MIS SENTIMIENTOS HACIA TI

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Se empezaban a ver los primeros rayos de sol de un día que prometía ser muy bueno para Mingyu, su cuerpo de uno 1.86 de alto apenas y entraba en su cama, la sabana le dejaba ver la punta de los dedos lo cual era molesto para él. Se despertó al sonido de Bruno Mars con Locked out of heaven, por hoy su alarma no tuvo que tocar más de cinco veces para poder abrir sus ojos, se levantó de una manera muy entusiasta, se bañó, canto un poco, se lavó los dientes, volvió a cantar, se puso su uniforme y bajo a su comedor donde su mamá de tenia el desayuno preparado, ella sabía la inclinación sexual de su hijo, no tuvo otra alternativa más que aceptarlo al fin él era su amado niño y no lo odiaría por nada del mundo.

-¿Qué te pasa hoy, hijo?, te esperaba en al menos una media hora más- Ella veía la inquietud de su polluelo, sabía que algo pasaba, Mingyu estaba más sonriente, se veía emocionado y algo ¿nervioso?- ¿Acaso hoy tienes partido y no me dijiste?- Le reclamo.

- Eh, no madre, solo que hoy es un día muy especial, oh, por cierto, hoy tengo entrenamiento, voy a llegar un poco tarde así que no te preocupes- Ella solo asistió, no quería presionar a su hijo, él le dirá cuando sea el momento.

En cuanto Mingyu acabo con la comida que había en su plato, salió disparado hacia la puerta, tomo su mochila y con un- Ya me voy- se despidió de su madre, se fue caminando hasta la parada del autobús, esperó algunos minutos a que llegar su transporte, generalmente siempre tenía que correr para poder alcanzarlo pero hoy por primera vez en su vida llego temprano, en cuanto subió al automóvil , se puso sus audífonos y se empezó a reproducir su lista de música, la escuela quedaba a unos 30 minutos de su casa así que le daba tiempo de escuchar una buena cantidad de canciones, una frase lo hizo sonreír como idiota, "Toda la noche, nena, pienso en ti toda la noche, nena", -si definitivamente pienso en él, toda la noche- fue lo que le paso por la mente al moreno.

Al llegar a la parada que quedaba cerca de la escuela, bajo de forma relajada hoy no tenía prisa empezó a mover sus largas pierna, aún tenía que caminar unas cuadras no muchas en realidad solo eran cinco minutos a paso normal. Poco a poco fue viendo la entrada de la escuela, había alumnos que parecían zombis otros se veían muy frescos y el bueno se miraba normal, pronto diviso a su amigo Seokmin a él siempre se le veía una sonrisa muy deslumbrante a su parecer.

-¡Hoy se acaba en mundo!, nuestro Minggu llego temprano - El nombrado solo le respondió rodando los ojos, su amigo sí que era exagerado- ¿Qué te pasa, hombre? Tú no eres de los que llegan antes de empezar las clases-.


- Es que acaso uno no puede intentar ser un mejor alumno- dijo el moreno mirando su amigo, el otro solo alzó una ceja en señal de que no le creía ninguna palabra- Voy a hacer como si te creo- dijo empezando a caminar, el más alto lo siguió, al llegar al salón se encontró a todo su grupo de amigos mirándolo de una forma extrañada- No digan nada, es solo que hoy me puse repelente y mis sabanas no se me pegaron- en realidad el moreno ya no quería comentarios sobre su llegada temprano a la escuela.

El profesor entro al salón y puso su maletín en el escritorio, saco sus materiales y con una mirada rápida a todo el salón dijo- Señor Mingyu me da gusto que haya llegado a tiempo, el día parece ser bueno hoy- y con ese comentario y las risas de sus compañero se dio por iniciada la clase, pasaron cuatro horas antes de salir al descanso en todo lo que había transcurrido del día no había visto a su Haohao, ahora se dirigía a la cafetería junto con su grupo de retrasado, bueno... amigos, para comprar algo de comer. El casi nunca compraba su comida el mismo ya que su trabajo en el grupo era apartar la mesa que generalmente era la más grande.

Confesión = GyuhaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora