Capítulo 2

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Lunes.

-¡ENCONTRAMOS MAS!- -se acercaba Orlando con César a su lado. Tenían varías notas, más las que recibieron el viernes pasado.
El resto del grupo de amigos se acercaron a ellos como buitres y hienas peleando por carroña.

-¡Esperen, -dijo Orlando desesperado- Les repartiré sus notas! ¡Aguarden! -empezó a leer la primera nota. Era de July y se la dio. La segunda nota también era para ella y se le fue entregada.
July puso toda su atención a lo que decía la primera nota:

"De: ...
  Para: July
   Esto apenas comienza...
ATTE: Un Desconocido más"

Esa era la nota del viernes. No sabía que podría significar. La segunda nota, era aún más intrigosa y aterradora.

"De: ...
  Para: July
No dejes que tu maldad consuma tu bondad...
ATTE: Un Desconocido más..."

(Nota de la autora: Las notas de "July" aparecen en el cuadro de medios)

¡Aguarden! -gritó July- Esto... No puede ser... Es un acosador ¿o qué es? -July estaba llena de pánico.
El primer mensaje no podía entenderlo, tal vez se refería al juego, pero la segunda nota...

Hace unas semana, July estaba siendo víctima del enojo extremo y estuvo a punto de cometer una tontería. Un señora había ido a su casa y empujó a la madre de July, ella había visto todo desde la ventana y salió para respaldar su madre. La señora también quería hacerle daño a la chica golpeándola. La pareja de la madre, Robert, había despertado de su quinto sueño al escuchar el escándalo. July entró a su casa en busca de un arma que tenía en su cuarto. Sólo lo tenía por protección y sabía manejar. Insisto, no piensen mal. El arma se trataba de un tubo para plomería, era delgado y pesado, pero July practicaba un poco y encontraba distintos usos en el.  Estuvo a punto de usar la cabeza de la señora como pelota de béisbol.
En ese instante... July pasó de ser un ángel pacifico a un demonio lleno de odio y muerte.

July respiró hondo y mantuvo la calma. No era malo que el Desconocido lo supiera. Le estaba dando el consejo.
Pero aún así era un poco extraño.

-Chicos, hace poco tuve un altercado con una señora... Esto... debe ser de alguien que se lo conté. -los chicos no la escucharon. Estaban concentrados en las demás notas. Pero ella se centró en sus sospechosos.

Pasaron unas horas, llegó la hora de almuerzo. Orlando y César, corrieron hacía nosotros.

¡ENCONTRAMOS UNA CARTA! -Orlando se quitó la mochila del hombro y la abrió como buscando algo.

-Ya nos mostraste las notas, ya tranquilo. -dijo Mariana-

-¡NO! Yo hablo de una carta. Nos dejó una carta extensa.

De nuevo, los chicos se amontonaron como pirañas a un cadáver.  

Ah, esa carta ya la leí. –dijo una de las chicas–

Pero yo no –Faviola tomó la carta y July se acercó a ella para poder leer–

La carta tenía graves horrores ortográficos. Sin embargo, eran entendibles al leer. La carta decía...


Vaya, vaya. Encontraron la carta y resolvieron el mensaje. Debo decir que la hicieron en un principio muy ingenioso, pero les diré la verdad, no tenía pensado que esto llegara hasta este punto. Todas sus reacciones me impresionaron, no pensaba que se lo tomarían tan en serio pero creo que me equivoqué en ese detalle.
Me gustó mucho lo de alfabéticamente, te lo agradezco, César, me diste esa idea y espero seguir teniendo más para hacer de este juego más interesante de lo que ya es. ¿Cómo pudieron creer que era Ricardo? Pero bueno, todo se vale en esta vida y no, no estoy fingiendo ser otra persona para que no sospechen, a estas alturas es innecesario.

Que empiece el juego. [Basado En Hechos Reales]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora