Esta sensación de dolor, pena, angustia, no paraba, seguía en aquellos corazones destrozados, oprimiendo después de haber salido de Egipto, ya todo había pasado, pero ¿Por que el sentimiento aún seguía ?
-Tokio, Japón 15:25 pm-
Jotaro y Joseph acababan de llegar a aquella casa lujosa japonesa donde ellos vivían, en la gran entrada los esperaba Holly, la mamá de Jotaro, junto con ella su querida abuela Suzie Q
En el primer instante que salieron del carro, las dos mujeres corrieron a abrazarlos después de tanto tiempo separados, estaban tan felices de que estuvieran bien, Holly pregunto por los demás, un nudo se les hizo presente en la garganta, trataron de cambiar el tema con éxito, empezando a hablar sobre otras trivialidades de sus viajes, pero no se lo podrían ocultar para siempre, tarde o temprano tienen que decirle a Holly que la mitad del grupo no llegó a salvarse, sería muy difícil de explicar
Lo primero que hizo Jotaro al entrar a su casa fue dirigirse a su cuarto, con la escusa que estaba muy cansado por el viaje, también necesitaba descansar, tanto a su madre como a su abuela les pareció extraño aquella actitud, Holly intento ir tras el pero le impidió su camino el único que lo comprendía, su abuelo Joseph, podía entenderlo a la perfección, tenía mucho que reflexionar
Al adentrarse a su habitación, lo primero que hizo fue caer como tronco en su cama, tenía la vista perdida tratando de asimilar todo, había perdido a tres personas, no, tres grandes amigos que había hecho en corto tiempo, no podía creerlo, paso tan rápido que todavía ni se la creía
Estaban muertos, no podía hacer nada, menos por el, aquel que había entrado en ese corazón frío que poseía, Kakyoin Noriaki, ese chico pelirrojo ya no se encontraba a su lado, todavía esta en estado shock, ya casi pasa un día pero no puede olvidarle, pensar que fue perforado por la mano de aquel ser que sentía tanta rabia por la familia Joestar, Dio Brando, aquel con un stand sumamente poderoso, milagrosamente lo había derrotado, pero ¿A que costó?
Perdió a ese chico especial que le había hecho sentir calidez cada vez que estaba a lado suyo, su dulce y hermosa sonrisa que podía alegrarte el día, su linda figura y ese encantador flequillo que lo destacaba, pensar que ya no volvería a ver esos hermosos ojos color violeta llenos de sinceridad viéndole, aquellos dulces labios ya no pronunciarán nunca más su nombre con ternura, no volvería a tocar sin querer su suave y finos rizos rojizos
Sentía que en cualquier momento saldrían lágrimas de sus ojos, no debía, debía ser fuerte, tan fuerte como se mostraba ante el, para impresionarlo, le dolía, en lo más profundo de su ser sentía culpa, irá, impotencia, tal ves las cosas serían diferentes si hubiera llegado antes a derrotar a Dio, tal vez, el chico pelirrojo ahora estaría en su lado durmiendo plácidamente, pero no, esta es la cruel realidad, tenía que aceptarla no podía quedarse así, tal vez si pensaba en otras cosas, podría olvidar este dolor inmenso que oprime su corazón
Prefirió tomarse una siesta, buscando comodidad se giró hacia su lado izquierdo, pero sintió algo duro en el bolsillo del pantalón que traía, sacó los objetos de su bolsillo, eran dos cajas pequeñas, en una roja venían los aretes de cereza que Kakyoin siempre llevaba, antes de que se llevarán su cuerpo los pidió, para poder guardarlos
La miro un buen rato, dejó esa caja dirigiendo su vista a la otra, era de un hermoso color blanco con un lindo moño rojo de adorno, arriba tenía escrito el nombre de Kakyoin en cursiva, lentamente abrió la pequeña caja, temiendo lo peor, en aquel momento quería gritar del cólera que sentía, adentro de ella estaba un collar desplegable con forma de dos cerezas, en ellas estaba escrita la palabra "I love you"
Lo compro una semana antes en un puesto donde vendían collares, había notado a Kakyoin viendo ese collar con deseo, planeaba dárselo luego de confesare sus sentimiento al terminar la batalla contra Dio, pero, nunca fue posible
ESTÁS LEYENDO
Es mejor olvidar el dolor
FanfictionAquella culpa los persigue, no pueden librarse de ella, tan sólo quisieran que las cosas hubiesen sido diferente, donde todos salian ilesos, bien, pero esta es la triste y cruel realidad, aveces, es mejor olvidar el dolor