A veces la realidad es diferente a lo que creemos, intentamos dar por hecha una situación por nuestra simple intuición, intentamos satisfacernos sacando una conclusión únicamente con nuestro pensamiento.
Creemos malo enamorarnos porque nos da miedo no ser correspondidos o por el simple hecho de que en algún momento tuvimos una relación tóxica, pero no siempre será igual. Si no somos capaces de arriesgarnos, nadie puede hacerlo por nosotros. A veces las cosas van mejor de lo que parecen y gracias a nuestra terquedad no somos capaces de darnos cuenta, a veces simplemente no deberíamos dar ciertas cosas por hecho sin tener en cuenta lo que está pasando en nuestro interior.
A mi forma de ver, las personas más arriesgadas son quienes son capaces de dar a conocer sus sentimientos sin tapujos.
Yo no soy ese tipo de persona.
Prefiero guardar algunos sentimientos por el bien de las personas a mi alrededor y por el mío propio.
Y al parecer no siempre me va a funcionar.