《Domingo 05. 13:16 pm.》
Mañana vuelvo a ver a Erick y tengo miedo de lo que me valla a encontrar. Se que el esta feliz, que ya no piensa en mi, que tiene a alguien más con quien pasar sus noches, pensar en eso hacia que todo en mi doliera, no podia soportar la idea de que el este besando a otra, que otra sea su .. princesa. Había dado todo por el, todo.. tanto que me había quedado sin nada, no sabía lo que era estar sola, sin el.
Sentia que la soledad me abrazaba como si fuera suya, como si me dijera al oído "Me perteneces." 》Escuche tocar la puerta y guarde rápidamente mi diario bajo la almohada.
- ¿Quien? - Pregunte. Gire los ojos cuando vi que al responder mi madre ya había entrado.
- Cariño, voy al centro comercial a comprar pensé que tal vez.. querrías acompañarme.
¿Acompañarla? Hace días que no salía de casa, salir y tomar un poco de aire me aría bien, supongo.
- Claro, dame cinco minutos y bajo. - Le dije sonriendo.
Hace tiempo que no me veía sonreír y su emoción en el rostro se notó rotundamente. Me levante de la cama y sentía que me dolía todo el cuerpo, me sentía pesada y era irónico con tanto peso que había perdido. Me puse un joggin con una campera de invierno - maldita sea. - Me quedaba enorme, no quise verme en el espejo, sentia miedo de ver en lo que me habia convertido asi que intente evitar todo los espejos que habian en mi casa, sobre todo el que estaba en mi habitación, decidí taparlo con una sabana. Me hice una coleta alta y me puse un poco de rubor en las mejillas, ya no estaba blanca si no más bien.. amarilla.
Cuando baje mi madre ya no estaba, pensé que se había ido pero cuando me acerqué a la ventana me estaba esperando en el auto.De camino al centro comercial las dos estabamos muy calladas, casi no habiamos hablado. Cuando llegamos comence a encontrarme con muchas personas que me saludaban como si estuvietan sorprendidas de verme, yo sólo me limitaba a decirles que estaba apurada y que nos veríamos en otro momento. 《Espero no volvermela a cruzar.》pensaba después de fingir una sonrisa.
- Tu hermano llega esta tarde de las vacaciones, ¿vendrás con nosotros a recibirlo?
- ¿Josh? ¿llega hoy? ¿en serio mamá? - No pude evitar saltar como una niña de cinco años en cuanto escuche esa noticia. Josh, mi hermano mayor, mi compañero de travesuras desde que habia nacído, vuelve hoy despues de dos meses, se había ido de mochilero con amigos y su novia. Tenía que volver a la Universidad, estaba estudiando Abogacía el cual se me hacía un poco raro, mi hermano es un tanto inmaduro o mejor dicho.. muy poco serio. No me lo podia imaginar siguiendo esa carrera, yo siempre me lo imagine estudiando otra cosa, veterinario por ejemplo, siempre le gustaron los animales, cuando éramos más chicos le encantaba ir por la calle y cada perro que veía se lo llevaba a casa. Mi madre siempre se enojada pero dejaba que se quedará con el animalito por un tiempo hasta que le consiguiera otro hogar, Josh se ocupaba de bañarlo, darle sus vacunas, alimentarlo y pasearlo, luego le tocaba lo mas difícil.. darlo en adopción.
Entramos a una tienda para comprar las cosas para el colegio, mañana era mi primer día de clase y todavía no tenía nada. Luego de comprar varias cosas allí entramos a otra tienda en busca de un regalo para mi hermano, el cual era difícil encontrar porque nunca se sabía que regalarle. Mi madre terminó comprandole una caja de chocolates que eran sus favoritos, insistí en que me comprará una a mi también pero no ubo caso, que va, luego le robaria bombones a Josh, porque claro, el no me invitaría. Al irnos del centro comercial agradecí no a verme encontrado con Erick y su nueva "novia" no me hubiese resistido ver eso. Cuando mi madre arrancó el auto, una camioneta con mudanza se le cruzo de mala manera que mi madre hizo un giro y terminó chocando contra el cordón de la calle.
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La Historia En Sus Brazos
Подростковая литератураLeah, una adolescente de 17 años con problemas de depresión sufre un desamor doloroso que no sabe como llevar, como toda principiante en el amor descubre muchas cosas que abarca en una relación. Sin saber que hacer con tantos sentimientos sin expre...