2.Alexia.

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Me levanté a las 7:00 y me fui a desayunar. Tomé unos cereales con leche y a continuación me dirigí a la ducha.

Estuve unos cinco minutos más debajo del agua a pesar de haber acabado. Me sobraba tiempo.

Cuando salí cogí la toalla y me la enrosqué alrededor de la cintura después de haberme secado y me fui a mi dormi-torio.

Me coloqué frente al armario para ver que me podía po-ner. Abrí las puertas y me vi en el espejo del interior de una de estas, mi pelo negro me caía mojado sobre la par-te superior de los ojos y algunas gotas de agua resbalaban sobre mi cuerpo. Intenté peinarme un poco con las ma-nos, pero al cabo de un minuto me rendí y decidí dejar eso para después.

Me puse ropa interior y cogí unos vaqueros del armario, además de una camiseta negra de Metallica y una suda-dera negra con capucha, la cual tenía una cremallera que dejé sin subir.

Me calcé y me dirigí otra vez al baño para intentar pei-narme, me pasé el secador y lo dejé un poco revuelto.

Bajé las escaleras, cogí la mochila y salí a la calle.

Me llevaría diez minutos llegar al instituto, miré el reloj. Me sobraban cinco.

Entré a clase, ya había gente sentada en sus sitios ha-blando con sus amigos, Clara y Luke charlaban sobre los supuestos rumores de que Jessica había engañado a su novio con Jason, cosa que podía ser verdad, ya que los dos son poco... fieles por decirlo de alguna manera.

Me senté en mi silla y a los dos minutos llegó la profesora, por lo que comencé a mirar por la ventana como de costumbre.

-Hola chicos- saludó alegremente la profesora Cristie, era nuestra tutora y venía una hora a la semana en las que nos decía a cada uno de nosotros las cosas que podríamos mejorar y si íbamos a hacer alguna excursión-.Hoy tenemos a una nueva alumna con nosotros, Alexia.

-Hola- dijo la chica, o por lo menos eso supuse, aún no mirara para ella. Su voz era dulce y agradable, de modo que, sin querer, mi mirada se dirigió hacia ella.

No sabría decir si fue buena idea o no hacer eso, en mi barriga sentí un cosquilleo, el mismo que se siente cuando estás a punto de bajar la cuesta más grande de una montaña rusa.

Pero en fin, ya estaba hecho, y allí estaba ella.

Alexia, una chica de 17 años, morena, pelo por debajo de los hombros pero no muy largo, algo baja, un poco más de un metro sesenta, de tez trigueña y facciones delicadas.

Llevaba puesta una camisa negra y blanca a cuadros, con las mangas dobladas a la altura de los codos, unos pantalones vaqueros rotos de color gris claro y unos zapatos blancos.

Estaba sonriendo a la clase, aunque parecía algo nerviosa, no paraba de juguetear con una pulsera de tela azul que llevaba atada en la muñeca derecha.

-Hola- respondió al instante el resto de la clase.

Algunos se molestaron en mirarla, otros siguieron hablando de sus cosas con el del pupitre de al lado.

-Bueno, Alexia- continuó la Sra. Cristie-. En esta clase no hay muchas mesas libres, así que te sentarás allí- dijo haciendo una leve inclinación con la cabeza al sitio vacío que había de lado de Jules. Al sitio que había enfrente mía.

Ella asintió con la cabeza y se dirigió al pupitre, seguida de algunas miradas "disimuladas" de sus nuevos compañeros. Que se colocaron bien otra vez cuando la profesora comenzó a decir que el profe Carlos faltaría unos días.

Yo me volví a colocar en mi puesto de "El chico que mira por la ventana", aunque ahora con nuevos pensamientos rondando por mi cabeza.

¿Qué era ese cosquilleo que sentí cuando la vi?

¿Qué es lo que uno siente cuando se empieza a enamorar?

Y otra más.

Cuál era la diferencia entre eso y lo que yo empezaba a sentir.

Solo el timbre de la hora de irse me hizo salir de aquel ensimismamiento.

;s|O

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⏰ Última actualización: Mar 02, 2017 ⏰

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