AMNESIA

Oh Park Jimin.

La amnesia es una de las enfermedades más temidas en la sociedad. Pérdida de memoria, ¿se imaginan? Que de un día para otro todas los momentos que pasaste con esa persona se borren de su mente, que se olvide de tu propia existencia.

Mi nombre es Min YoonGi, curso el último año de preparatoria con tan solo 19 años de edad, todo un "adulto" que sabe manejar su vida y sus decisiones, vaya que engaño. Supongo que la única decisión buena en mi vida, y eso porque fue recomendada por el psicólogo, fue tener a un perro; los detestaba hasta que llegó Holly a mi vida, o eso creía hasta ahora.

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— H-hola... Mi nombre es Park Jimin, gusto en c-conocerlos — había llegado un pelinegro nuevo al salón. A primera vista podías asegurar que sería maltratado y utilizado por los grupos de al lado o ser el rompe culos de niñas del grupo.

Bajó tímidamente del escalón y con la mirada buscaba desesperadamente un asiento libre. Caminó rápidamente hacia la fila en donde estaba sentado, mi vida no podía tener más desgracias, y tomó la banca frente a mi, ese sería su lugar durante todo el ciclo y por obvias razones tenía que soportarlo todos los días, todo el día.

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Jimin era una persona muy tímida pero alegre, su estatura era pequeña a comparación de la mía y su cara parecía de bebé, por lo que se veía mucho más tierno de lo que un niño puede ser. Sus pequeños ojos azabaches que se transformaban en una extensa línea cada que una sonrisa se dibujaba en su rostro, no puedo decir que es lo más bello de todo el mundo, pero lo era para el mío.

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— ¡Hola! Mi nombre es Park Jimin — exclamó con entusiasmo el pequeño bebé con pañal.

— Lo dijiste hace dos minutos — suspiré frunciendo el ceño, éste chico se la pasaba repitiendo su nombre a todos cada minuto, había veces en las que irritaba a los demás, menos a mi, tenía mis auriculares a todo lo que daba, así que no podía escuchar su infantil voz.

— Es para que no lo olvides Hyung — una línea se formó en la parte baja de su frente y sus blanquecinos dientes habían dejado verse.

— No es necesario — levanté mi existencia de la banca, éste chico ocupaba mi tiempo de descanso para contarme de su vida, a la cual nunca le he puesto atención porque ni siquiera sé cómo funciona la mía. — Un gusano como tú no puede ser olvidado.

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Mis padres se habían ido del país sin importarles la forma en la que me mantendría solo ni tampoco si me encontraba emocionalmente bien, sólo se fueron de la casa dejándome a cargo de Holly; si, se preocupaban más por un maldito perro que por su propio hijo.

Mi sueño siempre ha sido componer música, es lo que más he querido desde que era pequeño. Hace apenas algunos meses escribí algo, me hace falta perfeccionarlo pero... Supongo que con la melodía ya está bien... Espero...

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— ¿Te puedo llamar Suga Hyung? — cuestionó el menor recargado en la base metálica del casillero vecino.

— No, no puedes — suspiré abriendo el casillero que me correspondía en la clase de deportes — Te lo dije ayer y te lo seguiré diciendo hoy y mañana, no somos amigos para que me pongas apodos.

— ¿Ayer?....

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Soy una persona desesperada e irritante cuando no duermo. No voy a decir que mi casa no es tranquila, pero no se puede dormir en paz cuando sabes que cada mañana te toparás con personas como Park Jimin.