crea tu ejército

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"Crea tu ejército" fue lo primero que me dijo Artemisa cuando entre a su tienda.

-tengo mi grupo de guerreros que pueden hacer lo que sea

-lo que sea, menos vencer titanes, Dioses y con problema un minotauro, Leania ten en cuenta que lo que te estoy ofreciendo no te lo dará ni el cielo ni mucho menos el infierno de la religión, puede ser que hasta ningún otro dios griego te ofrezca un ejército

asentí con la cabeza sabiendo que no podría darle la contraria en ese punto.

-la oferta es tentadora y se que ningún otro ser me puede ofrecer lo que usted está haciendo, pero tener un ejército conlleva alimentos y un techo, cuando eso no se lo puedo asegurar ni siquiera a mis propios amigos y ahora que Azael se ha juntado con nosotros no estoy muy segura de poder darles la comida que usted le da a su ejército, por eso no me parece lo mas prudente contar con un ejército.

-entiendo tu punto, pero insisto, por lo menos llévate a dos de mis guerreras.

sabía que no iba a rendir hasta tener un si como respuesta, así que preferí rendirme.

-esta bien, solo dos, quiero a Beth Phoenix y a Hiroko Shirawa, ellas vendrán bien en mi grupo, supongo que aunque sean dos tendremos que buscar un lugar donde por lo menos no nos estén molestando monstruos por las siguientes horas, las suficientes para poder dormir una siesta decente.

Artemisa asintió con la cabeza sonriente.

-ahora si te molesto, tengo asuntos pendientes por realizar, fue un gusto haber tenido esta platica contigo Leania.

dicho eso salió de la tienda de campaña, después de unos segundos yo hice lo mismo y me encamine a donde estaba Azrael y Min.

-vale, necesito que duerman lo suficiente, mañana por la mañana saldremos camino a el Olimpo, por el momento la guerra en el cielo no es de mi importancia y les agradeceria si les dicen a Dominik y a Deina de nuestra partida, yo tengo que ir a hablar con algunas amigas.

min se fue sin rechistar cuando yo termine de hablar, aceptando el favor que les acababa de pedir que realizarán, mientras que Azrael se quedó frente mio.

-creo que es bastante obvio que es demasiado peligroso salir aún del campamento de Artemisa-dijo para iniciar la conversación

-lo siento Azrael, pero apenas te conozco, antes de haber escapado del psicólogo nunca te había visto en mi vida.

el asintió con la cabeza dándome ese punto a favor

-mira se que no me he presentado cómo se debe y lo siento, mi nombre es Azrael, soy un demonio de el quinto infierno y eh venido a ayudarte, se que has tenido problemas con el cielo, se quien es tu madre, pero tambien se que no puedes ir al infierno o tus poderes se activarán, se que tienes poderes pero por se hija de quien lo eres tienes ciertos privilegios ante los demás, por eso necesito que confíes en mí, necesito que lo hagas, porque es para el bien y no solo tuyo.

entre cerré los ojos ante aquella presentación improvisada que acababa de presenciar .

-si no confío en ti, ¿qué pasaría?-preguntó haciendo una pequeña mueca con los labios

-pasara que se desatara la guerra entre el tartaro y el Olimpo, el infierno se revelaría contra el cielo y eso te incluye por ser hija de Raziel y por ser quien tu madre es, pero como tu quieras-se encoje de hombros sonriendo como dándose ciertos aires de grandeza innecesarios.

-vale, vale, ahora que dices que hagamos don Azrael el sabio-dije burlandome de el, a lo cual desapareció su sonrisa de golpe, se quedo pensando unos segundos.

-creo que deberíamos ir al norte.

-aja, ¿y para que iríamos al norte si estamos al oeste de el Olimpo?

-no lo se, pero sonaba bien, sonaba como frase de super heroe.

no lo pude contener y termine por soltar una carcajada, hice mi cabello a un lado cuando termine de reír y nos quedamos unos segundos viéndonos.

-bueno, tengo que ir a hablar con algunas personas, te agradeceria si le dices a Deina que mañana mismo partimos camino a el oeste-dije rompiendo el silencio que se había causado.

-si, claro ya voy para alla

comencé a caminar a donde estaban entrenando todas suponiendo que Hiroko y Beth estarian con las demás, pero antes de seguir avanzando alguien tomó mi muñeca haciendo que volteara, me sorprendí al ver a Azrael tomando de ella.

-una última cosa Leah-en su mirada percibí cierto toque de preocupación, misma la cual encontré en su voz-ten cuidado.

después de eso soltó mi muñeca y se fue camino con Deina, fruncí el ceño y asentí con la cabeza, aun sabiendo que Azrael ya no estaba en el mismo lugar, di media vuelta de nueva cuenta y volvi a tomar rumbo con todas las campistas.

-¡Hey Hiroko!-al exclamar eso volteo la niña de cabello café y ojos verdes, sonrió abiertamente y soltó su espada dejando que esta callera al pasto, salió corriendo a mi y al llegar conmigo salto a mis brazos, era pesada lo cual hizo que me callera.

-¡Lia!-grito cuando estaba encima mio-¿donde has estado?, las cosas en el cielo no van nada bien-se levantó de un salto dejándome en el piso-aunque ahora que lo pienso, ¿como sabes que estaba aqui?

-Hiroko, tranquila-dije mientras me levantaba del pasto y limpiaba mi codo el cual se había llenado de lodo.

-bueno, no importa, Artemisa ya hablo conmigo y con Beth, dijo que iríamos contigo, que era una prueba que deberíamos de pasar con vida, asombroso, ¿no crees?.

le sonreí asintiendo con la cabeza, mañana mismo empezaria el viaje a el Olimpo para descubrir si soy o no una mil sangres, de la generación perdida.


perdon por la demora, pero ya estare subiendo capitulos mas seguido, ya tengo algunos escritos, espero que les haya gustado un capítulo improvisado, adios.

gracias a Aranza, a Hiroko que me convencieron de seguir con esta saga.

Ángeles y Caídos 2 la generación perdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora