Romina, cálmate- susurró Harry tratando de acercarse a ella.
¡No me pidas que me calme Harry!- exclamó furiosa- ¡He estado enamorada de ti desde que estábamos en la secundaria! Y te casaste con ella.
Yo la amo- dijo Harry mirándome.
¡No!- gritó- Tú no puedes amar a nadie más que no sea yo, Harry Styles.
Romina seguía apuntándonos con el arma y eso me ponía muy nerviosa.
Acércate Harry- sonrió maliciosamente.
¿Qué?- preguntó incrédulo.
¡Que te acerques, maldita sea!- dijo ella.
Harry se acercó lentamente a ella y cuando estuvo lo suficientemente cerca, Romina lo tomó por el cuello mientras lo apuntaba con el arma.
Si no eres mío, no serás de nadie- murmuró.
¡No!- grité fuertemente- No le hagas daño.
Creo que todos los invitados escucharon mi grito ya que empezaron a subir a ver lo que pasaba, todos estaban pálidos y sorprendidos, Zayn, Niall, Louis y Liam trataron de acercarse pero Romina los amenazó.
Un sollozo se escuchó desde la habitación donde descansaba mi pequeño Edward. Inmediatamente Romina se distrajo, entonces miré un pequeño florero en el pasillo, lo tomé y se lo lancé a la cabeza, ella se tambaleó, soltó el arma y finalmente cayó al suelo. Harry corrió hacia mí y me abrazó como si el mundo se fuese a acabar, lo tomé de la mano y nos dirigimos donde estaba Edward, lo encontramos muy inquieto en su cuna pero cuando lo tomamos en nuestros brazos se tranquilizó.
Gracias por salvarme- rió nerviosamente Harry.
Creo que tienes que agradecerle a Edward- acaricié la mejilla de mi bebé- Si no él no hubiera llorado, no me quiero imaginar lo que hubiera sucedido.
Gracias pequeño ángel- dijo Harry.
Entonces recordé las palabras de Edward en mi sueño.
No llores mami- dijo Edward acercándose a mí- ¿Sabes? Dios me ha dicho que mi papá nos necesita mucho.
¿Dios?- pregunté sorprendida.
Sí- asintió con su pequeña cabecita- Él dice que todos los niños somos ángeles que venimos al mundo para cumplir una misión. ¿Y sabes cuál es la mía?- preguntó feliz.
Negué con la cabeza.
¡Cuidarlos a ti y a papá!- exclamó.
Las lágrimas seguían cayendo por mis mejillas. Era cierto. Edward era nuestro pequeño ángel.
Harry- escuché la voz de Niall.
¿Sí?- preguntó.
La policía está aquí- dijo, Harry asintió y salimos con Edward de la habitación.
Varios policías sostenían fuertemente a Romina, que por lo visto ya se había recuperado del golpe que le di.
¡Tú! ¡Maldita desgraciada!- me señaló - Me las pagarás algún día.
Harry me abrazó fuertemente.
Llévensela- gritó Louis.
Los policías asintieron.
Siempre quise decir eso- sonrió Louis.
Todos soltaron una carcajada por las ocurrencias de Louis.
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Sueño Contigo 2: You & I
Fanfiction"Podemos hacerlo hasta el final Nada puede interponerse entre tú y yo"
