiendo de algo

—Tienes razón, el motivo de que la contrates es que el finde del reencuentro ella esté en Londres, trabajando para tu campaña y no en casa de David.

Juan no daba crédito a lo que oía

—¿Y eso por qué?

—Porque lo suyo es que estemos los 16 y con ella allí no va a ser igual. Yo no me voy a sentir cómoda y se que muchos tampoco.