Grenox 1.

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-Honestamente... Sutcliff, deberías concéntrarte en cumplir con tus listas completas antes de pensar en propuestas indecorosas.
-No son propuestas, cielo. Es un hecho.-sonrió malicioso el carmín mientras jugaba con uno de los mechones de su pelo.-soy una mujer paciente.
Jactó al caminar por el pasillo hasta la puerta central y salir de ahí.
-La misión de hoy es compartiendo nuestro turno, senpai.
-Ya estaba informado de eso, mocoso. Por algo he sido tu responsable todo este mes.
-He seguido sus consejos al pie de la letra.
-Eso te hace un digno aprendiz. Muéstrame tu señal.
-Ah, si...-acomodo su guadaña, respiró por apenas dos segundos y dándole cuerda a su herramienta de jardinería, dió una vuelta para terminar sonriendo con sus manos cerca de su cara haciendo la pose completa que el rubio esperaba.
-Lo haces bien Knox, pero no tanto como yo, por supuesto.
-He practicado lo suficiente.
-Pequeño, la práctica siempre es esencial.-meneaba el dedo índice y avanzaba al lado contrario del menor.
Este solo le miró, se sentía algo diminuto cerca de alguien tan experimentado como su maestro.
Era obvio que era primerizo.
Había perdido sus lentes en varias ocasiones y el responsable de devolverselos siempre era el pelirrojo alocado; Ronald lograba entender porque en práctica el era de los mejores shinigami, no por nada era élite y Spears había decidido ayudar a que no lo juzgarán.
Aunque... Viéndolo bien, una mañana en una recolección sencilla, William había tomado la iniciativa de acompañarles para saber que tan bien estaba entrenando a su pupilo.
El de lentes gruesos, al momento de saltar al tejado en el cual se encontraba su mayor, dió un mal paso y se tropezó, dejando así caer sus gafas.
Pronto sintió una amable mano que le levantaba y al virarse hacia aquella presencia, noto que era aquel de mirada atrevida, quien de nueva cuenta volvía a ayudarle y a postrar sus lentes en su rostro.
Ante esto, el pelirubio se disculpó con una risa nerviosa, cosa por lo cual, el moreno rápidamente apuntó su guadaña al espacio entre los dos y golpeo al mayor empujandolo al otro lado.
-¡William! ¿Se puede saber que demonios haces?
-Honestamente, agente Sutcliff, creo que usted debería dejar que Knox valore por si mismo sus gafas. Algún día usted no estará con el y al perderlas no habrá quien pueda devolverlas.-hablaba al ajustarse las suyas.
-Oh, vamos Will... Es solo un novato, tu y yo lo fuimos alguna vez... Incluso tu llegaste a perder tus gafas... ¿Lo recuerdas?-preguntó coqueto al tomar al mayor por el brazo.
-El puede hacerlo solo, va a malcriarlo.
-No lo malcrio, solo le muestro la importancia que es vivir confiando en tus lentes. Solo cuido y protejo a mi aprendiz.
-Uhm...-fue lo único que respondió; se le notaba molesto.
Sin embargo, el novato no lograba captar cual era su desagrado.
No fue así hasta esa misma tarde, Knox se había topado con Slingby, este último le propuso salir a divertirse un rato, cosa a lo cual, el rubio sin pensarlo aceptó.
Sentía que necesitaba un descanso.
-¿Que tal tu mes dentro de la compañia?-jactaba su bebida mirando de reojo a su compañero.
-Bastante normal, podría decirse que hasta bien.
-Hoy te veo algo extraño, ¿Porque tan decaído? ¿Acaso la roja pervertida hizo algo?
-No, el ha sido un buen tutor.
-¿No te fastidia cuando se va a coquetear con ese demonio Michaelis?
-¿Con quien?
-¡Vaya, aún no le conoces!-se burlo con ironía.-ya verás la hora en la que vayan a una misión y ese mayordomo de quinta este involucrado, eso significará horas extras.
-¿Ese tal Michaelis es algo de Grell?
-No deberías decirle Michaelis... Ahora que lo pienso, la roja se refiere a el como "Sebas-chan".
-Bueno, pero, ¿Ellos tienen algo?
-No, no lo se... Solo lo he visto de lejos y en recolecciones algo grandes, por lo cual no le presto mucha atención. Aunque a veces Grell se escapa para verle, y eso le arde al odioso de Spears.
