Y de repente te das cuenta de que todo ha terminado, de verdad. Intentas recordar en que momento comenzó todo y descubres que todo empezó antes de lo que pensabas. Justo en ese instante es cuando te das cuenta de que las cosas solo ocurren una vez y por mucho que te esfuerces y nunca volverás a sentir lo mismo. Ya nunca tendrás la sensación de estar a tres metros sobre el cielo.