Descendientes: Historia Alterna

Capítulo 3

-Los cuatro fueron elegidos para ir a otra escuela. En Auradon- decía Maléfica mencionando a Evie, Jay, Carlos y a su hija Mal. Después de decirles la noticia, intentaron escapar pero los guardias de Maléfica los detuvieron.

-¡¿Qué?! No voy a ir a un internado insoportable repleto de princesitas primorosas- se quejó Mal, provocando que los demás empezaran a replicar respecto a la noticia.

-¿Crees que el plan no servirá? ¡Tenemos que dominar el mundo, ignorantes!-dijo Maléfica inspirada en lo que se dirigía a su castillo, llamándolos para algo importante que tienen que hacer.

Mientras tanto, tres chicos que pudieron escucharlos desde lejos, empezaron a discutir sobre lo escuchado.

-Entonces, el rumor era cierto- empezó a decir una chica de vestimentas "elegantes" y oscuras, siendo la mayor de los tres -transferirán personas a Auradon.

-Sí, mientras que los demás seguimos con nuestras insignificantes vidas en esta miserable isla- comentó un joven con vestimentas de capitán de un barco pirata.

-¿Pero por qué se tuvieron que llevar a Carlos? Así ya no podre verlo todos los días- se entristeció una niña con apariencia mafiosa y oscura- Amber... Raymond... ¿Podemos ir a verlos cuando se vayan de la isla? ¡Quiero ver a Carlos por última vez!

Los dos restantes se miraron con disgusto antes de contestarle

-Bueno, no tenemos nada que perder- comentó Amber

-Mientras no haya otro número musical, por mí está bien- comentó Raymond sarcásticamente

Así, los tres esperaron por unos minutos hasta que pudieron notar que todos se reunían para ver cómo una gran limusina se detenía en frente del castillo de Maléfica. De repente, cuando fueron de los primeros en reunirse en la multitud, pudieron ver a Daniel y a Gina salir de la limusina sigilosamente mientras que el conductor estaba distraído.

-Y pensar que nos descubrirían entrando y saliendo de la limusina- dijo Daniel un poco nervioso

-Aunque sigo sin creer que ésta limo es más amplia que la otra que me trajo hasta Auradon- dijo Gina cerrando la puerta de la limusina sigilosamente

-¡Vaya, vaya, este día se van unas escorias y aparecen otras mucho peor. Qué casualidad!- dijo Raymond intencionalmente para que la escucharan Gina y Daniel

-Pues no llevamos un día entero aquí y nos delatan y nos insultan. No me sorprende- contestó Daniel seriamente mientras se dirigían a ellos

-Pero, hablando enserio, ¿para qué unos niños de Auradon entran clandestinamente a la Isla de los Perdidos?- preguntó Amber cambiando de tema

-Bueno... queremos saber cómo es la isla y cómo es que viven en ella- dijo Gina un poco aterrorizada

-No te pierdes de nada- respondió Raymond- digamos que es una simple isla reinada por un hada berrinchuda, que sólo por ser la más popular, finge ser la gobernante de la isla.

Cuando terminó de hablar, los grandes guardias de Maléfica se pusieron detrás de él, haciendo que Gina y Daniel se sorprendieran al verlos.

-¿Están dos hombres altos y fuertes detrás de mí, verdad?- preguntó el joven amargamente. Gina afirmó con la cabeza temerosamente y Daniel los miró sorprendido.

-¡Ya sé lo que tengo que hacer! No necesitan decir nada en absoluto- dijo Raymond a los hombres grandes, dirigiéndose al castillo de Maléfica mientras que los guardias lo seguían

-¡Vamos Amber, no puedo contener la curiosidad!- dijo la chica más joven a Amber

-Será mejor que vaya a vigilarlos- le dijo Amber a Daniel y a Gina- Por cierto, soy Amber, ella era Zoey, y el chico tuerto es Raymond. ¡Podemos verlos más tarde si quieren!- se despidió Amber alejándose yendo al castillo de Maléfica, donde se dirigían Raymond y Zoey junto con los guardias de Maléfica.

