Teacher ♢Jaedo

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No había pegado ojo en toda la noche. Estaba nervioso por conocer a aquel chico, por comenzar sus clases, por ver si valía para enseñar.
Porque si, a pesar de haber sido un comienzo de lo más absurdo, se había tomado muy en serio lo de ser profesor.
Así que, no titubeó al encontrarse frente a la puerta de la clase 3. Sin rodeos, abrió la puerta y en cuanto lo hizo, sintió como le penetraban con la mirada.
-El ganador de la ajustada competencia para ser mi profesor ha llegado. ¡Felicidades! -Hizo una pequeña pausa y puso una mueca- Si, es ironía. Creo que ha sido por el método que utilicé. ¿Qué opinas del cartel? ¿No vendía bien el trabajo?
-Me voy a ahorrar los comentarios sobre el cartel. - Yoon Oh desechó el comentario de Doyoung y habló algo más serio.
Doyoung se quedó analizando al chico que tenía delante. Su pelo moreno amenazaba con tapar sus inquietos ojos, sus manos eran grandes y llenas de colores y era realmente alto. Por más que pensaba, no conseguía recordar haberle visto antes por allí.
-Perdón por la increíble bienvenida. Simplemente estoy emocionado porque alguien haya aceptado la oferta. Real, realmente estaba desesperado.
-Bueno, yo intentaré... hacer lo que esté en mi mano. Por cierto, soy Doyoung -El más bajito extendió su mano, esperando que fuera sacudida, pero Yoon Oh confundido, se la chocó. Doyoung se quedó observando las coloridas manos del chico debido a la pintura. ¿Era tonto o simplemente su vida era broma tras broma? - Te aviso de que voy a ser un profesor estricto.
Ante esto, Yoon Oh sonrió, iluminando toda la vacía sala.
-Entonces yo prometo que seré muy obediente.

La hora de la comida finalizó, y tras concordar rápidamente una hora y lugar de encuentro para este fin de semana, se despidieron. Sus esperanzas de que después de todo, fuera una persona normal, se desvanecieron. Era curioso cuanto menos. Sacó el teléfono y guardó el número que aparecía en el cartel como Excéntrico clase 3.
A pesar de haberse visto hace un momento, empezó a escribir un mensaje para el.
  "¿Qué asignaturas son las que te traen problemas? Creo que es preferible que vaya preparando algo para ti"
Lo envió directamente y no pudo evitar que se le escapara una risa de emoción. En parte no podía entender porqué le llenaba tanto hacer ese tipo de cosas. La felicidad era algo realmente extraño.
  "Soy un gran desastre en todas. Estoy hecho un inútil 😥🎉🎊"

"Menuda bobada. No aprobar las materias no quiere decir que eres un inútil. Quiere decir que no estas cursando cosas que se adaptan a tus capacidades. Los inútiles son los que nos obligan a estudiar como idiotas sin importarles potenciar nuestros puntos fuertes."
Doyoung se quedó mirando el móvil esperando su respuesta. Odiaba que el sistema educativo dejara a tantos jóvenes alienados, incluido el mismo.

  "Puede que tengas razón. A veces se me olvida. Gracias por recordarmelo"
Se sorprendió por la melancolía que desprendía aquel mensaje. Al no saber que contestar, dejó el teléfono intentando prestar atención al resto de lo que quedaba de clase de literatura.

Desde ese momento, el tiempo parecía volar para Doyoung. Si bien es cierto que el primer día que intentaron que la clase funcionara Yoon Oh no podía contener la risa cada vez que veía serio y con un brillo de emoción en los ojos al mayor, a medida que fueron adaptándose el uno al otro, las clases llevaron buen ritmo. Yoon Oh enseñaba orgulloso a Doyoung los suspensos altos que obtenía, aspirando llegar al 5 en poco tiempo. Por otro lado, Doyoung iba conociendo las cosas que más costaban al pequeño.
Un día, mientras estaban tumbados encima de las mesas que habían juntado, Doyoung de atrevió a preguntar:
-¿Por qué estás tan desesperado por sacar buenas notas? Se ve claramente que esto no te agrada.
El moreno suspiró, pensando en cómo poner en palabras el torrente de pensamientos que se agolpaban en su boca, queriendo salir todos a la vez. Hablar de ello le emocionaba de una forma que muy pocas lo hacían.
-La escuela de arte a la que quiero ir tiene unos requisitos de entrada algo difíciles de cumplir. Supongo que me harté de pensar que eso no era para mi por no conseguir las notas necesarias e intenté ponerme a trabajar. Pero que decirte, no tenía ni idea de nada.
-Me di cuenta cuando te quedaste tan asombrado al enterarte de que hay más cosas en matemáticas fuera de la suma, resta, multiplicación y división.
-Fue un gran shock para mi saber que la tortura de las matemáticas no acababa ahí. 
Doyoung empezó a reír recordando aquel momento en las clases. Mirando al mes que llevaban, no podía estar más contento de haber hecho caso a Ten.

-Doyoung, no es que no valore tu mirada soñadora pero llevo hablandote un rato y me empieza a irritar que no me hagas caso- Ten comenzó a dar pequeños toques al brazo de Doyoung, sabiendo que esa era una de las cosas que más le molestaban.
-Ten, espero que valores también tu mano así que para, si no quieres que te desaparezca. -Ten hizo un puchero, indignado.
-Que desatendido me tienes últimamente, luego vas y me tratas con esta hostilidad.
-Sabes que eso es mentira. Sí estaba escuchando lo de tu grupo de baile, y espero que vaya todo tan bien como ha empezado.
Antes de que Ten pudiera abrir la boca, un torbellino de alegres colores entró en la clase, casi abalanzandose sobre Doyoung.
-Gracias ¡GRACIAS!
-¿Qué pasa? -Yoon Oh colocó el exámen con un enorme seis rojo delante de su cara.
Ambos comenzaron a reír, incluso Ten se unió a la alegría que compartían haciendo un baile extraño de los suyos. Algunos en la clase miraban con curiosidad o incluso burla, pero no les podía importar menos.
De nuevo, mientras observaba su cara orgullosa, Doyoung agradeció que Yoon Oh hubiera aparecido.