Corro, corro y tropiezo cayendo en el fango. Puedo sentir mi respiración agitada y como mi corazón se acelera a medida que me alejo del faro y me aproximo a los peldaños de la puerta de entrada y procedo a tocar la puerta con algo de desespero mientras esta se abro sola con mis golpes dejándome helado a la expectativa... Ingreso a la casa y un ruido lejano llama mi atención.
-¿Música de rocola?. Noté. -De seguro ha de vivir aquí algún viejo solitario al que no le importe si vive un día mas o un día menos, trataré de hacer el menor ruido posible para evitar... Gritos de una mujer se hacen presentes por sobre la extraña música, provenientes del segundo piso decido sacar mi arma de entre mis sucios ropajes y me dedico a subir a buscar con sigilo a quien posiblemente pudo haber sido mi Lori.
Cada peldaño de aquellas escaleras rugía con cada paso que daba en ascenso a la segunda planta de aquel lugar, las paredes tenían un aspecto sucio aunque no tanto como para no ser habitable, sin duda alguna quien viviere en aquel lugar no le preocupaban las filtraciones pequeñas y el desorden por doquier.
Al llegar arriba, la primera habitación a la derecha no era mas que un cuarto vacío que alguna vez debió pertenecer a un niño pequeño una vez que encendí la luz, ya que las paredes aun poseían lo que parecía un papel tapiz algo chamuscado de cohetes y ositos de peluche.Volviendo al pasillo, noto como las luces de unos de los otros dos cuartos se mueve por debajo de la puerta como si alguien o algo estuviese recorriendo la habitación una y otra vez. Trato de agacharme y poder distinguir algo que me de una pista de lo que sucede ahí dentro, ya que de ser los dueños que me oyeron tocar y pasar, subir por los ruidosos escalones o que estén armados, esto podría terminar muy mal para todos, en especial para mi. No habiendo visto nada decido revisar la otra habitación primero sin encontrar mas que ropa en el suelo, una cama sin colchón y basura ya descompuesta por todos los rincones del cuarto. Reviso el baño y solo hay agua pestilente, no tengo mas opción que tocar la puerta o entrar en aquella habitación.
Acercándome a la perilla de aquella puerta, puedo notar la sangre seca y los rasguños en la madera, mi corazón vuelve a acelerarse y con un nudo en la garganta abro la puerta en un solo movimiento mientras apunto rápido con el arma cuando de repente comienzo a cubrirme el rostro evitando que un grupo de cuervos me lo lastimen al salir a toda velocidad de aquella habitación.
Al reponer mi compostura noto que solo eran ellos los que hacían aquel espectáculo con las luces por debajo de la puerta, pero a si vez no me siento aliviado al saber que los ruidos no provenían de esta habitación y que tendría que seguir buscando a Lori por aquel espantoso lugar si quería irme de ahí con mi esposa.
Una risa de mujer, sádica y siniestra retumba por toda la casa haciéndome entender que la chica que fuese la que oí antes no era quien debía ser rescatado.
-¿Lori?. Grité. -Lori, soy yo, debemos largarnos de aquí.-Voz extraña de mujer: Lori no esta aquí... Nunca lo estuvo.
-¿Quién eres y que buscas de mi?, dije.
-Voz extraña: Pronto me recordaras, me encargare de eso...
De vuelta en el pasillo del segundo nivel y con el arma en la mano, caudalosamente me muevo cercano a las paredes hasta llegar a las escaleras donde se podía apreciar un viejo reloj de madera marcando la misma hora que marcaba el automóvil donde había despertado.
-Esto va más allá de un extravío en la carretera, una simple secuencia de eventos desafortunados, coincidencias o como lo quiera llamar... Esto no es natural... Me dije.Al bajar por aquellas resonantes escaleras, me encuentro con que a mi izquierda y por debajo de la habitación del pequeño, se encuentra la sala del lugar con un librero polvoriento, un televisor viejo desintonizado sin volumen, la rocola con la misma inquietante melodía y un sofá verde algo roto. Acercándome a apagar aquella TV, noto que uno de aquellos cuervos que salieron revoloteando sigue sentado sobre el borde de una de las ventanas por donde los demás escaparon al estar esta semi abierta. Trato de espantarlo desde lejos sin ningún éxito, ya que este solo se queda con el pico entre cerrado y viéndome fijamente sin perderme el rastro.
-¡Vamos, lárgate ya! No tengo tiempo para ti.
Me acerco a el y a la ventana para echarlo de la casa y logro notar aquella mujer a contra luz situada en el faro frente a la casa, caminando despacio y asía acá. Otra vez suena esa maldita risa infernal en toda la casa mientras la observo acercarse mientras que a mi cuerpo lo recorre un escalofríos que me paraliza.
Cierro la ventana de un portazo, me dirijo hacia la puerta principal de la casa a toda velocidad a evitar que logre acceder aquella mujer a la casa. Repentinos golpes con mucha fuerza empiezan a embestir la puerta mientras que yo hago mi mejor esfuerzo para evitar su paso y que así la cólera de aquella mujer, espectro, demonio o lo que fuese, lo alcanzara.
Al cabo de unos minutos los golpes en la puerta se detienen angustiandome y haciéndome dudar sobre si se habría ido o no. Tembloroso aun, trato de concentrarme en oír alguna pista de su paradero pero sin haber oído nada decido revisar el ojo de la puerta quedando así helado al ver que seguía en frente de la puerta viéndola fijamente entre mechones de cabello, una piel azul verdosa, mugre en su rostro y una tétrica sonrisa de dientes podridos.
Sin querer tropiezo inclinándome hacia la puerta mientras analizaba a esa espantosa chica y al oírme chocar contra la puerta, esta empieza a murmurar algo mientras que con sus ásperas manos empieza a frotar la puerta y empujar con fuerza una y otra vez, pero, aumentado la fuerza hasta que puedo sentir el crujir de la madera.
-"La puerta no aguantará, tengo que esconderme mientras se me ocurre algo". Pensé.En el acto comienzo a correr hacia las escaleras y del segundo piso, apenas logró llegar hasta arriba mientras los golpes van fracturando la puerta. Desesperado al escuchar la puerta de la entrada principal finalmente explotar en pedazos, entro al baño