7 años después...
Mi vida había cambiado muchísimo, había cambiado la ciudad en donde me había criado, mi padre nos dejó porque se enamoro de una chica nueva, alguien de tan solo 25 años de edad, cuando el podría ser un padre para ella.
Mi madre, soltera, cada fin de semana sale a fiestas, conoce nuevos tipos, los trae a casa convivo con ellos y al siguiente día es uno diferente, me acostumbre a la rutina.
En la escuela sigo teniendo las mismas amigas, Fer y Kely, creo mis mejores amigas. Luego están los chicos, Jason, Will y Carl.
-¿No te aburre esta clase?-No, es interesante.-Le respondí a Kely, tratando de poner atención y a la vez hablarle a ella.
-Claro que no. Barry es super aburrido, su clase es la peor.-Dijo girando los ojos color verde que tenía.
-¿De que están hablando señoritas?-Llego Barry, nuestro profe de intercambio que había llegado para sustituir a la señora Hally, un viejo un tanto gruñón.
-Nada, estamos poniendo atención.-Le respondí sin rodeos.
-¿Por que me habla de esa forma Maggie? ¿Acaso se está burlando de mi?
-Claro que no, pero no puedo hablarle de otra manera porque así hablo yo.-Hice una media sonrisa, a lo que el me miro y todos sabíamos que significaba.
-Váyase a la dirección.-Dijo señalando la puerta, que estaba a un lado de mi.
-No voy a pedirle que me deje estar en su clase. Estaba poniendo atención, pero esta bien, me voy.- Me levante de mi lugar, pisando los zapatos super caros de Kely, y así viendo como el profesor Barry me quería aniquilar con la mirada.
Camine hacia la dirección, pero antes pase al casillero por mis cosméticos.
-Hola Maggie.-Dijo una voz desde atrás de la puerta del casillero.
-Hola Jay.-Salude a Jason, cerrando la puerta del casillero.
-¿Que haces en este pasillo tan sola?
-Barry me saco porque Kely me dijo que estaba aburrida la clase y me saco a mi, ja.-Gire los ojos.-Se supone que tengo que ir a la dirección.
-Ese Barry, a todas las chicas las odia, tal perece que es gay.
-¿¡Qué!? - Pregunte abriendo los ojos como plato.
-Si, bueno, todos dicen, no se si sea cierto.
-Eso no me lo esperaba Jay.- Le di un pequeño puñetazo en su hombro, a lo que el sonrió.
-¿Entonces se supone que vas a la dirección?-Asentí.- Yo voy para mi casa. ¿Quieres que te lleve?
-¿Pero no me dicen nada si no entro a la dirección?- Pregunte tragando saliva.
-Claro que no tontita, vámonos.-Me puso el brazo sobre los hombros y salimos.
-¿Así que le contestaste al viejo Barry?
-Si, y lo que más le molesto fue que no le rogué que me dejara en su clase.-Reí.
-¿No le pediste quedarte? Wow, esa faceta no me la sabia de ti Maggie, al parecer eres la más atrevida de tus amigas.
-Nos conoces Jay, sabes como es cada quien.
-No las conozco a todas muy bien. Fer y Kely cambiaron mucho, solo tu sigues siendo esa pequeña atrevida.-Me frotó la cabeza cuando estábamos a punto de subirnos a su auto viejo que su padre le había regalado.
-Claro que no Jay, yo también he cambiado.-Le dije cuando estábamos encima de su auto viejo.
-No, no has cambiado, eres como una hermanita para mi, y bueno, te quiero más que a Will, el es un engreído, como mamá le compro el auto deportivo que quería pues ahora es muy feliz, creeme, si no nos conocieras pensarías que somos hermanos.-Encendio el auto.
-La verdad no parecen Jey, pero a los dos los quiero mucho.-Lo abrace.
-Lo se Maggie.-Asintio.
-Mamá quería comprarme un auto, aunque su salario no le alcanza para mucho.
-¿Y? Tu puedes trabajar, es lo que yo hago para comprarme un auto mucho mejor.
-Jay, pero tu familia se baña en dinero, eres creo el más rico de la preparatoria. Tus padres te pueden comprar muchos autos. Y es lo que no entiendo, explicame, si Will tiene el mejor auto de la preparatoria y eso se lo compro tu mamá, ¿por que a ti no te compran uno?
-Mira, ellos me dijieron que si me compraban un carro, o lo que fuera. Pero yo quise el auto que compro mi papá cuando eramos unos niños y ellos aun no ganaban lo suficiente como para "bañarnos en dinero", como dices tu, y demostrarles que no soy un junior que se queda con lo que les dan sus padres, quiero esforzarme y comprar algo por mi mismo.
-Wow,que bien pensás Jay. ¿Sigues trabajando en la tienda?
-Si, de echo a un lado hay puesto para una cafetería. Deberías entrar, creo yo que pagan bien.-Me guiño el ojo.
-Me da pena hablar con las personas, es lo peor, tu lo sabes Jay.-Baje la cabeza para mirar mis zapatos que sabía que los tenía que lavar, más sin embargo nunca lo hacía.
-Maggie, tu timidez no te puede parar para hacer lo que te gusta o para sale adelante. Además tu eres demasiado linda, tal vez de las más hermosas de la preparatoria si no es que la más hermosa. La mayoría de los chicos quieren contigo y piensan que eres engreída, pero porque no saben que eres muy tímida.
-Claro que ningún chico quiere andar conmigo.-Rei.-Al único al que he sabido es al chico de la cafetería que me regalo un pedazo de pizza y dentro de ella, que por cierto casi me ahogo, venia su número de teléfono.-Los dos comenzamos a reír a carcajadas, porque el estaba frente a mi, y le escupi su número en la cara.
-Si me acuerdo, toda tu saliva quedo en mi hermosa cara.-Seguia riendo como loco.
-Pues si Jay, ese fue el único chico al que le ha enamorado este desastre.-Y me señale, son una sonrisa maliciosa.
-No seas tonta Maggie. Eres hermosa, y ya llegamos a tu casa. Piensa lo de la cafetería, se que te va a ir bien.-Me acerque para despedirme de él.
-Lo pensare Jay.-Baje del auto y estaba a punto de abrir la casa, pero un nuevo pretendiente de mi mamá salio, muy alcoholizado.
-E-e-eh, perdón, compromiso.-Dije alejándome de él.
-No te preocupes hermosa.-Se acerco a mi y trato de besarme, pero Jason se bajó del auto y le dio un golpe en la cabeza, a lo que el cayó desmayado. Digamos que Jason no era un simple flacucho.
-¿¡Que paso aquí!?-Grito mi madre saliendo de la casa, igual de alcoholizada que el señor.
-Señora, el trato de besar a Maggie y lo golpeé.-Dijo Jay tratandole de explicar.
-No me expliques nada, y vete a tu casa niño, no vuelvas a venir.
-Mamá...
-Ya Maggie, deja lo así, nos vemos en la escuela.-Me interrumpió y subió a su auto, mientras yo gesticulaba mi boca pidiendo disculpas, y ahogandome con el olor de mi madre.
Entramos a la casa y parecía bar, botellas por todos lados y colas de cigarros. Subí a mi habitación, donde era el único lugar saludable en la casa, cero contaminación de humo de tabaco y el lugar más recogido posible.
Mis tardes siempre eran así, aunque a veces salía con las chicas, pero la verdad es que yo nunca tenia dinero, y ellas eran demasiado ricas.Baje a cenar, mi mamá había preparado unos cuantos hotcakes y tenía mucha hambre, no había comido nada.
-¿Entonces Jerry te intento besar?
-Si, el intento hacerlo.-Dije, pero ni siquiera podía mirarla a los ojos.
-Que mal.
-¿Cómo que qué mal? ¿Estas loca mamá?-Le dije, mientras levante la cabeza y casi llorando.
-¿Qué te pasa Maggie?
-Mamá, ese tipo estuvo a nada de besarme. ¿Que sigue? ¿Que alguno de tus novios diarios me viole?-Le dije casi llorando.
-No, no salgas de cu habitacion, y ya.
Me levante de la silla y me fui a mi habitación, no podía creer que me hubiera dicho eso.
No sabia que hacer, mi propia madre me había dicho una vil tontería.
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The last kiss?
Teen FictionMaggie es una chica que ha sido de las más populares en preparatoria, pero en el último año se reencuentra con un viejo amigo, totalmente cambiado, alguien por quien cambiará totalmente su perspectiva, para nada iguales, pero los dos son tan compati...