-¿Es todo? ¿Y ahora qué hacemos?- preguntó Gina

-Exploremos el resto de la isla, no tenemos nada qué perder- respondió Daniel caminando hacia el lado contrario. Gina lo siguió para no perderse.

Después de unos minutos, empezaron a conversar.

-Daniel ¿por qué Auradon se llama así?, sólo por curiosidad- preguntó Gina

-Digamos que el rey Bestia decidió unificar a todos los reinos hace veinte años atrás

-Pero eso lo verás detalladamente cuando en tus clases de historia- lo interrumpió Pip saliendo del bolso de Gina- tienes mucho que aprender de este mundo

-¿entonces todos los que estudian en la preparatoria son príncipes y princesas?

-No todos en realidad, Andrew es hijo de Alicia, y su hermana estudia allá con Alan y conmigo- respondió Daniel

-¿Alicia? ¿La del País de las Maravillas?

-Sí, ¿tiene algo de malo?

-Pero, se supone que Alicia no tiene hijos

-¿De qué hablas?

-Es que Alicia estaba tan desinteresada en lo habitual que imaginó al País de la Maravillas, donde se alejaría de todas esas obligaciones del mundo real. Así que sería algo extraño que Alicia tenga hijos- argumentó Gina

- Es probable, pero la gente puede cambiar al crecer-dijo Daniel finalmente

-Pero si Andrew es hijo de Alicia, ¿Entonces por qué viste de colores grisáceos y algo formales?

-Supongo que así le gusta vestirse

-De acuerdo, pero sigue siendo extraño

-Sí, ¿Cuándo has visto al País de las Maravillas totalmente oscuro, tétrico y deprimente al mismo tiempo?- mencionó Pip caminando libremente enfrente de ellos.

De repente, un chico de atuendo rojo, negro y blanco atrapó a Pip, mientras que unos chicos maleantes sujetaron a Gina y a Daniel por detrás.

-¡Pero miren quienes nos invitan!- empezó a decir el chico que atrapó a Pip- dos princesitas y su alimaña parlante

-¡Por favor no le hagas daño!- dijo Gina intentando liberarse de los maleantes que la atraparon

-¿Amenazas una ardilla con un puñal como arma?- dijo Daniel burlándose de él

-¡Sería un hacha si no fuera por esta isla!- respondió el chico quejándose- ¡Y una palabra más o también pierden la cabeza los dos!

-¡Con que ahí estás!- dijo una voz que salía de la oscuridad, que era un joven muy serio y malhumorado, el cual tenía unos cuernos en su cabeza y sus manos eran literalmente esqueléticas- ¿Por qué tanto alboroto?

-Tengo como rehenes a estos dos y a su ratita Cucky, para robarles sus pertenencias- dijo el chico que atrapó a Pip- pero, como acabas de llegar, les vamos a empeorar su sufrimiento y-

-Libéralos

-¡Ya lo oyeron, chicos! Vamos a... ¡¿Que haga qué?!

-Déjalos ir, no valen la pena... sobre todo el niñito rubio, me da náuseas

-Pero... ¡Somos villanos, no dejamos ir a los prisioneros!

-Ya lo sé, pero no es nuestro momento, ¡Hasta la segunda película!

-Está bien, ¡Lo siento bailarines secundarios, los pueden soltar!- dijo el chico lanzando a Pip para que Gina lo atrapara mientras que los demás se iban tristemente a sus respectivos hogares, dejando a Gina y a Daniel solos.

-¿Saben? Eso fue un poco extraño- comentó Gina finalmente

-Mejor descanso en ésta cosa- dijo Pip metiéndose en el bolso de Gina- ya estoy muy retirado para soportar amenazas como esas

-Y no hay otra opción que regresar por dónde venimos, para no cometer el mismo error- dijo Daniel, caminando al lado contrario

-¿Y qué quiso decir con que "no es su momento"?

-No lo sé, al parecer los villanos son extraños- respondió.