Han pasado seis años desde aquel mágico encuentro de aquellos jóvenes enamorados, seis años que decidieron unirse e cuerpo y alma, seis años de noviazgo, cinco años de vivir juntos y un año de haberse dado el sí, acepto en un altar.
Si, así de cursi comenzó su historia y a lo largo de los años no cambió mucho seguían tan enamorados tan melosos tan ellos. Si me preguntan de las peleas, pues tuvieron muchísimas dirán como toda pareja pero la de ellos eran peleas dignas de ser recordadas como las más incoherentes y locas de la historia...nunca dejaron de ser niños.
Sus amigos veían felices a la pareja porque sus reconciliaciones eran igual de incoherentes y locas, eran tan distintos el uno del otro tan opuestos pero tan complementarios al mismo tiempo.
Si me preguntan quién era el más celoso pues es una difícil respuesta ya que ambos eran celosos y posesivos a su manera pero cabe resaltar que quien no sabía disimular era el pelinegro de mirada gatuna, definitivamente no se aguantaba cada que cualquier hombre se atrevía a mirar a su pareja, no como el alto que era más discreto pero claro cuando el alto estaba que hervía de los celos en sus cuatro paredes le daba a conocer de una manera poco convencional a quien pertenecía su tonto chico. Y si, así se querían y todos nombraron a esa pareja.
"El MyungYeol una comedia romántica andante"
Bueno con esto damos a entender que no solo la pareja era extraña si no sus amigos también que por cierto hicieron a lo largo de su relación, formando un grupo muy unido.
SungJong se burlaba cuando podía de su mejor amigo, diciéndole que tenía razón y que debía recompensarle el deseo que pidió por él.
No quisiera romper la magia pero también en esa relación hubo muchas lágrimas y pequeñas rupturas ya que ni SungYeol ni MyungSoo tuvieron la aprobación de sus familias. Aquellas familias Intervenían demasiado tratando que ese par se separará y con la tensión y el estrés los muchachos terminaban gritándose muchas cosas hirientes y en una ocasión llegaron a los golpes.
Lo cierto es que ellos se amaban por más grande que era el obstáculo, lo pasaban juntos y con ayuda de sus amigos. Los problemas solo hicieron que madurasen como personas y como pareja, podían manejar mejor sus diferencias y vivir felices sin muchas complicaciones y ser lo cursi que quieran ser.
La primera vez que ambos se entregaron confirmaron con sus cuerpos que estaban hechos el uno para el otro.
Ese día luego de su confesión, podían sentir como los nervios salían a flote pero poco a poco iban deshaciéndose de sus capas de incomodidad y comieron juntos entre risas y coqueteos parecían tener algunas cosas en común como que en otras no y se formaban pequeños debates que parecían deleitarlos.
Decidieron salir a caminar sujetos de la mano y seguir compartiendo esos momentos juntos, si cualquier tercero los veían no podían imaginar que ellos apenas y se habían encontrado.
Mientras conversaban y empezaban a saber más del uno del otro, de la nada comenzó una fuerte lluvia y por el frio que hacia esta era helada y tormentosa.
Lo único que Myunsoo había atinado a decir fue.
-Vamos por aquí mi departamento está cerca.
Corrieron un largo tramo y llegaron a un edificio departamental, SungYeol y Myungsoo se refugiaron en el edificio y subieron hasta el apartamento del pelinegro. Ambos estaban empapados por la lluvia.
Al entrar ambos se miraron y empezaron a reír, no podían creer acababan de vivir una escena tan cliché que resultaba irrisorio pero en cuanto se dieron cuenta de la magnitud que significaba ese cliché se quedaron callados los nervios les embargó y tragaron en seco.