-¿Porque iba a molestarle?
-¿Ah, no lo sabes? Pequeño muchacho, Sutcliff y ese traumado llevan siglos de conocerse...
-Tu y senpai llevaban una amistad, ¿No es así?-el rubio mas viejo suspiró.
-Grell siempre le ha preferido. Es algo que he tenido que aceptar con el tiempo.
-Bueno, supongo que ahora estás mejor con Alan.
-Si, aunque duele la lejanía al haber estado muy unido a alguien.-Erik sacó un estuche pequeño y se hizó del contenido de este, un cigarrillo que prendió con la mayor calma del mundo.-escucha Knox...
-...
-Es fácil encariñarte con la roja.
-Si, bueno...
-Pero no te ilusiones, volar cerca del sol es señal de que arderas dolorosamente.
-¿Que quieres decir?
-Spears se molestó porque eso que hizo contigo y tus lentes, lo hizo alguna vez con Spears y los suyos. Ese frigido y engreído shinigami es infantil y nunca juega limpio, a pesar de su postura tan "decente".
-No tenía idea... William parece alguien razonable.
-No cuando se trata de quien toca a su roja. Y uno no tiene mas opción que ser cambiado por ese idiota; ambos se tienen muchas preferencias a si mismos... De eso, ni el demonio se salva.
-...-aspiro un poco del material dañino entre dus dedos y exhalo el humo al cabo de unos segundos.
-Eres muy joven para caer en eso, además de que Grell te ve más como su hijo.
-¿Su hijo?
-Ya sabes que se fue de carnicero con la humana hace un par de años, ¿No es así?
-Si...
-Bueno, con su especialidad de "molida de prostituta", se encargó de joder a esas chicas por haber abortado. Tu eres como... su hijo no concebido.
-Si, si, entiendo el punto.
-Mira, Spears está dañado, al igual que Grell o incluso más; un indicio muy grande es que, William se transportó en uno de los portales al mundo vivo justo a tiempo para prevenir la muerte de esa humana.
-Pero en el registro marca que...
-Si, ella originalmente no estaba en la lista, fue una alteración de parte de la roja, y William pudo evitarlo dentro de su deber de recoger a Sutcliff, sin embargo, solo se quedó parado, viendo como Grell mataba a su amante, dejándole el tiempo necesario para que incluso el mayordomo le castigará; claro que solo intervino justamente y con tanta casualidad, cuando estaban a punto de asesinarle con su propia guadaña.
-¿Como sabes que...?
-Las cintas de esa chica fueron revisadas para juzgar a Grell por los asesinatos. Confirmó el hecho de que tuvieron una relación en secreto.-posó el cigarro cerca de su boca y observó al menor.-podrán decir que la roja esta loca, que está enferma o algo así... Pero de ellos dos, William mantiene un lado mas sucio que el de Grell, la diferencia radica, en que uno sigue las reglas del sistema, y el otro es mas imprudente.
-No tengo miedo de ello.-declaró. Erik le miró un tanto shokeado.
-Tal vez eres mas hombre que yo.
-Uno debe arriesgarse por algunas cosas que valora, digo... Por algo nosotros estamos muertos, no creo que si alguna vez quisimos morir, sea necesario pensar en salvarnos ahora que no estamos vivos del todo.-dió un trago bastante grande y dejó el tarro en la barra.-al igual que con Alán.-el mayor se redimió por unos segundos y sonrió de forma simplona. Mientras tanto, el contrario se levantó y tomó su saco para poder dejarle dinero al cantinero.
-Cuidare a Alán.-se dijo a si mismo y al mismo tiempo al novato.
-Erik...-llamó finamente el pelirubio.-por todo lo que me haz dicho...
-...
-¿Tu eres quien enviaba esas rosas a la oficina de senpai?-el mayor volvió a reír.
-Si, fuí yo.-aceptó ante el recuerdo agradable de sus días junto al carmín.-Knox... No le hagas sentir culpable.-despidió al menor, este último asintió al saldar su cuenta y abandonar el sitio.

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⏰ Última actualización: Jan 12, 2020 ⏰

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