Quizás entendió mal el mensaje...
Quizás no era nada más que amistad...
Quizás jamás debió decir esas palabras...
Quizás... hubiera sido mejor morir...
Suspiró y alzó la vista al cielo nocturno. Las estrellas resplandecían como nunca, o eso le parecía ahora que tenían toda su atención en un intento por distraerse.
Quería distraerse. Lo necesitaba como nunca antes.
Por muy inútil que eso estuviera resultando.
Si tuviera tanto poder como antes lo más seguro es que hubiera desaparecido y estado en algún cielo tranquilo hasta calmarse y afrontar las cosas, pero ahora... Ahora no podía hacer nada de ello, sus poderes no eran absolutamente nada a los de antes y comenzar a vagar sin rumbo no era opción, menos a tales hora de la noche.
Todo era tan diferente.
Al igual que él.
Aquel guerrero sin sentimientos que solo servía para obedecer órdenes había desaparecido por completo. Dejando en su lugar algo totalmente diferente.
Ahora sentía y tomaba sus propias decisiones a pesar de todas las consecuencias que eso causó en un pasado, pero todo tuvo una razón.
Su debilidad humana...
Aquella persona que lo hizo cambiar, aquel que le mostró la importancia de la existencia, de las propias decisiones, quien lo hizo revelarse contra sus hermanos y comenzar a sentir emociones. Si a su antiguo yo le hubiesen dicho que en un futuro se sentiría de esa manera, lo más probable es que hubiera respondido que bajo ninguna circunstancia podría ocurrir algo así, que era imposible por ser ángeles, por ser soldados.
Que equivocado estaba en aquel entonces.
Había comenzado a sentir, sabía lo que era querer como amigos a personas, sabía lo que era sentirse disgustado ante ciertas presencias y más...
Así como sabía lo que es amar...
Quizás si hoy no hubiese estado a punto de morir aun lo tendría en secreto...
Pero en aquel momento que el veneno lo mataba lentamente y se iba despidiendo de todos solo se dio, quería que Dean lo supiera antes de desaparecer para siempre. Y se lo dijo...
Y tras notar la expresión en su rostro aprovechó para decirle a Sam y Mary que también los quería. Pero la diferencia era notable.
A pesar de que han pasado las horas aún no ha obtenido ninguna respuesta, los demás estaban dentro del motel mientras se encontraba afuera en el estacionamiento apoyado en el impala. Era tan tarde que no había gente afuera y el silencio reinaba el alrededor.
Quizás jamás obtendría una respuesta. Dean una vez le dijo que era como un hermano y con ello debía ser más que obvio que sus sentimientos no eran correspondidos.
–Cas...
O tal vez... Quizás estaba equivocado.
Giró el cuerpo para ver a Dean acercarse a él hasta apoyarse a su lado en el impala. Los dos quedaron en silencio. No había tensión ni nada. Era un atmosfera agradable a pesar de lo ocurrido horas atrás.
No tenía idea de qué decir, absolutamente nada ¿Qué podía decir luego de declararse? ¿Debería actuar como si nada? ¿Debería insistir? ¿Qué debería hacer?
–Cas.
Apenas giró el rostro para ver a Dean se sintió jalado y unos labios apresando los propios casi con desesperación.
Dean lo estaba besando.
Fueron solo unos segundos en que sus labios estuvieron juntos y las manos de Dean se aferraban a su gabardina como si temiera que se fuera a escapar por sus acciones. Como si temiera perderlo en cualquier momento.
Pero cuando se separaron se miraron a los ojos y sus labios volvieron a encontrar. El agarre que Dean le tenía se fue aflojando poco a poco para luego pasar a rodearlo con sus brazos, siendo todo contacto correspondido con algo de inexperiencia de su parte.
–Te amo –Susurró Dean de repente contra sus labios haciendo que miles de sensaciones se apoderaran de su interior– Te amo tanto –nuevamente eran susurros– Tuve tanto miedo de perderte, Dios, Cas, no tienes idea de cómo me sentía, verte ahí sin poder ayudarte... Ver como poco a poco te iba perdiendo. Joder... –Era como si su voz en algún momento pudiera quebrarse y terminar desmoronándose en llanto– No sé cómo no me volví loco.
–Dean... –Iba a decir algo pero en nuevo beso surgió por el cazador.
–No quiero volver a verte en tal peligro, Cas... No soportaría perderte...
Castiel sabía que Dean estaba siendo sincero, lo sentía y eso le daba una tal mezcla de emociones que no sabía ni qué decir. Abrazó a Dean con más fuerza y sintió como este escondía el rostro en la curva de su cuello, así como nuevamente se aferraba a la gabardina.
Entendía como se sentía, lo entendía muy bien. Muchas veces tuvo miedo de que muriera, es lo más importante en su vida y solo pensar que podría perderlo lo hacía sentir tan mal, tan miserable, y al saber que aquellas veces anteriores que casi lo pierde no pudo ser de gran utilidad era un sentimiento tan amargo.
Pero ahí estaban ahora los dos juntos.
–Te amo...
–Y yo a ti, Dean.
Y eso era lo único que tenía sentido.
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Muchas gracias por leer esto que se me ocurrió de repente xD
Si han leído mis historias sin terminar, ¡Lo siento mucho! pero ya pronto publicaré los caps T^T
