13 FINAL.

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Nerviosa, así me encontraba desde la mañana cuando había decidido que era el día donde enfrentaría a Mike.

Cierro la puerta lentamente, haciendo ejercicios de respiración antes de tocar el timbre de Mike.

Ding dong.

-Hola Mila- dijo un Mike de torso desnudo y vistiendo sólo un pantalón de pijama- pasa, estoy en pleno desayuno.

-Hola y gracias- dije nerviosa, me senté en el sofá grisaico, muy parecido al que tenía en mi departamento, él tomaba una polera del respaldo de una silla y se la pasaba por la cabeza- tomas tarde el desayuno.

-O no, es sólo una excepción- dice entre sorbos de café- anoche estuve hasta tarde trabajando en mi investigación.

-¿Sobre qué?- pregunte, aunque me regañe internamente por no ir directo al grano y acabar con el asunto rápidamente.

Ríe. Toma un sorbo grande de café y deja la taza sobre la mesita de centro- Hace un tiempo, una chica del edificio me envia notas- siento mi cuerpo tensarse, él no lo nota por suerte y sigue- he tratado de saber su identidad múltiples de veces aunque he fallado en todas.

-Oh, ¿Y tienes ideas de quien es y que le dirás?- pregunté, miedosa de mierda pensé en mi interior, el sonrió de lado y respondió.

-Si, le diría que me hizo feliz con sus notas, le diría lo equivocada que
está al creer que convertiré en padre- risas- sino que en tío, Mónica, la chica que siempre viene es mi hermana menor más cercana.

Al escuchar eso, mis mejillas se encendieron y mi corazón a latir fuerte, mis manos comenzaron a sudar y él a revisar su teléfono ignorando mi reacción ante sus palabras.

-Y bueno, ¿A qué viene tu visita el día de hoy?- preguntó sonriendo de lado, y quitando la pantalla de su móvil, yo había perdido instantáneamente la voz.

-Bueno... Yo... Eeehh- carraspeaba para parar de balbucear, pero no daba resultado, por lo que hice lo que hacemos siempre cuando no podemos decir algo... decirlo todo junto rápidamente y sin pausa- yosoylachicadelasnotas.

Silecio. Mirada seria y fija- ¿Ah?.

Repetí la misma oración pero tranquila, con pausas y modulación.
Sus ojos seguían en mi y yo rehusé su mirada, él comenzó a reír y yo me atreví a mirarlo ¿Es que no me creía?.

-Ya lo sabía Mia, te descubrí hace unas horas- respondió y yo me congelé, al ver que no dije nada, continuó- la señora Warners te descubrió en la  mañana y cuando anoche me sintió llegar, abrió la puerta y dijo "La señorita Mila le dejó una nota hoy en su puerta, tocó el timbre, pero como usted no estaba, salí y la guardé para usted con el fin de que no se perdiera".

-Que señora más metiche- susurré, para luego reír de mi desgracia, aunque ella me facilitó las cosas por decirlo así- Bueno, ahora que ya sabes mi identidad, yo me voy.

Me paré bajo su atenta mirada, cuando giraba la perilla de la puerta sentí su brazo jalando el mio y su otra mano cerrando la puerta.

-Oh nono, tu no te vas así de fácil- susurró cerca de mi rostro, sus ojos mirando mis labios y mis ojos alternamente- no sabes cuanto desee tenerte así.

-Claro, quien fuera la vecina anónima me sirve- dije irónica y él negó divertido.

-No me refiero a la vecina, sino a ti- yo alcé una ceja- Eres tan difícil e inteligente Mila, que nunca caíste en mis juegos de seducción.

Sin palabras me dejó, y aprovechó eso para besarme de forma tierna al principio, para luego intensificarlo.

¿Cuál era nuestro futuro? Eso es incierto, pero al menos, ya todo se aclaró y las notas de la vecina anónima terminaron junto a los hey, vecino!.

Hey, vecino! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora