Capítulo 5

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- Ya llegaste – Dijo Klohe

- Sí, disculpa si tarde - Contesté

- ¡Hola Coddie! Buenos días- Dijo su madre que estaba detrás de ella

- Buenos días señora

- Voy Coddie, sólo deja me despido de mi madre y de papá

- Sí, no hay problema

Mientras ella se despedía quité la mochila que estaba en el asiento del copiloto, la puse detrás. Se acercó al auto y se subió, mientras que con la mano derecha le decía adiós a su mamá.

- Buenos días Harry…

- ¿Harry? ¿Por qué Ha?... Ha ya, ¿lo dirás de nuevo?- Le pregunté

- Jajajaja, disculpa jaja, es que eras idéntico jaja – Mientras se reía

- Ok, basta ya.

- Bueno ya, me calmo, jaja

- ¿Desayunaste payaso o qué? – Le pregunté

- No ya no, eso no es chistoso. No sabes hacer reír a las personas jaja

- Claro que lo sé hacer – (Bueno, realmente no era un cómico pero me sabía algunos chistes)

- Demuestra me lo

- Está bien, amm… ¿Cómo se queda un mago después de comer?

- Ammm… no sé, un mago después de comer… no, no doy. Dime

- Magordito… Jajajaja ¿Entiendes? Un mago después de comer, ma-gordito, jajaja…. Bueno no.

- Ammm no… Eres pésimo contando chistes jaja

- Gracias, es un halago

-De nada, ya sabes, aquí estoy para hacer te sufrir, o para hacer te quedar en ridículo.

Seguía manejando, cuando vi a lo lejos que iba caminado un chavo con unos audífonos, unos audífonos blancos y con una mochila color gris. Me parecía conocido, pase por un costado de él cuando de repente voltea y alza su brazo, traía una barra de chocolate en la mano, si ya saben quién era. Detuve el auto y me estacioné, era Nathan.

- Coddie, ¿Qué tal? Uy… ¿Quién es esa chica?

- Ammm ella es…

- Soy Klohe, ¿y tú eres?- Le preguntó a Nathan

- Espera, deja rodeo el auto- Ya estaba del lado del copiloto- Ahora si, me llamo Nathan señorita- Mientras le besaba la mano

- Espera Nathan, no es hora de ligar

- Ha disculpa hermano, ¿es tu pareja?

- No, claro que no- Contesté rápidamente

- ¿Estás loco?, no andaría con “Harry” jajaja- Contestó Klohe

- ¿Quién es Harry?- Preguntó Nathan

- Mira, Harry es él, por que…

- Por nada Nathan, no me llamo Harry y mucho menos me parezco a él

- Hay, gruñón

- Bueno, llegamos tarde a la preparatoria, nos debemos de ir.

- Espera, ¿puedo irme con ustedes? Al fin y al cabo estudio también ahí.

- Si, está bien. Sube

- Gracias hermano, ¿quieres chocolate lindura?- Le preguntó Nathan a Klohe

- Amm… no gracias, acabo de desayunar

- Pero no es un desayuno, esto sería como el “Pequeño Postre”

- Aún así, no gracias.

- Ya veo, te haces la difícil

- Bueno, ya basta Nathan - Le contesté

Seguía manejando hacia la preparatoria cuando noté que Klohe sacó un libro de su mochila, parecía el mismo que estaba leyendo la vez pasada.

- ¿Qué lees Klohe?- Le pregunté

- Leo tu trilogía amigo, Harry Potter, jajajaja

- Jajaja, que buen chiste Klohe, jaja – Dijo Nathan mientras se reía

- Bueno, ¿ya no? – Contesté con enojo

- Está bien Don Gruñón ya no te insultaré. Y bueno, leo una novela sobre unos jóvenes, es el segundo libro y hasta ahorita donde llevo leyendo, me está gustando mucho.

- Ho ya veo, te gusta leer.

- Sí, me gusta mucho, cuando estoy aburrida lo hago

- ¿Ya escuchaste Coddie? En pocas palabras eres aburrido

- Jajaja en pocas palabras – Dijo Klohe- No te creas bromeo

Seguía conduciendo, ya faltaba poco para llegar. Nathan estaba en la parte de atrás escuchando música y comiendo chocolate, como siempre y Klohe seguía leyendo su libro. Seguía pasando varias calles, cuadras, hasta que llegamos a la preparatoria. Estacione el auto y me bajé, mientras que Klohe y Nathan hacían lo mismo.

- Bueno, gracias por el viaje Coddie, y gracias Nathan –Dijo Klohe

- ¿Gracias Nathan? – Pregunté

- Sí, ¿Gracias Nathan? ¿Por qué? – Pregunté Nathan

- Gracias por hacer me reír, Coddie es muy malo contando chistes y no me pudo hacer reír y tú no tuviste que decir chistes, por eso las gracias, ahora me voy, iré a la cooperativa por un yogurt y después iré al salón.

- Ha por eso las gracias, si de nada, ya sabes Mr. Chocolate haciendo su trabajo, jaja

- Bueno, adiós – Dijo Klohe mientras se despedía con la mano alzada diciendo adiós

- Perdón hermano

- ¿Por qué “perdón”? – Pregunté

- Por qué... – Mientras se acercaba a mi oído y me susurró – Noté que te gusta- Y se alejo

- ¿Gustar me? Oye, ya deja el chocolate te está haciendo mal, ya no sabes lo que dices

- Es tuya hermano y sobre el chocolate, no seas tonto, no tengo mucho tiempo comiendo chocolate solo desde los 4 años, jajajaja

- Sí que tus padres están locos, ya veo tú amor hacia el chocolate – Le contesté

- Jajaja, gracias por el aventón. Adiós – Se iba mientras con la mano me decía adiós.

No sabía si lo que decía la sabia de mi madre y el “rey del chocolate” era cierto, lo único que sabía es que ya casi tocaba el timbre y debía de entrar lo más pronto posible, no conocía al maestro de la materia que me tocaba y tal vez en una de esas me dejaba afuera así que me apresuré.

Subí las escaleras, me fui por el lado derecho y noté que iba entrando Klohe con un chico… No se realmente quien era pero mientras mi madre y la madre de Klohe piensen que ella quiere con él, para mi mejor. Entré al salón y detrás de mí venia el maestro. Cerró la puerta y se alcanzó a escuchar un golpe.

- Ya nadie después de mi entra – Dijo el maestro alzando la voz – Así que el chico que acabaron de escuchar que se dio un golpe, no entrará. Tomen asiento. Mi nombre es Orator Stoughton Clute y seré su nuevo maestro de Física

Demonios, su nombre realmente daba pena… “Orator” pobre de él, estoy seguro de que le hacían bullying en la primaria.

- Y para comenzar jóvenes, les pondré un examen sorpresa.

- ¿Qué? – Se preguntaron todos los del salón

- Como dije, un examen sorpresa, valdrá 30% de su calificación.

- ¿Por qué le pone una valoración tan alta maestro?- Preguntó una compañera

- Porque se supone que algo han de saber, por eso su valoración del 30%

Realmente era duro el maestro, poner un examen sorpresa cuando muy apenas lo conocemos, y lo poco que lo conocemos ya nos damos cuenta que así será con todos el resto del año, pero bueno es su oficio y cada quien trabaja como desee.  Repartió los exámenes y era hora de comenzar a contestar. Pasaron 10 minutos y escuché cuando una silla se movió, yo estaba hasta enfrente, de seguro era un compañero que se había levantado a preguntar, pero de pronto… Sentí el aire que hizo su cabello al pasar cerca de mi cara, levanté la vista y vi que era Klohe… ¿Ya habrá terminado? Y si, fue así, terminó.

- Alumnos, ya terminó una de sus compañeras. Ya ven que no es difícil. Espera afuera si estas dentro puedo correr el riesgo de que les pases las respuestas a tus compañeros.

- Sí está bien maestro – Y se salió Klohe del salón

Ahora ya veo porque me dijo que era estúpido que le ayudara, si ella podía buscar una forma de aprender, realmente era buena, pero no me daba pinta de eso, sino de un chica sencilla pero sin ganas de aprender pero a la vez estoy equivocado, realmente sabe.

Terminé de contestar el examen después de 20 minutos y me salí del salón de clases, baje las escaleras, tenía antojo de algo y cuando iba bajando totalmente las escaleras noté que Klohe estaba con el mismo chico con el cual la había visto. ¿De dónde se conocerán? Si ella o es de aquí, no entiendo… pero, ¿Por qué le doy tanta importancia? Carajo, ya ni yo mismo me entiendo.

Me fui directo hacia la cooperativa a comprar una botella pequeña agua, en ese momento me la tomé, no sé por qué de repente tenía demasiada sed. Terminando me la me fui para los sanitarios, decidí irme a lavar la cara, cuando iba llegando a la puerta del sanitario salió el tipo con el cual había visto a Klohe, no sabía quién era, nunca antes lo había visto en la preparatoria… Me pregunto ¿Quién será?.

Nosotros, una historia... DiferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora