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Al llegar a casa, Hoseok abrió la puerta que estaba cerrada con llave y entró para notar que en la sala no había nadie. Lo entendía, solo había dos personas en la casa; y podrían estar en cualquier parte. Nam y los demás debían seguir en lo suyo.

—¡Jin-hyung!—Hoseok llamó.
—No está.—Yoongi salió de la habitación del fondo con una almohada en los brazos; todos sabemos qué hacía.
—¿A dónde fue?—
—Dijo que iba a enviar a reparar algo de su celular—talló uno de sus ojos—No me dijo cuando iba a volver.
Hoseok sólo se quedó unos segundos viendo a Yoongi, internamente maldiciendo a Seokjin por haberle dicho que lo iba a esperar en casa siendo esto mentira al final.

—Bueno—encogió Hoseok los hombros—Está bien, supongo.
Yoongi caminó hacia la sala y encendió la televisión, ya después de esto se echó en un brinco al sofá, muy cómodamente al parecer. Hoseok sacaba las cosas de las bolsas del mercado para acomodarlas en sus respectivos lugares en la cocina, hasta que encontró los paquetes de fresas que había comprado.

—Demonios...—murmuró muy bajo.
—¿Qué pasa?—al parecer Yoongi había logrado escucharlo.
—¡Nada!—
Sorprendido, aclaró su garganta. Tomó uno de los envases y se dirigió al mismo sillón donde Yoongi se acostó.

—Mira—Hoseok quitó la goma del envase y lo abrió—Te traje fresas.

Yoongi abrió los ojos de más; y Hoseok podría haber jurado que jamás había podido ver los ojos de Yoongi abrirse tanto. Yoongi soltó de golpe su almohada, y cambio de posición a la velocidad de la luz, quedando aún en el sofá, frente a Hoseok, sentado sobre sus piernas dobladas y sus manos en medio de estas.

—Hobi.—Yoongi lo llamó de cariñito. Siendo Yoongi, de lejitos se notaba que lo hacía para que Hoseok le diera fresas.

—¿Mhm?—Hoseok hacía el sonido con todo de pregunta muy notable. Se estaba haciendo menso. Quería que Yoongi le pidiera las fresas.

Yoongi se quejó en voz bajita, e hizo un puchero con sus labios, aún sin querer hablar.

Hoseok sólo seguía esperando, tomó una fresa del envase y la dirigía a su boca mientras miraba como Yoongi le seguía la vista a la fresa. Pensaba en escribir un tutorial sobre cómo hacer a aquel tipo apagado, rudo y tipo de abuelo, Yoongi, caer a tus pies, simple y sencillo.

Pero Hoseok quería hacerlo sólo él.

—Dame—Yoongi levantó su brazo levemente para apuntar a la fresa que Hoseok tenía en su mano—Dame una.

—¿Por qué?—Hoseok levantó una ceja. ¿Cuál es la palabra mágica?

—¡Porque me las trajiste a mí!—brincaba sobre sí mismo, ¿qué demonios Yoongi?

—¿Pero por qué?—Hoseok comenzó a reírse.

Yoongi gruñó mientras hacía una mueca de desesperación.

—¡Por favor!—cerró sus ojos mientras alzaba la voz, era vergonzoso y este idiota Hoseok no ayudaba nada.

Hoseok cumplió y se rió.

—Abre, pues—colocó una fresa en los labios del mayor, pidiendo entrada—Aquí.

—Aaaah.—mientras Yoongi abría su boca hacía el respectivo sonido. Al fin había conseguido su fresa y de sus labios cerrados salían "ñom ñom" constantemente, cada que masticaba.

Dulce Fruta | YOONSEOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora