Ya es por la mañana y un sonido repetitivo me hace despejar del sueño en el que me encontraba. Miré el reloj ya que me sobresalté,nunca pongo la alarma un sábado,ni creo que nadie la ponga. De repente me acordé. Hoy tenía cena familiar y como mis padres no estaban, iba ha aprovechar el tiempo para llegar puntual. Quise llamar a mi madre para decirla si tendría que ir muy arreglada,y por desgracia su "sí" me sonó hasta lo más profundo de mi tímpano. Mi madre estaba muy nerviosa,iba a estar enfrente de la novia de mi hermano y no quería parecer borde. Mi hermano Keni se mudó a Alemania y por desgracia no quiso o no intentó el contacto con la familia y eso nos sigue disgustando a día de hoy. Últimamente en mi casa solo se oyen gritos e insultos pero uno ya se va acostumbrando. Llegó la hora,salí corriendo hacia el coche de mi tío que me llevaba rato esperándome. No sé quién llevaba las cuentas ni quién pagaría todo lo que comiéramos pero era demasiado lujoso y eso me daba una patada en el culo,ya que estamos escasos de dinero y mi madre no se puede permitir más. Pero por uno hijo lo que sea,que suerte que no soy madre para contemplar tanta bondad y que suerte he tenido al nacer de una mujer con tanto corazón.
