Hairstyle

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La noche anterior apenas había tocado la cama se había dormido profundamente, y es que la práctica de ese día lo había dejado bastante agotado, logrando dormir de corrido hasta el otro día y para su suerte sin alarmas de por medio ya que empezaba el fin de semana.

A pesar de haber descansado muy bien, despertar tan temprano un día Sábado no era de su agrado. Luego de dar un par de vueltas en la cama terminó por abrir los ojos ya que no pudo dormir más y se fijó en la hora en su móvil, recién las 7 de la mañana. Dio un suspiro mirando el techo y decidió levantarse, saliendo de su habitación y yendo con sus cosas de aseo personal directamente a las duchas, caminando por un gran pasillo vacío a esas horas de esa gran academia tipo internado llamada Shiratorizawa. Si bien para Tendou Satori iniciando la preparatoria no le convencía mucho el hecho de tener que prácticamente pasar a vivir la mayoría del año dentro de aquella cárcel/escuela (algo así era para él aunque nunca le iba mal en las asignaturas, solamente le daba pereza), con el tiempo se acostumbró y como todo dentro del establecimiento era bastante cómodo no tardó en adaptarse al sistema, porque bueno, era una academia y estaba más que equipada, pero se sintió más a gusto cuando finalmente logró tener una habitación solo para él recuperando su amada privacidad ya que el primer año tuvo que compartir con otro chico, que si bien no le caía mal y no era desordenado, roncaba como un auto descompuesto.

Luego de bañarse y saludar por el pasillo a unos escasos alumnos que también habían despertado temprano pensó en como podría sobrellevar aquella mañana que se veía larga, ya que ese día tenía práctica recién al atardecer y el resto del día era libre. Sin pensarlo demasiado caminó a paso firme hasta la habitación de su mejor amigo, actualmente novio, Ushijima Wakatoshi. Si, Tendou se había enamorado de su mejor amigo, compañero y estrella de su equipo de voleibol, corrió con suerte ya que había sido correspondido y lo mejor es que ni siquiera había tenido que declarase él ya que Ushijima, para su gran sorpresa, se le había adelantado. Llevaban tan solo un par de semanas pero desde ese día se sentía incluso mucho más animado y feliz que antes, y es que ahora tenía a la persona que quería para él solo. No es que las cosas entre ellos hayan cambiado mucho después de la declaración, pero se le sumaron besos, caricias y mucha más cercanía, aunque a  escondidas ya que aún no comentaban nada del tema con nadie.

Tocó a la puerta un par de veces con suavidad, y al no obtener respuesta entró con confianza pero intentando ser silencioso, cerrando la puerta tras él y encontrándose a un Ushiwaka dormido tranquilamente. Inconscientemente suspiró, seguido de una sonrisa y se acercó a la cama de su compañero sentándose al borde de esta. Se secó un poco más el cabello con la toalla que llevaba sobre los hombros, lo tenía húmedo y caído por la reciente ducha y pocas veces dejaba que se le viera así ya que solía usar un peinado algo peculiar, ayudándose con gel para levantarlo en un ángulo que parecía cualquier dibujo salido de una animación más por su color rojo.

–Wakatoshi-kun. –Lo nombró con tranquilidad, aunque al no obtener respuesta posó su mano en el hombro del chico y volvió a llamarlo un poco más fuerte.– Wa-ka-to-shi –Calcó cada sílaba sonriendo agraciado ya que el nombrado había despertado.

–Mh... ¿Satori? –Rascó sus ojos nombrandolo con una voz adormilada y más profunda de lo normal, lo que para Tendou era bastante atractivo aunque nunca se lo había mencionado. Ushijima miró la hora en el reloj que tenía en su mesita de noche y se sorprendió por lo temprano que era, a pesar de que él solía levantarse a eso de las 8 para salir a trotar aunque fuera fin de semana, ver al pelirrojo despierto a esa hora no siendo un día de clases era extraño.

–Buenos días, ayer me dormí muy temprano y ya no pude dormir más y me aburría, así que pensé que podía venir a despertarte y acompañarte antes de tu trote matutino. –Le sonrió con calidez al chico castaño, y si, a pesar de que él también estaba en el equipo de voleibol y podría clasificarse como un "deportista" no solía ir más allá de las prácticas y ejercicios del equipo, todo lo contrario a su pareja, quién era un fanático del deporte y por eso ni siquiera ya se esforzaba en acompañarle en algo tan simple como trotar, Ushijima era muy rápido y la única vez que intentó seguirle el paso casi termina vomitando al volver al gimnasio. Aunque últimamente este, en algunas prácticas había bajado su ritmo sólo para trotar junto a él, sorprendiendo al resto del equipo y también al pelirrojo pero de una manera grata, haciéndole sentir especial.

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