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Guillermo


Me desperté por un terrible dolor, jamás pensé que podría llegar a sentir algo así, esto era insoportable, me temblaban todo, sentía mi cuerpo arder, el roce de mi ropa me causaba mucho dolor, necesitaba algo que me calmase, no entendía este sentimiento de angustia, la desesperación por conseguir un alivio al sufrimiento que estaba sintiendo,

Me dijeron que me quedara encerrado, no debía salir por nada del mundo, aun cuando lo que más quería era salir, buscar alguien que me consolara, sentir el calor de una persona cerca de mí, lo cual sería muy raro, no creo que a alguien le parezca normal que un hombre salga a la calle sin ropa, la cual por la incomodidad me acababa de sacar,

Tome el teléfono que había dejado sobre mi cama y llame a mi hermano mayor

-Por favor haz algo para ayudarme-le suplique

-Sabes que no puedo hacer mucho para ayudarte, me eh quedado sin dinero, se cómo te sientes y créeme que estoy haciendo lo imposible por conseguir lo que necesitas pero es más complicado de lo que crees-me hablaba como si fuera un niño pequeño, al que trataban de consolar, ¿y decía que sabía cómo me sentía?

-No entiendes lo que estoy pasando, no tienes ni le menor idea, tú no tienes que pasar por esto ustedes no saben lo que es pasar por esto, para los de su clase, esto es mucho más fácil-le grite, sé que no debí hacerlo, mi hermano no tenía la culpa mas yo necesitaba desahogarme

-Tienes razón, no sé cómo te sientes, perdóname, tu solo quédate en casa, mantén la calma, sabes lo de tu olor, sabes perfectamente como reaccionaran a ello, y no quiero que le hagan daño a mi hermanito- rodé los ojos por su manera de llamarme,

 mi hermano seguía tratándome como si de un niño pequeño se tratase, aun sabiendo que tenia dieciocho años, sin embargo era lo único que tenia, y de alguna modo me gustaba el hecho de que me mimase, era el único que podía hacerlo, a no ser que yo algún día encontrara un alpha, lo cual no iba a pasar, no niego que siento ganas de tener a alguien que esté a mi lado que me cuide y proteja de el resto de alphas, aun así tenía miedo de que esto ocurriera,  me asustaban muchísimo, era muy normal que  violaran, maltrataran e incluso llegaran a matar omegas, o a quien se le acercara a su omega,  suelen ser de gran tamaño y poseen una gran fuerza, yo mismo lo había visto, como de violentos podían llegar a ser, y las cosas de las que son capaces, a diferencia de nosotros que solemos ser de menor tamaño y fuerza, más dóciles y obedientes con los alpha, por esto ellos se aprovechaban, se aprovechaban al ver a un omega en el mismo estado en el que me encuentro ahora mismo, en nuestro celo

Pero estaba cansado de tener miedo, cansado de tener que esconderme, quería poder tener control sobre mí mismo, para dejar de verme inferior a los de otras clases, por ellos decidí vestirme, y soportar el dolor para salir, iba a dejar de acurrucarme en una esquina, a llorar de dolor e iba a hacer algo al respecto, iba a salir a buscar las pastillas que me calmaban y que ocultaban mi olor,

Sabía que mi hermano las estaba tratando de conseguir, aunque eran muy costosas, no es como si yo tuviera más dinero, pero conocía a alguien que me podía conseguir las pastillas, aunque mi hermano se negara rotundamente a que yo me acercara a ese hombre, ese que lograba ponerme los pelos de punta, aun así es mi única oportunidad para cesar un poco mi dolor

Salí corriendo de mi casa, tratando de llegar lo más rápido posible, pensé que podría llegar sin que nadie se diese cuenta, pero me equivoque...

***

Estaba a punto de llegar cuando sentí que alguien me jalaba y retenía contra el muro de un callejón, ahí iban mis últimos segundo de pensar que no sería violado,

Tenía a un hombre a centímetros de mi cara, con una mirada amenazante y sonrisa malvada

-Que bien hueles pequeño, ¿acaso eres un regalo para mí?-su voz me daba escalofríos, solo me quede ahí templando sin saber que hacer contra un cuerpo, mucho más grande a comparación del mío, no había salida estaba atrapado

Sentí una de sus manos colarse por debajo de mi pantalón, hasta esa zona que estaba tan sensible

-Por favor no-le suplique con los ojos llorosos, aparte mi vista no queriendo ver lo que iba a hacer, lo escuche reírse

-Me estas pidiendo que ¿no lo haga?... sé que quieres esto, estas suplicando por esto, ustedes siempre lo están deseando, saliendo a caminar con ese olor, volviéndonos locos, lo menos que podrían hacer por eso, es dejarnos divertirnos por un rato-ningunas palabras me habían dado tanto miedo antes

De un pronto a otro deje de sentir sus manos sobre mí, abrí los ojos y vi como un hombre con traje alejaba al tipo de mi, vi como su puño impactaba en el rostro de mi casi-violador, el tipo se sorprendió al verse alejado por aquel hombre, pero al darse cuenta que el que lo había golpeado era de mucho mayor rango, sumándole el hecho de que era mucho más grande y fuerte, hizo que mi casi-violador se planteara el violarme, alejando su vista del otro hombre para retroceder y seguir caminando como si nada hubiese pasado, pensé que el otro tipo lo seguiría, pero en su lugar volvió su vista hacia mí, preocupado,

-¿Estas bien?-no pude contestar a su pregunta ya que no pude soportar más y vomite todos sus zapatos, los cuales eran muy bonitos, bueno, lo eran antes de tener mi vomito en ellos

Trate de mantenerme en pie y pedirle perdón, pero al dirigir mi vista al tipo, pero me desmaye...

Hasta Que Seas Mío ||Omegaverse|[W]|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora