Prólogo

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Hace 10 años (California, Estados Unidos)

ASHLEY

- Ashley, necesitas hacerte esa prueba

-No puedo Ali, tengo 16 años, ¿Qué hago si estoy embarazada? Mi padre pondría el grito en el cielo si llega a ser cierto, ya bastante se enfadó cuando se enteró que Ian tenía 20 años

-Pero tienes que sacarte esta duda, imagínate que lo estás, yo voy a estar ahí para todo

-Tienes razón, dame el test

Entramos al baño y me hice la prueba de embarazo, pero teníamos que esperar 10 minutos para ver el resultado. Fueron los minutos más largos de mi vida hasta que...

-El resultado está ya Ash -me dijo con una mirada de compasión mi mejor amiga-

-Míralo tú por favor -Alisson se levantó a mirarlo y empezó a llorar- ¿Qué pasa?

-Estás embarazada de 2 meses, tienes que decírselo a Ian 

En ese instante mi mundo se vino abajo y empecé a llorar yo también

-Ashley, ahora tienes una responsabilidad muy grande, porque lo vas a tener ¿no es así?

-Por supuesto, jamás le negaría la vida a nadie

De repente me llegó un mensaje de Whatsapp, era de Ian.

-¿Qué dice? - Me preguntó Ali-

-Necesita hablar conmigo, ¿me llevas a su casa?

-Venga vamos, pero dile la verdad


Cuando llegamos a su casa mi amiga me deseó suerte y bajé del coche

-Pasa -Me dijo frío y cortante-

-Te tengo que contar algo importante, mira, eh, yo... -dije temblorosa pero me interrumpió-

-¿Desde cuándo? -Me dijo con lágrimas en los ojos- ¿Desde cuándo te acuestas con mi mejor amigo?

-PERO QUE DICES, NUNCA HE TENIDO NADA CON ZACK -le grité nerviosa- Ian, estoy asustada, no quería decírtelo así pero estoy embarazada, de 2 meses

-¿Y quién me asegura que es mío? -me contestó llorando-

-¿Por quién me tomas? Has sido el primer y único hombre en mi vida, hace 2 meses, el viaje a Punta Cana, en la playa ¿recuerdas? 

-Sal de mi casa, no quiero verte más -me dijo abriendo la puerta-

-Ian, ¿de verdad me vas a dejar sola en esto? -dije suplicándole-

-Adiós Ashley

-Eres un cabrón, ya te arrepentirás -dije cerrando la puerta de un portazo- 


Pasó un mes y mi madre cada día estaba más preocupada por mí. Me pasaba las noches llorando, encerrada en mi habitación hasta que averiguó la verdad.

-¿Estás embarazada verdad? -dijo entrando con una bandeja de desayuno-

-¿Qué? ¿Mamá estás loca? -dije riéndome nerviosa-

-¿De cuánto estás? -me preguntó seria-

-3 meses -y empecé a llorar- no sé que hacer mamá, Ian no cree en mí, piensa que he tenido algo con Zack, no sé quién le habrá dicho eso para separarnos

-Pero cariño... -dijo abrazándome- ¿Por qué no me lo has dicho antes?

-Tengo miedo de como pueda reaccionar mi papá, me quiero ir mamá, me quiero ir a otro lugar y olvidarme de todo, crecer con mi bebé en otro sitio, lejos de aquí

-¿Estás segura? Hablaré con tu tía María, que vive en Madrid, para ver si puedes irte allí

-Muchas gracias mamá, no le cuentes nada a papá hasta que yo ya no esté aquí, vamos a aprovechar que está de viaje para irme


Esa misma tarde, empecé a escribir una carta para la persona a la que más he querido pero la que más daño me ha hecho

Querido Ian:

Me voy, no puedo con el dolor de saber que no confías en mí, no te preocupes por mí, ni por tu hijo, en cuanto nazca, lo daré en adopción, no podría soportar verle todos los días y saber que lleva tu sangre. Te quiero, te he querido y te querré siempre, ya que has sido la persona que me enseñó a querer, no te voy a decir a donde voy, ni con quien, aunque quizás ni siquiera te importe.

Siempre tuya, Ashley


Y con un profundo dolor en mi pecho, 1 semana después estaba en el aeropuerto despidiéndome de mi madre y mi mejor amiga entre lágrimas.

No iba a sufrir más, Madrid me esperaba y a mí, aún me quedaba mucha vida por delante.

Dulce encuentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora